Veinte años lleva en la espera la Orquesta de Córdoba para tener una sede propia y todavía tendrá que esperar varios años más para que llegue, si es que lo hace, al menos en la forma actual. Su situación ya es conocida: tiene que ensayar en una zona del Gran Teatro con muy pocas condiciones. Se da la salida del futuro Centro de Congresos, que sigue sin tener fecha para el comienzo de sus obras.
No ha sucedido lo mismo con otras formaciones similares en toda Andalucía, que sí cuentan ya con sedes en las que las distintas Administraciones han invertido en algunos casos sumas bastante altas que repercutirán directamente en ellas. En total, el Gobierno central ha invertido o tiene comprometidos más de 45 millones de euros, mientras que la Junta rebasará los 24 en los mismos proyectos.
El caso de la capital andaluza es paradigmático. La Real Orquesta Sinfónica de Sevilla había ensayado desde sus comienzos en el teatro Apolo, que le servía como sede, pero que pronto comenzó a dar muestras de quedarse pequeño para las necesidades de una formación de gran tamaño y amplitud de miras.
La solución llegó con un fuerte compromiso de las Administraciones: se proyectó una ampliación del Teatro de la Maestranza, el más importante de la región, para que fuera sede de la formación. El compromiso público fue muy generoso y, como en otras ocasiones, fruto de la colaboración de varias entidades. La mitad correspondió al Ministerio de Cultura, que aportó la mitad de los 10,3 millones de euros que costó la obra.
La Junta aportó una cuarta parte, lo que equivale a unos 2,7 millones de euros. El resto se repartió entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Diputación Provincial, que aportaron cada una algo más de 1,3 millones de euros para que fuera realidad este proyecto. Una sala de ensayo, vestuarios para los músicos, cabinas para los profesionales y la sede administrativa de la formación son algunas de las mejoras que la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla disfruta desde el año 2007, aunque la ampliación se aprovechó además para mejorar las características del Teatro de la Maestranza, sobre todo en los montajes.
Tampoco la Orquesta Filarmónica de Málaga se puede quejar del compromiso de sus Administraciones. Como sucede con las de Sevilla y Córdoba, es fruto de un consorcio entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de la ciudad y tiene el carácter de sinfónica, con lo que está por encima del centenar de intérpretes. Desde sus comienzos hace dos décadas, se instaló en un antiguo teatro, que funcionaba como local de ensayos y como sede administrativa, pero que no costaba nada a la formación, algo que no sucede con el Gran Teatro de Córdoba.
Larga gestación
La situación cambiará a partir de ahora, porque va a construirse el nuevo Auditorio de Málaga, que entre otros usos será sede de esta formación sinfónica. El proyecto de ejecución está a punto de culminarse y los planes pasan por empezar las obras antes de que termine el año. Se trata de una construcción de gran capacidad, que se situará en las proximidades del Puerto de Málaga.
Sus cifras son de gran magnitud: el presupuesto es de 82 millones de euros, de los que el Ayuntamiento sólo tendrá que aportar un 25 por ciento, es decir 20,5. Será la misma cantidad que ponga la Junta de Andalucía. Los 41 millones restantes corresponderán al Gobierno central, que lo hará a través de dos departamentos distintos: el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Fomento, propietario de los suelos en los que se levantará el Auditorio, que verá la luz entre los últimos meses de 2014 o los primeros de 2015, aunque tras una gestación de más de una década.
La Orquesta Ciudad de Granada, que sí tiene un número de músicos parecido a los que están en Córdoba, tiene su sede desde su fundación en el Auditorio Manuel de Falla, donde dispone de todo lo necesario para los ensayos y para el desarrollo de su actividad. Funciona mediante un convenio entre este centro y la propia formación, por el que se le cede el uso a cambio de una serie de conciertos.
