El Hierro sufre dos seísmos de 3,9 grados en menos de seis horas
Los científicos apuntan la posibilidad de una nueva erupción, ahora al norte de la isla
Cuando la isla se reponía del susto de la mañana, tuvo lugar la segunda de las sacudidas del día. De modo que la de ayer en El Hierro fue de nuevo una jornada de incertidumbre, y son ya muchas desde que los temblores de tierra y las erupciones alterasen la tranquilidad de la población. Poco antes de las ocho de la mañana y apenas cinco minutos después de la una de la tarde, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) detectaba dos seísmos —ambos de 3,9 grados de magnitud— frente a la costa del municipio de La Frontera y a 22 kilómetros de profundidad. Es decir, al norte de la isla y, por tanto, en una zona opuesta al lugar —en las proximidades de la localidad sureña de La Restinga— desde donde hace semanas emerge el magma que tiñó de verde las aguas herreñas.
En menos de seis horas, la isla experimentó los dos mayores terremotos desde que comenzase la erupción submarina que obligó a evacuar al medio millar de vecinos de La Restinga. Antes ya había sufrido uno de 4,3, el más grande de los registrados durante toda la crisis. Ello disparó los comentarios sobre la posibilidad de una nueva erupción, ahora al norte de la isla, un extremo que no descartan los científicos, como avanzó el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Juan Santana. De hecho Santana, en declaraciones a Efe, afirmó que «no se descarta nada»: ni que los seísmos remitan ni tampoco que ocurra esa segunda erupción, que, eso sí, sería también submarina.
En cuanto al incremento de los seísmos en los últimos días, Santana afirmó que los científicos no descartan que se puedan deber a un asentamiento de las placas tectónicas tras la erupción del pasado 10 de octubre, ya que el aumento de los temblores no ha ido acompañado de parámetros como la deformación del terreno. Destacan además que la profundidad donde están siendo localizados —entre 23 y 26 kilómetros— es aún considerable. Con todo, indicó Santana, habrá que esperar a los próximos días.
Por el momento, y pese al aumento del número e intensidad de los terremotos en los últimos días, las autoridades —integradas en el Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca)— no han decidido cambiar los niveles de alerta, que continúan en amarillo para la isla y en rojo para el núcleo de La Restinga. Sin embargo, sí cabe la posibilidad de que el túnel de Los Roquillos —que une la capital, Valverde, con Frontera y cuyo cierre provocó incluso manifestaciones de protesta— se clausure de nuevo. La medida obligaría otra vez a transitar por la carretera de la cumbre y dificultaría la distribución de las mercancías que llegan al puerto de La Estaca, en Valverde, motivo fundamental de unas movilizaciones a las que, hace apenas un par de semanas, se sumó incluso el presidente del cabildo insular, el socialista Alpidio Armas.
Más de 60 terremotos
No en vano el número de temblores de tierra sigue creciendo. Ayer, las llamadas de alerta de los herreños llegaron al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias desde los pueblos de Isora, Guarazoca y El Mocanal, en Valverde, y Tigaday, en Frontera. El epicentro de todos los temblores de tierra, a excepción de uno localizado al oeste del municipio de El Pinar —al que pertenece La Restinga—, está en el mar, a entre diez y doce kilómetros de la costa de Frontera y a unos 20-25 kilómetros de profundidad.
Respecto del estado de la erupción submarina al sur de la isla, que ha dejado al Mar de las Calmas sin su característico color azul brillante, la novedad está precisamente en la mancha verdosa, que ha alcanzado ya las aguas del valle de El Golfo, en el que descansa el municipio de Frontera. La Dirección de Salud Pública del Ejecutivo autonómico ha recomendado no bañarse en las zonas afectadas hasta que los científicos lo aconsejen.
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