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EL REINO DE TAIFAS

LO QUE FALTABA

JORGE y JORGE

A LGO insólito. Las farmacias cerradas. ¿Por qué será? Algunos dicen que no les pagan lo que se les debe. ¿Es posible? Y el aeropuerto sin aviones recibe la gran tajada de los presupuestos destinados a la Comunidad. En justicia, no lo entiendo: hemos visto pueblos sin su boticario, municipios con laboratorios cerrados y grandes ciudades con el solo una de cada tres farmacias abierta. ¿Entienden por qué no lo entiendo? No nos damos cuenta que quienes sufren las consecuencias son los mayores. Los héroes que mantienen a las familias necesitadas con sus humildes pensiones. Esos hombres y mujeres que destinan su tiempo a recoger a los nietos del colegio o esas abuelas que se preocupan de llevarlos al médico. Jubilados que aún no han alcanzado la jubilación. ¿Por qué? Sencillamente, porque los farmacéuticos se han cansado de la morosidad del Consell, y han decidido en justicia cerrar indefinidamente desde el lunes, en lo que es el tercer cierre desde que los boticarios detectaron -verano de 2011- que la Generalitat no pagaba la deuda y tenían que pedir créditos para abastecerse. Eso sí, cuando uno ve la farmacia cerrada con un cartel que reza «La Administración no nos paga», entiende la determinación de los farmacéuticos, pero echa de menos otro cartel con un «Disculpen las molestias» dirigido a los usuarios. Porque es cierto que muchas veces asistimos a la botica por tontería, hay que reconocerlo, pero no es menos cierto que la mayoría de veces se hace por necesidad. Los usuarios también sufren la crisis, y creo que lo menos que se merecen es un simple reconocimiento.

Los motivos de la huelga son comprensibles. No se puede soslayar que se les debe 230 millones por recetas dispensadas desde mediados del mes de abril, y que a pesar de que tenían sus esperanzas puestas en el Fondo de Liquidez Autonómica, éstas se vinieron abajo cuando descubrieron que el «rescate» solo serviría para pagar una de las cinco facturas y media que aún debe Sanidad. Y, mientras tanto, el Molt Honorable president, superado por las circunstancias, sigue esperando la llegada de Mr. Marshall: «Estamos hablando con el Gobierno para que podamos encontrar instrumentos que nos permitan pagar no sólo a las farmacias sino también al resto de proveedores que son bastantes más que los boticarios». Una afirmación que me recuerda a la cinta del genial Berlanga: «Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación; y como os debo una explicación, os la voy a dar». «Pues, como alcalde vuestro que soy (…) os la voy a pagar». Espero por nuestro bien que el señor Fabra, que habrá visto la película, deje de sentirse como el alcalde de Villar del Río.

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