Como si fuese un matemático que tiene que resolver una ecuación y debe despejar incógnitas. Así esperan los creadores contemporáneos cordobeses esta tarde al consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, cuando venga a inaugurar el nuevo Espacio Andaluz de Creación Contemporánea. El hasta ahora conocido como C4 cambia de denominación para el momento en que la Administración autonómica lo viste de largo, aunque no sea, como dicen los autores, «un contenedor vacío», porque sigue ignorándose todo sobre su funcionamiento.
Como ocurrió en la presentación del proyecto original, hace casi cinco años, los artistas plásticos están invitados a la ceremonia que esta tarde se llevará a cabo en Miraflores, aunque lo harán con una actitud que será menos de celebración que de cuestionamiento. El pintor Jacinto Lara, por ejemplo, es quien acuñó la frase de «contenedor vacío» para hablar del monumental edificio de Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, que «no se puede inaugurar, porque no hay nada». «Esperemos que por lo menos sepamos de qué va cuando lo veamos», afirmó el autor.
La última noticia sobre su futuro la dio el propio Paulino Plata hace más de un año, cuando visitó las obras en Miraflores, y aseguró que al mismo tiempo que la construcción se llevaba a cabo, comenzaría a definirse el contenido e incluso a perfilarse una de las piezas más importantes de su funcionamiento: el director.
Las convocatorias públicas han dado de lado de forma sistemática al proyecto estrella de la Consejería de Cultura para Córdoba y no han anunciado ninguna oferta ni concurso para quienes tendrán que gestionarlo. Desde entonces no se ha sabido nada, aunque el Espacio Andaluz de Creación Contemporánea incluso formó parte de la visita que los miembros del jurado de la Capital Europea de la Cultura realizaron a la ciudad a principios de junio. Quien más contundente se mostró fue el artista multidisciplinar Tete Álvarez, uno de los que, por la temática y el carácter de su obra, puede tener más relación con el futuro centro.
«Espero que se despejen todas las incógnitas que existen desde que este proyecto arrancó», afirmó el autor, que ha seguido de cerca todo el proceso.
En un primer momento, hacia el año 2005, la Junta de Andalucía sí que contó con los artistas a la hora de definir la idea. «Participamos en el proceso que sirvió de base para el proyecto», contó Álvarez al hablar del trabajo previo al concurso de ideas. Allí se comenzó a definir el bosquejo antes de que los arquitectos presentaran sus proyectos en el concurso internacional que se convocó. Tete Álvarez confesó que acude con la esperanza de que la Administración autonómica dé a conocer sus planes para el centro. «La Consejería parece que ha decidido silenciar qué se va a hacer allí», cuenta el autor, que hace un recorrido por los últimos pasos que se han dado, no siempre en firme. Así, recordó cómo Paulino Plata avanzó primero la idea de contratar a un director, «pero luego, recordando el Código de Buenas Prácticas», terminó por no hacerlo.
Un equipo de trabajo
Ahora se espera que «diga qué se va a hacer y cómo se va a dotar», e incluso tiene dudas sobre la cantidad de trabajo que habrá que afrontar hasta el momento en que el Espacio Andaluz de Creación Contemporánea abra sus puertas y comience a funcionar. «Han pasado bastantes años, no sé cómo han podido tardar tanto. Lo ideal es que ya se hubiera nombrado a un equipo que trabajara para definir el contenido del centro», insistió el autor. Otros, como Miguel Gómez Losada, se han confesado a la expectativa aunque también «in albis» ante el contenido del edificio que hoy recorrerán sus promotores. Mientras tanto, el consejero de Cultura sólo ha aclarado lo que el futurista edificio de Miraflores no será. Así, es seguro que, según su criterio, no tendrá nada de museo albergará ninguna obra de la colección Circa XX, aunque su propietaria, Pilar Citoler, haya dicho que sería el mejor espacio de la ciudad mientras no se construya la nueva sede del Bellas Artes en el Campo de la Verdad.
