Córdoba

cubierto-111

Córdoba / sábado de feria

Primer día a medio gas

La lluvia dejó charcos en el suelo y claros en las Casetas Populares. El arranque de la Feria fue a medio gas. Donde sí hubo lleno total fue en las comidas de socios en las Tradicionales

Día 20/05/2012 - 10.00h

Compartir

La lluvia fue en gran parte la protagonista del primer día de la Feria de Mayo dejando un reguero de charcos en el Real y barro en los zapatos. El sol que estaba agazapado a media mañana asomó entre las nubes pero para entonces muchos cordobeses ya habían desechado la idea de desplazarse hasta El Arenal. La jornada transcurrió entre nubes y claros. Una inestabilidad que se reflejó en las Casetas Populares, donde apenas había algunas familias almorzando, nada que ver con uno de los días fuertes.

El ambiente era familiar en casetas populares como El Gazpacho o El Círculo de la Amistad donde largas mesas acogían el almuerzo de padres, hijos y nietos, sin llegar al lleno absoluto.

Lo más difícil de encontrar era el bullicio propio del fin de semana en casetas de empresa como la de Cajasur, este año denominada «Palacio de Viana» —en alusión a la reciente creación del Museo de los Patios de Viana— en la calle Guadalquivir. En esta nave de grandes dimensiones, apenas se podían contar tres familias almorzando.

Las casetas de las hermandades tampoco lograron hacer caja. Otro de los ejemplos de este sábado «flojo» fue el de la caseta de Sercolu, donde pasadas las 3 de la tarde apenas registraba movimiento.

El primer día de Feria sí se vivió con más intensidad en las Casetas Tradicionales que escogieron este día para cerrar sus puertas a la comida de socios. A estas casetas acudieron centenares de cordobeses, ataviados con sus mejores galas que «tomaron» las casetas tradicionales pasadas las dos de la tarde. Sin presencia de niños, fueron muchas las parejas que decidieron disfrutar de la comida para socios de sus respectivas casetas de media etiqueta o con el traje típico en todas sus modalidades. Ellas, de flamenca, con las últimas tendencias, —mucho colorido, pendientes grandes, mantoncillos y plumeti—; y ellos, de traje impecable pese al barro en los zapatos. En algunas Casetas Tradicionales como el caso de «La Castañuela» —con una fachada que sin duda competirá en los primeros puestos del premio de casetas este año— había incluso cola para entrar y eso que el acceso, por un día, era restringido solo para socios. Otras de las casetas más concurridas fueron «La Gitanilla» y «La de simpre», que congregaron a numerosos empresarios en su comida de socios donde las bandejas de jamón, las empanadas y el buen vino Montilla-Moriles abrían las ganas de feria.

De otro lado, coches de caballo, apenas había alguno postrado a las puertas de una de estas casetas, a modo de taxi, pero la lluvia impidió el tradicional paseo de caballos. Como también impidió el paso de la procesión de Nuestra Señora de la Salud hasta la portada de la Feria donde tenía prevista su llegada a eso de las dos de la tarde.

En esta misma circunstancia se encontraba, por ejemplo «El Bocao», lugar de copas donde han cuidado hasta el más mínimo detalle tanto en la fachada como en su interior, donde a las decenas de macetas con gitanillas —homenaje a la candidatura de los Patios a la Unesco—, se les une detalles de seguridad como un circuito de videovigilancia. Su clientela se esperaba a la hora de las copas, más metidos en la media tarde. Eso sí, en el Arenal no faltaban los cientos de jóvenes relaciones públicas que te ofrecían cervezas gratis para intentar atraer clientela. Cada año son más estos jóvenes que se han convertido en parte de la estampa del Real. De la misma forma, el primer fin de semana de Feria fue el que aprovecharon varias pandillas de amigos para celebrar despedidas de soltero, inconfundibles por su singularidad y estruendo, para el que no dudaban en utilizar silbatos o megáfono para hacerse oír por todo el recinto ferial.

Recepción en el Ayuntamiento

Ya por la noche sería el tiempo de la copa de vino que ofreció el Ayuntamiento de Córdoba a las 22.00 horas, en la remodelada caseta «El Consistorio», y que tuvo como anfitrión al alcalde José Antonio Nieto, junto con una nutrida representación del resto de la Corporación municipal. De ahí el alcalde se trasladó hasta la portada de la Feria, —que sigue siendo la más alta de Andalucía (140 metros)—, donde tuvo lugar el tradicional encendido del alumbrado, seguido de un despliegue de fuegos artificiales que se podían observar desde cualquier punto de la ciudad.

Sin duda, a primera vista, parece que uno de los grandes éxitos de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de este año, además, de la cuidada estética de todas las casetas, es el pequeño formato de las casetas, de no más de 200 metros cuadrados, que ha cuajado entre los demandantes de casetas y ha permitido que la ocupación se haya incrementado en un 25 por ciento.

  • Compartir

publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:
Lo último...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.