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Crímenes sin respuesta

El tintero de los horrores: asesinatos sin resolver

Córdoba cuenta en su lista negra de muertes violentas con varios casos que continúan sin culpables

El tintero de los horrores: asesinatos sin resolver

DAVINIA DELGADO

Algunos de los crímenes que han sumido en la consternación a la sociedad cordobesa continúan, a día de hoy, sin culpables ni pistas que permitan pasar página a los familiares de las víctimas, sumidas en el dolor y una opresiva incertidumbre. ABC recopila cinco de los casos sin resolver que ya forman parte de la historia negra de Córdoba.

La muerte de Casta Carrillo

Una de las muertes que continúan sin esclarecerse, a pesar de que el asunto está judicialmente archivado, es el de la pontana Casta Carrillo. Era la mayor de cinco hermanos y salió a pasear en bicicleta la tarde del 19 de julio de 1995. Dijo a su familia que se dirigía a la carretera del canal. Dos agricultores encontraron su cuerpo desnudo -solo le quedaba puesta una zapatilla-, encogido de costado y con la cara levemente levantada. El cadáver presentaba evidentes signos de descomposición, arañazos en la espalda y sangre en la cabeza. De lo poco que trascendió de la investigación era que no había sido violada. A los pocos días del crimen, la Policía Local recibió una llamada anónima en la que se aporta un nombre de pila y lo que pareció un apodo o apellido. Esto se repetiría ocho años después. Esta línea de investigación se abandonó al poco tiempo porque nadie coincidía con ese nombre. En diciembre de 1995 fue detenido un hombre, que fue puesto en libertad dos semanas más tarde por falta de pruebas.

El empresario lucentino Antonio Chacón

El 13 de marzo de 2009 apareció muerto en su cama el empresario lucentino Antonio Chacón. Los signos de violencia sobre su cuerpo eran evidentes y tenía un calcetín metido en la boca. En un principio se apuntó al robo como móvil del crimen, puesto que el industrial era una persona que solía llevar dinero encima, pese a estar jubilado desde hacía muchos años (tenía 85 años). Sin embargo, dicha hipótesis fue descartada de inmediato, ya que en la mesa del comedor se encontró un sobre que contenía en torno a los 300 euros y en la cartera se encontró otra cantidad similar de dinero en efectivo. De las decenas de pruebas realizadas por la Policía entre la familia y conocidos, ninguna dio resultado.

El destino fatal de Soledad Donoso

Este caso ha vuelto a los juzgados gracias a nuevas pruebas aportadas por la familia. El suceso tuvo lugar el 28 de septiembre de 1992. Soledad, una joven cordobesa de 18 años, se preparó ese día para ir a trabajar. En torno a las 17.45 horas salió de su domicilio, pero no llegó a su puesto. Se desvaneció. A los catorce días, el cuerpo sin vida de la chica apareció a la orilla del  Guadalquivir, en la Huerta del Arenal. Un hombre que estaba cazando pajaritos fue el que la encontró. Estaba irreconocible. Las conclusiones del informe forense no arrojaron nada de luz al caso. Según el mismo, no había señales de violencia en el cuerpo de la joven. Tampoco había sufrido abusos y, en contra de lo que se publicó en algunos medios de la  época, no fue decapitada ni desmembrada. En junio de 2012 y poco antes de que prescribiera el crimen, la Audiencia reabrió el asunto, que sigue bajo secreto sumarial.

¿Dónde está Ángeles Zurera?

El pasado 2 de marzo se cumplieron seis años de la desaparición de la aguilarense Ángeles Zurera, la mujer a la que se tragó la tierra tras hablar de madrugada y durante dos minutos y medio con su exmarido. Después de aquella llamada, nadie más volvió a verla. La familia descarta que se fuera de forma voluntaria porque no se llevó consigo ningún tipo de documentación, ni las gafas que necesitaba para ver, ni siquiera algo de ropa. Los agentes han buscado en pozos, vertederos y bajo tierra, pero nada. Todavía no hay ni el más mínimo indicio de dónde puede estar. El hermano de la mujer, Antonio Zurera, no tiene duda de que su exmarido, Manuel Reina, está tras su desaparición, pero no hay pruebas que demuestren su intuición. La familia ha solicitado a la Audiencia Provincial de Córdoba -que reabrió el caso en 2011 después de que se decretase su sobreseimiento provisional- que se realice a la expareja de la mujer el «test de la verdad». De momento, la Fiscalía se ha opuesto.

El crimen del Chimeneón

Ha transcurrido ya más de un año desde que E.J.V.D., un hombre de 50 años, falleció tras ser agredido por unos jóvenes en la plaza del Olivo, más conocida como del Chimeneón, en la avenida de las Ollerías. De momento, la Policía no ha detenido a los homicidas y las pesquisas continúan abiertas. El fatal suceso tuvo lugar el 28 de octubre de 2012. La víctima se encontraba en torno a las 1.30 horas en el bar La Sinfonía, ubicado en la citada plaza. Cuando el propietario se disponía a echar las persianas, algo impactó contra los cristales del establecimiento. Un grupo de jóvenes estaba lanzando naranjas contra la fachada del local. Según testigos presenciales, uno de los empleados del establecimiento salió para llamarles la atención. A continuación, se asomó también E.J.V.D., que comenzó una disputa con los alborotadores. Uno de los chavales, de forma sorpresiva, le propinó un fuerte puñetazo en la cara. El hombre cayó al suelo y entró en coma. Finalmente, falleció. Y sus agresores no han sido todavía identificados.

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