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<div class="marca">Sigue mostrando una retrasada cabina. Su reparto de pesos entre ejes es casi perfecto.</div> <div class="autor"> </div>
BMW

Dodge Viper, todo nervio

El Salón de Nueva York ha sido el espacio escogido por la firma estadounidense para dar a conocer la nueva generación de un deportivo espectacular que, ahora más que nunca, busca rivalizar con pesos pesados de Aston Martin y Ferrari, entre otros.

e.c.
madrid Actualizado: Guardar
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A estas alturas, Viper es una denominación incluso por encima de la propia marca, que no es otra que la americana Dodge. Este brutal súper deportivo nació en 1991 como contrapunto al Chevrolet Corvette, pero también, y aún con una calidad y una prestancia inferiores, a las propuestas más contundentes de Aston Martin, Ferrari o Porsche. De hecho, en variante de carreras se ha demostrado contumaz, duro y fiable, muy competitivo en las categorías donde se ha batido.

Ahora, y al hilo del Salón de Nueva York, Dodge ha dado a conocer la nueva generación (la quinta), con un diseño coupé biplaza totalmente distinto, como de costumbre repleto de agresivos rasgos, más aerodinámico (Cd de 0,364) y sustentado sobre un chasis un 50% más rígido.

Al respecto, equipa suspensión electrónica Bilstein DampTronic Select de doble ajuste en la versión tope de gama GTS (la básica se denomina SRT). El coche opta por cubiertas Pirelli P Zero, o bien Pirelli P Zero Corsa en opción, unas y otras compatibles con llantas de cinco o seis brazos (a elegir). Hay, además, una nueva cruz en «X» bajo el capó y sobre el motor que refuerza las torretas de la suspensión.

El corazón de esta «bestia», que equilibramasas suspendidas entre ejes de forma casi ideal, responde a la última evolución del poderoso y gigantesco bloque aspirado de aluminio (al principio procedía de un propulsor de camión), dispuesto en posición central delantera longitudinal. Un 8.4 V10 (con árbol de levas en cabeza) de 640 CV/813 Nm, aligerado y robustecido a partir de pistones forjados, mariposa de admisión fabricada en composite, válvulas de escape reforzadas con sodio, volante motor de aluminio (atenúa vibración) y nuevo convertidor catalítico para reducir la presión de retorno. Se asocia a un cambio de marchas manual Tremec 6060, de seis relaciones.

Hablando de la carrocería, ahorra unos 45 kg fruto de sus numerosos componentes cristalizados en fibra de carbono (como el capó, con una nueva apertura frontal, y el techo, éste con el clásico abultamiento lateral doble). Tampoco falta abundancia de aluminio. Los faros, por cierto, son bixenón, y agregan diodos luminosos LED para la función diurna (entre todos generan un efecto estético tridimensional), mientras que los abultados escapes se mantienen en los flancos, justo por delante de los pasos de rueda traseros.

El nuevo Viper disfruta de función de máxima aceleración desde parado Launch Control, activable desde un mando en el volante. El interior presenta un tratamiento más cuidado que nunca, habitual debilidad de la saga. Ahora la piel cubre casi todo el entono, comenzando por sus deportivos asientos tipo báquet firmados por Sabelt (presentan una ligera estructura de kevlar y fibra de vidrio). Van situados 20 mm más cerca del suelo que en Viper anteriores, ofrecen una regulación longitudinal 90 mm superior y, por primera vez, son ajustables en altura 40 mm (manualmente en el SRT y eléctricamente en el Viper GTS).

También la instrumentación, presidida por un gran display digital de 7 pulgadas a color, es totalmente nueva; se puede configurar para mostrar distintos parámetros de circulación desde un mando sobre el volante. Audio Harman Kardon (en diferentes modelos, incluso Logic 7 con 18 altavoces y cuatro subwoofers), conectividad inalámbrica Uconnect o navegación SiriusXM Traffic están ahora al alcance del nuevo modelo.

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