juvenil
«La lección de August» o cómo todo aquel nacido de Dios vence al mundo
El primer libro de la escritora estadounidense R. J. Palacio enseña como un niño deforme aprende a crecer en la adversidad
«Por dentro yo me siento normal. Pero sé que los niños normales no hacen que otros niños normales se vayan corriendo y gritando de los columpios». Así comienza «La lección de August» (ed. Nube de Tinta ), la historia de cómo un niño con una extraña deformidad en la cara rompe el cascarón familiar para ir al colegio por primera vez .
Se trata de la primera novela de R.J. Palacio y se dirige a un público juvenil, aunque también se encontraría cómodo con su lectura cualquier adulto. Al comienzo, presenta la visión del propio August: sus miedos, su angustia, su timidez en contraposición al fuerte amor del que le rodea su familia , sus padres, su hermana. Como si fuera un cascarón . Pero empieza a resquebrajarse . Tiene que ir al colegio por primera vez y salir de él.
La hora de madurar ha llegado. Allí le espera la crueldad , pero también la amistad y la amabilidad que le animan a salir adelante, tímidamente.
De mayor a menor
Una vez que uno ya se ha identificado con el personaje, es cuando la escritora hace una descripción de su deformidad, de un modo conmovedor: a través de los ojos de los chicos que le rodean. Y teniendo en cuenta el cariño que sienten por August. De mayor a menor. Comenzando por su hermana , por su amiga incondicional, por el amigo que lo traiciona, por el novio de su hermana…
Con sus sinsabores y sus altibajos, tienen que enfrentarse a la tiranía de las apariencias, a los populares, a la frivolidad y al rechazo, pero de un panorama completamente negro, se pasa a uno gris claro. Y ayudan a August, August les ayuda y se ayudan entre sí, y ayudan a los demás creando un nuevo, gigantesto y fuerte cascarón más allá de sus padres.
De forma estratégica, la autora intercala frases de canciones y libros que tienen que ver con el objetivo fundamental de la novela: Que hay que mirar con los ojos del corazón y que sólo el amor sincero es el que permanece inalterable.
Christina Aguilera, Saint-Exupéry...
«Eres precioso, digan lo que digan. Que las palabras no te depriman. Eres precioso se mire por donde se mire» ( «Beautiful» de Christina Aguilera ); «Éste es mi secreto. Es muy sencillo. Uno solo puede ver claramente con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos» (« El Principito », de Saint-Exupéry ); «A veces pienso que tengo la cabeza tan grande porque la tengo llena de sueños« (John Merrick en «El hombre elefante» , de Bernard Pomerance) aderezan este canto a la amabilidad, el amor, la tolerancia y la amistad.
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