El sacerdote cordobés fue el creador de la primera Cabalgata de Reyes Magos en la ciudad, que se organizó el 5 de enero del año 1925
Día 02/01/2012 - 11.12h
Se han cumplido 125 años del nacimiento en Córdoba del sacerdote Carlos Romero Berral, creador de la primera Cabalgata de Reyes Magos en la ciudad, realizada el 5 de enero de 1925, siendo además el gran responsable de su consolidación posterior.
Carlos Romero nació el 21 de diciembre de 1886. Estudió en el Seminario de San Pelagio y tras ser ordenado, ocupó varios destinos hasta que a principios de los años veinte llegó a la parroquia cordobesa de San Francisco y San Eulogio, compaginando el puesto de párroco con el de profesor de pedagogía catequética en el Seminario
En San Francisco estableció el movimiento de Acción Católica y fundó las Escuelas del Ave María, guiado por los métodos pedagógicos del padre Manjón en Granada. El objetivo era acoger a los niños más necesitados de la feligresía, atendiéndoles en sus necesidades más perentorias. Las Escuelas llegaron a albergar más de doscientos escolares y allí nació la idea de la Cabalgata de Reyes de Magos, como contaba Carlos Romero en la prensa de la época:
«En 1924, unos niños de la Escuelas me contaban que iban con su abuelito al Puente Romano para ver si venían los Reyes Magos. El abuelo preguntaba al hombre del fielato de consumos: Dígame amigo ¿Pasarán pronto los Reyes? Y el del fielato contestaba: Sí que pasarán, pero sólo para los niños buenos y que se acuesten temprano. Entonces, pensé yo que podían venir los Reyes Magos de verdad, entrar por el puente y traer juguetes a los niños de las Escuelas».
Al llegar 1925 puso en práctica la idea. Ese primer año, el recorrido se hizo por las calles del barrio, partiendo de la Posada del Potro y parando en la Ermita de la Aurora donde estaba instalado un portal de Belén, donde Sus Majestades adoraron al Niño Jesús. Continuaron el recorrido subiendo hasta el Ayuntamiento para volver por la calle Armas, donde estaban las Escuelas del Ave María, realizándose allí la entrega de juguetes a 214 niños.
Resultó un gran éxito por el apoyo recibido de muchos cordobeses, con aportaciones en juguetes y en donativos. Romero Berral recibió también el respaldo del alcalde, José Cruz Conde. La Cabalgata la abrían batidores de a caballo de la Guardia Municipal, seguidos de la banda de clarines del Regimiento de Artillería, un heraldo que portaba una dalmática con los escudos de Córdoba y España, otro conducía una farola con luz eléctrica que representaba la Estrella de Oriente y seguían los niños de la Escuelas con ramos de monte simulando un bosque por donde marchaban los Reyes.
Los Reyes iban vestidos de lujosos trajes orientales y montados en caballos conducidos por pajes. A ambos lados discurrían muchachos con túnicas portando grandes hachones. Detrás de la comitiva iba una gran carreta, donde estaban los juguetes, tirada por dos bueyes. El cortejo era cerrado por la banda de cornetas y tambores de las Escuelas del Ave María.
Salió tan bien que en 1926 las autoridades invitaron a Carlos Romero a hacerla extensiva a los niños de la Casa Cuna (hoy Palacio de Congresos) y al Hospicio (hoy Diputación). Los Reyes Magos partieron de la Plaza del Potro, pasaron por el Belén de la Aurora, por el Ayuntamiento, por la calle Alfaros y en la plaza de Colón fueron recibidos en el patio del Hospicio por los gobernadores civil y militar y por el presidente de la Diputación. Con un gran gentío en las calles, a continuación marcharon hacia el barrio de la Catedral, a la Casa Cuna siendo recibidos por el alcalde.
Hasta 1944 Carlos Romero siguió organizando la Cabalgata. En 1935, respetado y estimado por todos los sectores de la sociedad cordobesa, fue reconocido por el Ayuntamiento como Hijo Predilecto de la Ciudad. Falleció en 1945 en la más absoluta sencillez, siendo acogida su hermana en las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Córdoba le dedicó una calle, Don Carlos Romero, en el barrio de la Viñuela.
