Otro mes y otro dato aún mucho peor de paro para la provincia, por increíble que parezca. Córdoba cerró marzo con 94.046 desempleados, una marca histórica. La enésima subida de esta lacra socioeconómica vino empujada por todos los sectores, pero, especialmente, por la agricultura y la construcción.
El número de inscritos en las listas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) supone un nuevo récord desde que hay guarismos comparables (1996). Y la provincia se está acostumbrado a batir hitos astronómicos en esta materia. Febrero ya dinamitó con creces la barrera simbólica de las 90.000 personas sin trabajo y en marzo la cifra de parados llegó aún más lejos, hasta los citados 94.046. En concreto, son 2.647 más que un mes antes, lo que supone un aumento del 2,9%. Esta subida convirtió a Córdoba en la tercera provincia del país con mayor estirón. En su contra juega que en las fechas analizadas engorda el paro agrícola, un área de actividad muy potente por estos lares, a diferencia de otros territorios del país donde es minoritaria.
Seguridad Social, mal
De todas formas, al incremento contribuyeron todos los sectores. Sí es cierto que las mayores subidas cuantitativas y porcentuales se dieron en la construcción y en el campo. En el ladrillo, se contabilizaron 715 personas más sin trabajo, lo que implica una subida mensual del 4,6%. Además de su paralización tanto en el segmento residencial como en el de la obra pública —los recortes de las Administraciones se dejan sentir mucho—, debe estar influyendo en él el trasvase de trabajadores que tiene establecido con la agricultura. De forma, que haya personas que, al acabar las grandes campañas, estén regresando a empleos del ladrillo, por muy eventuales que sean.
En cuanto al campo, sumó 541 personas más sin trabajo respecto a febrero. Es decir, el incremento fue del 9,1%. El final prácticamente definitivo de las dos grandes campañas de la provincia —la del olivar, sobre todo ésta es la que genera más empleo, y la de los cítricos— se halla tras el alza.
Igualmente, hubo incremento en servicios, con 482 inscritos más en las listas del SAE. Hay que recordar que las cifras de paro son a fecha del último día de mes. Por lo tanto, el impacto a 31 de marzo de las contrataciones para la Semana Santa y el inicio de la temporada alta turística aún no se apreció. Habrá que estar atentos a la evolución del empleo en este sector en el presente mes, que es clave para este área de actividad.
También hay que reseñar que el colectivo de personas sin trabajo anterior sufrió un «estirón» considerable, con 586 parados más. Alcanzó los 14.370 ciudadanos. Es un claro síntoma de la cantidad de cordobeses que, acuciados por el impacto de la crisis, se lanzan por primera vez al mercado laboral en busca de ingresos que llevar a casa. Baste reseñar que, según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el último trimestre de 2011 había en la provincia 39.400 hogares donde ninguno de sus miembros tenía empleo.
Echar la vista atrás es aún peor. Córdoba suma 12.592 personas más afectadas por esta lacra que en marzo de 2011. Eso se traduce en un incremento del 15,5%. Supera al registrado en Andalucía (11,1%) y España (9,6%). Y este aumento se produce después de que la provincia sume ya cuatro ejercicios seguidos saldados con el desempleo engordando. Sólo hay que recordar que en marzo de 2008, cuando la recesión estaba empezando a desatarse, en Córdoba había 51.427 inscritos en las listas del SAE. Son 42.619 menos que ahora.
La contratación el pasado mes encajó en la mala tendencia del mercado laboral, con caídas generalizadas tanto respecto a febrero como interanuales. Sólo se libraron las vinculaciones indefinidas: alza mensual del 64%, aunque siguen siendo una minoría. Supusieron tres de cada cien.
Y en la Seguridad Social, tónica idéntica. En marzo, la media de afiliados fue de 284.357. Son 2.774 menos que en febrero —caída del 1%—. Además, esa cifra supone un retroceso interanual del 2,5%, ya que en marzo de 2011 había 7.176 ocupados más.