Córdoba volvió en 2010 a estar a la cola de las ciudades turísticas españolas en materia de estancia media e, incluso, experimentó un ligero descenso del 0,6 por ciento respecto del año anterior, según datos del INE. Así, con 1,59 pernoctaciones de media, la ciudad califal quedó en el puesto 85 de las 94 que controla el organismo oficial de estadísticas, teniendo por debajo únicamente a Albacete (1,57), Mérida (1,48), Burgos (1,57), Lleida (1,51), Ronda (1,55), Toledo (1,55), Benavente (1,37) y Zamora (1,57).
El dato, aunque malo, no deja de suponer una ligera escalada respecto a temporadas anteriores, cuando llegó a estar la cuarta por debajo en 2006, aunque eso también se puede explicar en el hecho de que sus más inmediatas rivales han hecho peor caja todavía que Córdoba.
En comparación con las que copan los primeros puestos las cifras cordobesas son casi ridículas. Así la primera de esas localidades es Pájara, en las Islas Canarias, con 8,96 días de media; le sigue Sant Llorenç des Cardassar, en las Islas Baleares, con 7,92 días; Tías, en Las Canarias, con 7,77 días; Arona, en Tenerife, con 7,62 días; la también tinerfeña Adeje, con 7,48 días; Calviá, ubicada en el archipiélago balear, con 7,18 días; Capdepera, igualmente balear, con 6,98 días, o Puerto de la Cruz, en Tenerife, con 6,91 días. Todas ellas cuentan con la ventaja de acaparar el turismo de sol y playa, que siempre es sinónimo de una mayor estancia media.
Focalizando en Andalucía estas cifras, las dos grandes rivales de la ciudad cordobesa en materia de turismo cultural —Sevilla y Granada— también la superan, con 1,87 y 1,81, respectivamente, pero no son las únicas. Almería llega a los 2,09, Mojácar se queda con 3,95, Cádiz tiene 1,86 o Cazorla cuenta con 2,48 estancias medias, por poner solo algunos ejemplos. De hecho, únicamente la malagueña Ronda, como se ha comentado anteriormente, está por debajo.
Por contra, el número de turistas que hacen noche en hoteles u hostales en Córdoba llegan a los 692.6828, lo que supone copar el puesto 16 de esas 94 urbes turísticas españolas, mientras que en materia de pernoctaciones puras y duras, la ciudad cordobesa se queda en el puesto 31, con 1.101.305.
Curiosamente, en proporción, ese número de turistas que terminan durmiendo en Córdoba cunden más que los que lo hacen en Sevilla o en Granada, ya que en ambos casos las cifras son millonarias —casi 1,8 millones y más de 1,4 millones, respectivamente—, aunque la estancia media sigue sin llegar en esas urbes a los 2 días.
Necesidad de algo más
El caso cordobés, no obstante, es el que preocupa al sector de la hostelería de Córdoba, que es consciente de que la «puesta en valor del patrimonio cultural sirve para que la media de pernoctaciones se mantenga y no vaya en retroceso, aunque hace falta algo más».
De este modo, el responsable de restauración de Hostecor, Alberto Rosales, hacía alusión al espectáculo «El alma de Córdoba» de la Mezquita-Catedral, que lleva en marcha desde octubre pasado, con dos pases de 80 personas cada uno «que se llenan» y que a partir del 1 de abril parece que abrirá todos los días, salvo los domingos, así como el de luz y sonido del Alcázar, que ayer mismo tuvo su sesión inaugural, o los espectáculos ecuestres de Caballerizas Reales.
«¿Son suficientes? Creo que va a ser un granito de arena importante, porque realmente en Córdoba no hay nada especial que hacer por la noche y nuestra única opción es competir diferenciándonos del resto, y esos espectáculos cumplen esa función, aunque hay que seguir dando más pasos para que la tendencia se invierta y suba», comentó, por su parte, el responsable de hoteles de esa misma asociación, Rafael Fernández.
Ese añadido, que en opinión de ambos hace falta, se refiere, por ejemplo, al impulso del turismo de congresos, que «en Córdoba está hundido», no sólo por la falta de un espacio adecuado hasta que se ponga en marcha el Centro de Congresos de Miraflores, sino también por una «si no mala, al menos extraña gestión» sobre el Córdoba Convention Bureau, que «terminó cerrando por falta de apoyos institucionales, a pesar de que funcionaba bastante bien gracias al trabajo de su gerente, que se movía mucho por congresos y ferias y daba a conocer las posibilidades de esta ciudad a nivel nacional e internacional», explicó Rosales.
Por lo menos, el Consorcio Provincial de Turismo tiene previsto poner de nuevo en marcha el Programa Convention Bureau, con un nuevo gerente, «para intentar recuperar el terreno que hemos perdido en todo ese tiempo de inactividad en este aspecto sobre las ciudades competidoras, y demostrar también a todos los sectores, desde la medicina, hasta la Universidad y también los empresarios, que esta ciudad está capacitada para asumir su papel en materia congresual», abundó.
Otro punto interesante que, según ambos responsables de Hostecor, hay que poner en valor cuanto antes es Medina Azahara. Se trata de un complejo que, a pesar del nuevo centro de interpretación, sigue estando al margen de los grandes tours y que, mediante un buen plan, podría suponer todo un día de estancia para el turista medio.
«Necesitamos que los touroperadores cambien el chip y dejen de ver a Córdoba como una simple ciudad de paso, en donde viendo la Mezquita el visitante se queda satisfecho», consideró Fernández, en alusión a las posibilidades que tiene el entorno de Córdoba, «donde no hay nada explotado en turismo rural y donde se podría poner en marcha un paquete combinado de cultura y naturaleza con la visita a las ruinas de Medina Azahara y comer en alguna parte de la Sierra».
Eso, y, por supuesto, seguir vendiendo «más y mejor por parte de todos, los públicos y los privados, lo que ya tenemos».