Los procuradores creen que la sociedad no les conoce. El XIII Congreso Nacional de Procuradores que se inauguró ayer en Córdoba con la participación de más de 250 profesionales pretende impulsar la proyección social de la Procura. El presidente del Consejo General de Procuradores, Juan Carlos Estevez, habló para ABC de la importancia de que los «ciudadanos tengan conocimiento de lo que hacemos, de lo que no hacemos y para qué servimos». La otra meta del congreso «es tratar de reconducir la Justicia Española hacia los tiempos en los que vivimos, hacia el siglo XXI», plantea Estévez.
En su opinión, «en algunos ámbitos, la Justicia española sigue sufriendo grandes retrasos como el que no exista conexión entre los juzgados y los despachos de procuradores». En estos cambios que habría que hacer los procuradores buscan la ejecución de sentencias, sobre todo civiles. Estévez asegura que con este propósito no se descubre nada nuevo. En todos los países avanzados existe una profesión con distinto nombre, la más común son los «huissier» de Justicia que se dedican a ejecutar las resoluciones en los tribunales.
No son funcionarios públicos aunque tienen el carácter de autoridad pública en algunas circunstancias. Son profesionales liberales y, en opinión de Estévez, «España debería ir por ese mismo camino.» De ahí que ayer compareciera en el Congreso celebrado en el Hotel AC Córdoba Palacio el presidente de la Unión Internacional de los Huissier de Justicia Leonel Ten. Los procuradores apuestan «por realizar todos esos actos que hoy en día realizan los funcionarios y que creo que podríamos hacer mejor», concluyó Estévez.
«Ya hemos ido adquiriendo muchas de las competencias en muchos terrenos pero queremos avanzar más y tenerlas plenamente como las tienen los “huissier” en otros países». Estévez se refiere, por ejemplo, a la ejecución de sentencia y a los actos de comunicación. «La Justicia va bien hasta la sentencia, pero mal a la hora de ejecutarla», según Estévez. Por ejemplo, los actos de comunicación que no son nada más que aquellos modos de establecer relación del tribunal con unas personas.
Ahora lo hacen los servicios comunes de notificaciones y embargos, pero los procuradores lo están haciendo ya, y quieren hacerlo en exclusividad porque piensan que le pueden dar mucha celeridad al proceso. «Podemos transformar los tiempos que tardan estos servicios de meses a días. Así no habrá tiempos muertos», afirma el presidente, que se muestra partidario de que se cierren los servicios comunes y esos funcionarios podrían ir a la plantilla para reforzar los juzgados.