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Los accidentes de autobuses escolares revelan el subdesarrollo de la China rural

En el último mes han muerto más de 30 niños que iban a clase hacinados en autocares de nueve plazas donde viajaban hasta 60 pasajeros

Los accidentes de autobuses escolares revelan el subdesarrollo de la China rural ap

PABLO M. DÍEZ

Hacinados como si fueran animales camino del matadero, 62 pasajeros se apretujan en un destartalado autobús con nueve asientos. Como en los países más pobres de África, así van al colegio muchos niños en China, donde una trágica cadena de accidentes está revelando la falta de seguridad de los transportes escolares , sobre todo en el atrasado mundo rural.

El lunes murieron 15 estudiantes de entre 6 y 14 años al caer a una zanja su autocar cerca de Xuzhou, en la provincia oriental de Jiangsu. Aunque la agencia estatal de noticias Xinhua informó de que 29 pasajeros viajaban en el vehículo, con capacidad para 52 plazas, otros medios chinos aseguran que iba lleno hasta los topes. Según explicó al periódico “Noticias de Pekín” Li Kailong, superviviente de 12 años, el autocar llevaba 70 personas a bordo cuando salió de la escuela y sólo dos se bajaron antes del siniestro , que tuvo lugar cuando el conductor –detenido por la Policía– se salió de la carretera al intentar evitar a un triciclo. Tal y como informa la agencia AP, uno de los vecinos que ayudó en el rescate de los heridos, Zhang Yunhe, también declaró al citado diario que “en el autobús había más de 60 niños”.

Este accidente tiene lugar casi un mes después del que costó la vida a 19 menores y dos adultos en la provincia occidental de Gansu. Todos ellos fallecieron cuando una pequeña furgoneta escolar, que tenía sólo 9 asientos pero transportaba 62 estudiantes, chocó frontalmente contra un camión.

El escándalo provocado por dicho siniestro ha revelado el subdesarrollo de la China rural , donde las escuelas sufren una falta crónica de fondos y los padres se ven incluso obligados a alquilar autocares privados para que sus hijos vayan a clase. Aunque el coloso oriental es, en términos brutos, la segunda potencia económica tras Estados Unidos, su Producto Interior Bruto (PIB) per cápita se sitúa en el puesto número 100 en una lista de casi 200 países, a la altura de Albania, Argelia, Angola o El Salvador.

Presionado por la opinión pública, el régimen de Pekín ha prometido mejorar la seguridad de los peligrosos transportes escolares. El primer ministro, Wen Jiabao, ha anunciado la instauración dentro de un mes de nuevas medidas para los autobuses de los colegios , que deberán limitar la velocidad y no podrán ser adelantados por otros vehículos cuando los pasajeros embarquen o desembarquen en sus paradas. Lejos de financiar este refuerzo de la seguridad, que deberá correr a cargo de las administraciones locales, el Gobierno rechazó destinar el año pasado a los autobuses escolares unos subsidios de 450.000 millones de yuanes (54.249 millones de euros) por su elevado coste, ya que suponía un tercio del presupuesto total en educación.

El ministro del ramo, Yuan Guiren, ya ha puesto en marcha una revisión de este tipo de transportes pero, según el periódico “China Daily”, sólo el 10 por ciento de los 285.000 autocares escolares cumplieron los estándares de seguridad el año pasado. En vez de ir a clase para aprender y labrarse un porvernir, parece que los alumnos chinos se apretujan directamente camino del matadero.

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