Málaga, la belleza del sur en 48 horas
La calle del Marqués de Larios recoge todo el señorío de la ciudad costera, con un suelo cubierto de mármol - turismo de málaga
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Málaga, la belleza del sur en 48 horas

Puerto fenicio, polis romana, medina andalusí y hogar de Pablo Picasso, Málaga es historia y arte. Acompañados, eso sí, de un buen vino y pescaíto frito.

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Puerto fenicio, polis romana, medina andalusí y hogar de Pablo Picasso, Málaga es historia y arte. Acompañados, eso sí, de un buen vino y pescaíto frito.

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  1. La calle del Marqués de Larios recoge todo el señorío de la ciudad costera, con un suelo cubierto de mármol
    La calle del Marqués de Larios recoge todo el señorío de la ciudad costera, con un suelo cubierto de mármol - turismo de málaga

    Málaga es famosa por su sol, por sus playas, por el pescaíto frito y por ser la ciudad que vio nacer a Pablo Picasso. Pero pocos saben que los malagueños disfrutan de un museo para cada día del mes, que tienen diez maneras de pedir el café y un centenar de especies diferentes de palmeras.

    Su centro peatonal, enlosado con mármol, mantiene el lujo de este antiguo puerto fenicio, que pasó por el Imperio romano y fue capital cuatro veces de su propio reino como una próspera medina andalusí. Una localidad cargada de historia cuyo puerto, renovado de forma espectacular, recibe a pasajeros de todo el mundo que llegan en cruceros deseosos de conocer una de las principales ciudades del sur de España.

    Fuente: Guía Repsol

  2. Primera mañana, Cita con Picasso

    El Museo Picasso es uno de los puntos más visitados de la ciudad
    El Museo Picasso es uno de los puntos más visitados de la ciudad - francis silva

    10.00 El museo en mayúsculas

    A pesar de que compite con otros 28 museos, el de Picasso es, sin duda, el más llamativo y al que todo el mundo quiere dedicar su primera jornada.

    Cuenta con una colección permanente formada por 233 obras de Picasso, más las 43 cedidas a otras pinacotecas; y con importantes exposiciones temporales que suelen estar vinculadas a la obra del genio malagueño.

    Pero no solo el interior merece una visita. El museo se encuentra en el palacio de Buenavista, un edificio que recoge la belleza de la arquitectura andaluza en el siglo XVI con reminiscencias renacentistas y mudéjares; que ha visto entrar en su interior a más de 350.000 personas cada año, desde su inaguració en 1993, dispuestas a deleitarse con las obras de Picasso. Por ello, es recomendable reservar on line.

    11.30 Una casa llena de arte

    A pocos minutos del Museo Picasso, en la plaza de la Merced, se encuentra la casa en la que nació Pablo Ruiz Picasso. Para llegar a ella, hay que subir por las calles San Agustín y Granada, un camino con una parada obligatoria: Ultramarinos Zoilo. Una tienda de las de antes en las que comprar una buena botella de vino de Málaga o embutidos típicos como caña de lomo o salchichón, con los que incluso puedes hacer un bocadillo in situ.

    Así, con el estómago lleno gracias a un pequeño pincho de media mañana, se puede observar mejor la belleza tanto de la plaza de la Merced como de su número 15, en cuya primera planta nacía. el 25 de octubre de 1881, un genio llamado Pablo.

    En las estancias de la Casa Natal de Picasso aún se pueden ver recuerdos de los primeros años del pintor, así como numerosas obras del artista, incluídos los borradores de «Las señoritas de Avignon». Un hogar que Picasso compartió con su familia, y en la que se nota la gran influencia ejercida por su padre, ayudante de dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Málaga.

    13.00 La Manquita, señora de Málaga

    Toca volver sobre nuestros pasos para bajar toda la calle San Agustín y conocer a la dama y dueña de la ciudad andaluza, la catedral de la Encarnación, a la que los malagueños han apodado de forma cariñosa «La Manquita».

    Y es que, tras más de dos siglos y medio en obras, su torre sur no pudo ser completada. Un hecho que no le resta belleza a la mayor joya arquitectónica de la ciudad, situada en los límites de lo que fue la muralla árabe y que presenta una planta basilical gótica, alzado renacentista y acabados barrocos.

  3. Primera tarde, entre moros y romanos

    Las gradas del Teatro Romano, bajo la sombra de la Alcazaba musulmana
    Las gradas del Teatro Romano, bajo la sombra de la Alcazaba musulmana - turismo de málaga

    14.00 Un Marqués y diez formas de pedir un café

    Málaga no solo es arte. También ofrece una amplia oferta gastronómica, en la que los clásicos son tan indispensables como ofertas más modernas. Por ejemplo, a 150 metros de la catedral está El Chinitas, un restaurante cuyo nombre homenajea al teatrillo o café cantante que hubo hasta 1937 dos calles más arriba, un local conocido por sus espectáculos flamencos, sus escándalos y los versos de Lorca: “En el Café de Chinitas / dijo Paquiro a su hermano: / Soy más valiente que tú, / más torero y más gitano”.

    Un local con mucho arte y mucha historia en el que destaca no solo su decoración, sino también una carta compuesta por los platos más típicos de Málaga, como el ajoblanco con pasas, tortillitas de camarones o fritura malagueña.

    Pero si buscamos una opción menos clásica, a la vuelta de la esquina está el Manzanilla, un bar de tapas crativas en el que la hamburguesa de rabo de toro, la «Burger Bull», se ha convertido en la gran estrella.

    Tras comer, nada como un buen paseo por Marqués de Larios, la calle principal de la ciudad, llena de comercios y entoldada en verano para evitar el calor. Siguiendo el camino de baldosas de mármol se llega hasta la plaza de la Constitución, donde está el centenario Café Central.

    Un local en el que apenas ha pasado el tiempo, guardando aún el ambiente del siglo XIX. Es una de sus paredes donde luce un panel de azulejos que enseña las diez formas posibles de pedir un café, de más a menos cargado, de solo a «no me lo ponga».

    16.00 Teatro Romano

    Por las calles Santa María y Císter se llega en cinco minutos a la de Alcazabilla. Un lugar único en el que confluyen dos culturas, una en lo alto, la Alcazaba, y otra a sus pies, el Teatro Romano.

    Funcionó como tal hasta el siglo III para más tarde convertirse en una cantera en la época mora, y se mantuvo sepultado hasta el año 1951, cuando se descubrió al hacer unas obras. Hoy pueden admirarse la galería de entrada al escenario, la parte de la orchestra o las gradas, donde hace 2000 años los malagueños disfrutaban las obras de Plauto o Terencio.

    18.00 La Alcazaba, vistas privilegiadas

    Y si el teatro es el último vestigio de la época romana, alzando la cabeza podemos ver los restos de una próspera medina andalusí. Se trata de la Alcazaba, la obra militar musulmana más importante conservada en España.

    Levantada de forma estratégica en la falda del monte Gibralfaro, sus entancias y jardines dejan impresionados a los visitantes con su belleza, y es que allí se alojaron desde emires árabes hasta los Reyes Católicos.

    La edificación se ve desde casi toda la ciudad, pero es que además desde sus torres y murallas también se puede disfrutar de una increíble vista de Málaga, especialmente a la hora en la que el sol se pone justo por detrás de la ciudad, cubriéndola de oro.

    20.30 Cenas para todos los gustos

    Si nos cuesta decirle adiós a las vistas, cerca de la Alcazaba está el Restaurante MR1, en la Subida de la coracha. Un lugar ideal para cenar en pareja gracias a la romántica vista de la edificación musulmana iluminada. Si más que romance, lo que apetece es un buen plato de carne, el lugar ideal es La Reserva 12.

    Para aquellos que son más de pescado que de carne, nada como el arroz a la marinera en Los Mellizos. Y si lo que se quiere es algo típico, nada como unos langostinos a la plancha en El Pimpi Florida, uno de los imprecindibles en Málaga. En esta tasca alegre de El Palo, las coplas se mezclan con las risas de los clientes, que la llenan cada noche sin dejar sitio ni para un alfiler.

    22.00 Azotea o butaca

    Las buenas temperaturas malagueñas, y la belleza de la ciudad, ayudan a sentar costumbres como disfrutar de unos mojitos en las azoteas de los hoteles. Las más céntricas y deseadas son las del Room Mate Larios, el AC Málaga Palacio y el Molina.

    Pero que no se preocupen los que tengan miedo a las alturas. También hay copas a pie de calle, y muy buenas, que pueden encontrarse en cualquiera de los establecimientos de la plaza Mitjana.

    Para una tarde-noche cultural, nada como las carteleras del Cine Albéniz y del Teatro Cervantes. Ambos abren sus puertas al Festival de Málaga de Cine Español, que se celebra en abril y es una de las citas más importantes del celudoide patrio; y el segundo además, al Festival Internacional de Jazz, que se celebra cada noviembre.

  4. Segunda mañana, arte hasta en la mesa

    El barrio del Pedrelajeo es uno de los más típicos y conocidos de Málaga, antiguamente residencia de pescadores
    El barrio del Pedrelajeo es uno de los más típicos y conocidos de Málaga, antiguamente residencia de pescadores - turismo de málaga

    09.00 Subida al castillo de Gibralfaro

    Si hay una atalaya en esta zona del Mediterráneo que merece sin dudarlo el esfuerzo de subir hasta su cima, es el castillo de Gibralfaro, donde El Zegrí resistió los tres meses de asedio al que lo sometieron los Reyes Católicos.

    Se puede ascender en 25 minutos paseando por la Coracha de la Alcazaba, aunque la opción más cómoda es el autobús 35. Eso sí, también podemos alojarnos en el Parador de Gibralfaro, sin necesidad de madrugar ni hacer ejercicio.

    Desde aquí, la visa de la ciudad y la bahía es excepcional. Además, dentro aguarda una curiosidad, el Pozo Airón, cuyos 40 metros de profundidad están excavados en la roca. También es curioso el polvorín, que aloja un centro de interpretación en el que explican cómo era la vida militar en el castillo.

    11.30 Hermanos del Museo Picasso

    Volvemos al centro para visitar otros de los muchos museos que hay en la ciudad. Indispensable, el Museo Carmen Thyssen. Junto con el Museo Picasso, es el que más gusta a los extranjeros, porque en sus lienzos pueden ver la Andalucía del siglo XIX, la más típica, llena de bandoleros, ventas bullangueras y playas salvajes.

    Sin embargo, el más visitado de la ciudad, más incluso que el Picasso, es el Centro de Arte Contemporáneo, sin duda porque es uno de los mejores de España y también porque es gratuito. Si tenemos tiempo, otro museo que merece mucho la pena conocer es el Automovilístico.

    14.30 Pescaíto frito en la playa

    A ningún turista se le perdona que deje Málaga sin probar el pescaíto frito y los espetos de sardinas en los chiringuitos de Pedregalejo, el antiguo barrio marinero. Allí están El Lirio, El Morata y El Cabra, algunos de los resaturantes más conocidos de la ciudad.

    En otro barrio, El Palo, se encuentra El Tintero, donde los camareros van por las mesas subastando los platos recién hechos, quedándoselos el más rápido.

    Por otro lado, si el tiempo acompaña, es imprescindible darse un buen baño en la playa.

  5. Segunda tarde, historia en plantas y barricas

    El Jardín Botánico La Concepción supone un oasis en medio del calor malagueño
    El Jardín Botánico La Concepción supone un oasis en medio del calor malagueño - francis silvela

    16.00 El jardín tropical más bello

    Entre los encantos de Málaga, se encuentra el Jardín Botánico-Histórico La Concepción, un oasis tropical a cinco kilómetros de la ciudad en dirección a Antequera, considerado el más bello e importante de España y uno de los mejores de Europa.

    Además de jardín botánico, es también un recorrido histórico que cuenta la historia de los burgueses del siglo XIX, cuyas fortunas amasadas en Málaga les permitían vivir en fincas como ésta, rodeados de esculturas romanas y cientos de palmeras.

    19.30 Vino de Málaga para calmar la sed

    Luchar contra el calor malagueño es fácil, especialmente si se tiene a mano un lugar como la Antigua Casa del Guardia, una taberna que abrió sus puertas en 1840 para calmar la sed de figuras como la reina Isabel II, Gregorio Marañón o Antonio Gala.

    Nada como un buen vino de Málaga en su barra, ya sea un moscatel, un pajarate o un Pedro Ximénez; al que se puede acompañar con algo de marisco. Eso sí, esta catedral del vino cierra los domingos.

    21.00 Cocina creativa en el Muelle Uno

    Málaga es tradición, pero también vanguardia. Y la muestra está en el Muelle Uno, un espacio reformado en el que los yates fondean ante tiendas de moda y terrazas.

    Allí se encuentra el restaurante José Carlos García, un lugar que ha hecho suyos los adjetivos «creativo» y «exclusivo», cuyas seis mesas en mitad el muelle potencian el bienestar del momento.

    Toca decirle adiós a la ciudad andaluza, y debe ser, cómo no, con un paseo a la vera del mar, ya sea hacia la playa de La Malagueta o en dirección contraria, hacia el Palmeral de las Sorpresas, un paseo que bordea el puerto bajo una pérgola que imita el esqueleto de una gigantesca serpiente marina.

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