Diálogo incipiente

Las últimas semanas parecen haber devuelto las aguas al cauce del diálogo que nunca debió haberse abandonado. La negociación, el diálogo, la búsqueda de soluciones desde el entendimiento en lugar de potenciar los desacuerdos forman parte de la idiosincrasia de Unió y de CiU. Así lo hemos hecho en el pasado y así lo hemos reivindicado desde el primer día del gobierno de Artur Mas en la Generalitat.

Por ello, el president Mas hizo visible esta voluntad de diálogo cuando dio un mandato expreso a todos sus consellers para establecer contactos con el gobierno del Estado. Así se está haciendo sin olvidar que el diálogo es cosa de dos y que hasta el momento todas y cuantas proposiciones se han hecho desde Catalunya han recibido un portazo estridente. La crisis económica nos obliga a reconstruir los diálogos maltrechos. Es lo que pide la sociedad a sus gobernantes: aunar esfuerzos para combatir el paro y las penurias de la recesión.

Ahora, urge redistribuir la flexibilización del déficit que Europa conceda al Estado español y que el gobierno del PP la traslade a las comunidades autónomas para evitar su asfixia financiera. Conviene recordar que son las autonomías las que cargan con el peso de las políticas sociales. Si se exige un ajuste más duro se resiente la asistencia social a los ciudadanos. Por ello urge un acuerdo en esta flexibilización del déficit para no tener que cercenar la sanidad ni la educación. Por este motivo es importante consolidar el diálogo, aunque no estemos seguros de sus resultados. El diálogo no quiere decir si a todo, ni de una parte ni de la otra, pero si exige conocer los diversos razonamientos y buscar puntos de acuerdo, incluso sobre la cuestión de la consulta sobre la que las posiciones son antagónicas.

La situación no es fácil, pero sólo desde políticas comunes, leales y equitativas haremos frente en mejores condiciones a la crisis actual. La recuperación económica debe ser nuestro objetivo común y para ello debemos sumar esfuerzos para tener las máximas posibilidades de éxito.

Josep M. Pelegrí es secretario general de UDC.