El Ayuntamiento de Lucena contempla con cierta preocupación la paralización de las obras del auditorio municipal. Mientras que en las otras dos actuaciones paradas esta semana —las del casco histórico y la de los accesos al centro sociosanitario— se trata de un desacuerdo entre las empresas adjudicatarias y la subcontrata, en el caso del auditorio municipal el problema radica en que la firma que ejecuta las obras, Imaga, ha presentado ante el juzgado la solicitud para entrar en concurso de acreedores.
El concejal de Obras, José Cantizani, explicó ayer que, tras la reunión mantenida el jueves con el representante regional de Imaga, se han planteado escenarios muy diferentes. El Ayuntamiento ha pagado ya a Imaga 384.259 euros, correspondientes a las cuatro primeras certificaciones de obra, pero ha retenido el pago de otras dos, por valor de 289.716 euros, con las que ha propuesto a la constructora hacer frente a las deudas de ésta con trabajadores y proveedores.
Además, el Consistorio ha pedido a Imaga que estudie la posibilidad de ceder la obra a otra empresa si persisten las dificultades para continuar los trabajos.
No obstante, Cantizani, explicó que si se acepta el concurso de acreedores, la ley faculta al Ayuntamiento para romper unilateralmente el contrato que le une a Imaga y proceder a una segunda adjudicación de los trabajos. Un excesivo retraso de las obras podría dar lugar a la pérdida de ayudas de la Unión Europea recibidas para su ejecución, que deben acabar en octubre. En la financiación del auditorio participan la UE, a través de fondos Feder, la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento.
Acuerdo
Por otra parte, a mediodía de ayer se cerró un acuerdo entre Ingeconser y la subcontrata Conalgil para el reinicio de las obras del casco histórico. «En este caso —explicó Cantizani— el problema venía derivado del retraso de la primera en efectuar el pago de algunas cantidades a los empleados».
Con respecto a las obras de los accesos al centro sociosanitario, Cantizani señaló que «la actitud de Conalgil es incomprensible, ya que la adjudicataria, Tau Ingeniería, está al día con los pagos», por lo que no entiende por qué la subcontrata granadina no ha pagado a sus trabajadores y lo achaca a una estrategia de presión.
Sobre las incidencias en estas tres importantes obras municipales, el alcalde de Lucena, José Luis Bergillos, aseguró ayer que «hay elementos extraños que están interfiriendo para que estas actuaciones tengan problemas». Bergillos, que no quiso explicar a qué se refería, pidió al Partido Popular «que ante temas como este, reme en el mismo sentido que el equipo de gobierno, ya que son situaciones que perjudican al conjunto del pueblo». Tanto Bergillos como Cantizani reiteraron que el Ayuntamiento no es responsable de esta situación, sino víctima de la misma.
