Del ataque a la defensa. El técnico del Córdoba, Paco Jémez, cambió ayer el rumbo de su discurso contra el entorno (prensa y afición). Y no sólo en esa dirección. También confirmó, pese al entrenamiento a puerta cerrada, que habrá un giro de timón en la alineación, más allá de las bajas obligadas. El motivo: quiere que el equipo vuelva a tener la seguridad defensiva de hace meses.
Jémez habló de más cambios de rumbo. En este caso, de los horarios (dos viernes seguidos). A su juicio, jugar antes que sus rivales beneficia a su equipo, por la presión que le permite meter al resto de aspirantes al «play off». Eso sí, arreó con fuerza a la patronal por autorizar que se jueguen los siete últimos partidos de Liga en sólo un mes (del 4 de mayo al 3 de junio), porque entiende que esta decisión beneficia a los clubes grandes y con amplias plantillas.
También hubo dos motivos de alegría en su intervención. Otro cambio de rumbo del malhumor de la última semana al buen carácter de toda la temporada. Primero, Jémez se congratuló de otro golpe de timón. El de un par de sus jugadores más importantes: Charles y Borja García, que recuperaron gol y sensaciones en el último encuentro. Además, el técnico guarda buenos recuerdos de su última visita a El Collao. Allí logró el ascenso a Segunda con el Cartagena.
Ayuda
Jémez justificó sus artes al estilo Mourinho de la última semana. «Este equipo no tiene presión y quería que no se le metiera, ya que para un año que no la tenemos no parece lógico que nos la metamos nosotros». Para él, «entiendo las críticas, pero esta semana he conseguido mi objetivo: me habéis arreado a mí todo lo que habéis querido, pero no se ha hablado del equipo».
El técnico giró 180 grados su discurso. «Lo único que pido», dijo, es «ayuda», para «quitar presión» a su plantilla, porque «entiendo que se exponga la realidad del equipo», pero estimó que «se han generado más dudas de las que se deberían».
Y de la realidad, la mala racha a domicilio, habló esta vez con sinceridad. «Sabemos que nuestros números no son buenos fuera de casa, pero salvo en Barcelona, Almería y Guadalajara, no tengo queja del rendimiento del equipo a domicilio», aunque reconoció que «no hemos rentabilizado en puntos ese rendimiento, y tenemos que hacerlo más».
Además de quitar presión al vestuario, Jémez quiere pasar esa tensión a los rivales. «Me encanta jugar los viernes, y ojalá sea así de aquí al final de temporada, porque si hacemos bien las cosas podemos presionar a los rivales». Ahora, el objetivo es «restarle puntos a los que están arriba».
Menos contento está con disputar los 7 partidos que quedan en 30 días. «No entiendo esta decisión, porque esto sólo beneficia a los equipos más grandes y que tienen plantillas más amplias, donde entra uno y sale otro y no se nota en el rendimiento».
Jémez tendrá que hacer muchas novedades mañana (21 horas, GolT y Canal+ Liga) ante el Alcoyano. Alberto García, Javi Hervás, Caballero (que ha recaído), Airam y Quero son baja. Además, Gaspar, con molestias en la rodilla, es duda. El técnico lanzó un mensaje duro al equipo. «Tenemos que recuperar la seguridad defensiva; no podemos desangrarnos por donde somos mejores», aseguró. «No puede haber fallos de concentración, eso les costará jugar o ir a la grada».
Jémez mostró su felicidad por el buen partido y los goles de Charles y Borja, que podrían marcar una inflexión en su trayectoria. «Que marquen es muy importante para ellos y para el equipo, y ojalá sea el inicio de otra oleada de goles».
¿Interés del Sporting?
Jémez apuntó que «tengo muy buenos recuerdos» de El Collao, donde logró el ascenso a Segunda con el Cartagena. Aunque reconoció que su dificultad es más un mito (tercer peor local de la categoría) que un estadio peligroso. «Es campo en el que se puede jugar», concluyó.
Por otra parte, en el programa nacional «Tiempo de Juego», de Cope, aseguraron que el Sporting, que bajará a Segunda, está interesado en contratar a Jémez, quien hará oficial su renovación con el Córdoba por dos años tras la Junta del concurso.