Un sondeo de CSIF refleja que el programa de gratuidad de la Junta dificulta el aprendizaje
El programa de gratuidad de libros de texto en Primaria y Secundaria, puesto en marcha por la Consejería de Educación en 2005, no supone una aportación a la mejora de la enseñanza. Así opinan tres de cada cuatro docentes de la provincia, según un estudio realizado por el sindicato de Enseñanza de CSIF hecho público ayer. El análisis refleja la respuesta de más de mil docentes andaluces, 470 de ellos cordobeses, que analizan los pros y contra del conocido como «cheque libro». «Todos los años, al comienzo y final de curso, el profesorado nos traslada sus quejas sobre la carga burocrática que les supone este programa. Por eso quisimos estudiar a fondo la opinión de los docentes sobre esta medida», explica la presidenta de Enseñanza de CSIF, Elena García.
Para este sindicato, las consideraciones de los profesores sobre el programa «demuestran su sentido común, estableciendo una línea clara entre lo adecuado y lo propagandístico, entre lo razonable y lo que, sencillamente, no responde a criterios sostenibles en el entorno escolar».
El profesorado cree, además, que el sistema de gratuidad es perjudicial desde un punto de vista metodológico. El 72 por ciento considera que impide a los alumnos la realización de técnicas básicas de estudio como el subrayado o las anotaciones. «Se demuestra el estrecho corsé que supone el establecimiento del cheque libro en general, restando recursos didácticos, entorpeciendo la labor docente y perjudicando el proceso de aprendizaje», indican las conclusiones.
Además, el análisis determina que el plan ha incrementado la carga de trabajo del profesorado, que debe estar pendiente de la gestión del mismo así como del correcto uso de los manuales por parte de los alumnos, que deben devolver los libros al centro cuando termina el curso. Un 70 por ciento de los docentes dice que la medida les ha generado más trabajo, un 20% considera que no y el 10% restante no contesta. En cuanto a la carga burocrática, el 35 por ciento afirma haber tenido problemas con los padres de sus alumnos debido al programa de gratuidad. La encuesta concluye que el 72 por ciento de los profesores prefiere el anterior sistema de becas al de gratuidad, frente a un 20 por ciento que defiende el actual.





