El retraso, otro más, en el traspaso de poder de Prasa a Signum del Córdoba CF, previsto para ayer, tiene distintos puntos de vista. Desde un vértice, parece una cuestión de falta de confianza palpable entre las partes, que defienden legítimamente sus intereses. Desde otro prisma, apunta a que el comprador sigue sin pagar lo firmado el miércoles ante notario. Pero, el resultado es el mismo en ambos casos: el club, vendido de iure, sigue sin cambiar de manos de facto.
Víctor de Aldama, cabeza visible del grupo comprador, reitera que no quiere aportar materialmente los 3 millones de euros necesarios para restablecer el equilibrio patrimonial que evite la causa de disolución hasta asegurarse el control del club: o entrando en el Consejo como garantía de buen uso del dinero o cuando reciba el sí del Consejo Superior de Deportes y sea dueño del 98,8 por ciento, y pueda adoptar decisiones. Sabe que si el CSD no autoriza la venta, estaría en minoría, con el 25 por ciento, después de haber pagado 3 «kilos».
Grupo Prasa y los dirigentes del Córdoba CF no están dispuestos a cederle los trastos del poder (dimisión del Consejo de Administración incluido, para el nombramiento del nuevo) hasta que el dinero esté en las cuentas del club.
El atasco en el proceso tiene otra cuestión de fondo. ¿Dónde y cómo tienen que pagarse los 3 millones? De Aldama explica que el dinero debe ingresarse en las cuentas del Córdoba y no en las de Grupo Prasa. La constructora admite esa situación, pero no traspasará el poder hasta que ellos verifiquen el ingreso de la cantidad firmada.
Por estos motivos, el Córdoba CF sigue igual, sin hacerse efectivo el traspaso de poder, a pesar de que ayer era el día previsto por unos y otros para certificar materialmente el cambio de dueño (la venta se firmó el pasado miércoles ante notario). Por eso, la mayoría de los actos previstos por el comprador como consecuencia del cambio de manos quedaron paralizados.
Víctor de Aldama, que encabeza el proyecto de Grupo Signum Inversiones, se desplazó ayer por la mañana a Córdoba en su vehículo particular. El empresario llegó a la ciudad sobre las 11 de la mañana. Venía acompañado por Álvaro Roncal, hombre fuerte en los asuntos deportivos —como avanzó este diario el viernes—, Rubén Verdugo, asesor jurídico, y Juan Prado, ejecutivo de las empresas del madrileño. También estaba Manuel Oviedo. De Aldama se reunió durante media hora con José Romero, presidente de Prasa, y Antonio Prieto, vicepresidente del Córdoba, en la sede de Prasa.
El empresario aseguró que entregó el certificado bancario que acreditaba el depósito de los 3 millones de euros que pide el club para realizar el traspaso de la gestión. En el club, sin embargo, sostienen que la llegada del dinero a las cuentas del Córdoba CF aún no se ha producido. Varios dirigentes afirman que De Aldama, simplemente, explicó a Romero los motivos por los que no había llegado el dinero y que éste lo entendió y decidió darle más días para realizar el ingreso. Eso sí, no autorizó ningún cambio en la entidad blanquiverde.
En esta situación, De Aldama salió de la sede de Prasa y regresó a Madrid sin pasar por El Arcángel como tenía previsto. El madrileño ni fue presentado ni pudo reunirse con la plantilla, el entrenador, el director deportivo o los empleados del club. Evidentemente, sin cambio de poder, Signum tampoco desveló el nombre del que pretende que sea el nuevo propietario. De Aldama cuenta con muchas papeletas de serlo si paga.
La lógica, como sucede en cualquier operación, apunta a que mientras no se produzca el pago no se realizará el traspaso de poder. Esa posición defiende Prasa, que mantiene que no ha llegado el ingreso de los tres millones. De Aldama defiende que no quiere ingresar materialmente el dinero sin tener el control del Consejo o, por el contrario, la autorización del CSD de la venta. ¿El motivo? Sin la aprobación, De Aldama sólo tiene el 25 por ciento de la SAD. Si no la autorizara, el madrileño se encontraría en la situación de haber pagado tres millones pero tener sólo el 25 por ciento. De ahí, las lógicas reticencias de una y otra parte. En definitiva, hay que seguir esperando para que se hagan efectivos los cambios.
En cualquier caso, Prieto apuntó que «las acciones están vendidas desde la semana pasada». Respecto al nuevo retraso, señaló que «era previsible» porque «nos han explicado el proceso que tiene que seguir el dinero, que nos parece entendible».
Agus y CSD
Otros dos temas tocó Prieto. La autorización del CSD y el acuerdo de Signum con el Madrid para desbloquear el caso Agus, que permitirá al club realizar fichajes en el mercado invernal. El vicepresidente ratificó, como ayer adelantó ABC, que «lo que nos han contado es que estuvieron ayer con el Madrid y que tenían un preacuerdo».
Sobre la autorización del CSD, comentó que «por la información que nosotros tenemos y lo que nos ha confirmado Víctor De Aldama esta mañana, no va a haber problemas para que dé el ok, aunque otra cosa es la materialización de esa decisión, que no será automática, sino que tardará unos días»
Los pactos de la venta evitan la disolución
.