Las «cuevas hotel» más increíbles del mundo
Suites de lujo bajo una montaña, en acantilados o en una vieja mina de plata a 155 metros bajo tierra
Actualizado: GuardarSuites de lujo bajo una montaña, en acantilados o en una vieja mina de plata a 155 metros bajo tierra
12345678910Hotel Yunak Evleri. Capadocia, Turquía
Las casas-cueva del Yunak Evleri, en Capadocia Dicen que algunos ejecutivos muy viajeros siempre reservan en la misma cadena hotelera, para sentirse como en casa en cualquier lugar del mundo, para encontrar una referencia común entre tanto trajín. Este artículo no va de hoteles-fotocopia, sino del mágico mundo de las cuevas habitadas. Durante milenios fueron el refugio más apreciado por el ser humano, un lugar al abrigo de la intemperie, fácil de defender, un sitio para echar raíces. En estos días, todavía hay personas que tienen su residencia habitual en las cuevas, aunque en la mayoría de los casos se han abandonado o reconvertido en hoteles con encanto. En España, no faltan muestras, sobre todo en Granada.
Quizá las cuevas más conocidas del mundo sean las de Capadocia (Turquía), un paisaje mágico de unos cincuenta kilómetros de diámetro. En el antiguo pueblo de Urgup se halla el Yunak Evleri, un hotel formado por seis «casas cueva». En total suman 39 habitaciones, 14 de ellas suites, cuyo espacio original data de los siglos quinto y sexto. Todas ellas han sido renovadas y decoradas con respeto a la historia que las rodea, con una decoración de muebles hechos a mano y antigüedades, y con patios privados. Este es solo un ejemplo. En Capadocia encontrará otras muchas alternativas de cuevas-hoetl, como las Cappadocia Cave Suites.
Le Grotte della Civita. Matera, Italia
Matera, en el sur de Italia, tiene un casco antiguo singular, con las casas excavadas en la roca caliza. Los Sassi de Matera (Piedras de Matera) son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1993, lo que reconocía un ecosistema urbano único, el modo de vida de las cuevas. En este entorno tan especial se halla el hotel Le Grotte della Civita, un destino romántico y diferente. Son 21 cuevas, que pueden visualizarse una forma muy gráfica aquí. Como se ve en la foto, la decoración es sencilla, lo que subraya el inigualable entorno. «En cuanto al interior y el mobiliario -aseguran- era una prioridad la recuperación de los elementos originales, un mobiliario atemporal: camas, armarios, cómodas, cofres... Precio: a partir de 200 euros la habitación..
Cuevas de Granada
Cuevas de Guadix La Hoya de Guadix y las Altiplanicies de Baza y Huéscar, al norte de Granada, dos amplias depresiones intercaladas entre las serranías béticas, repletas de pasillos, corredores y abrigos naturales, han acogido desde la Antigüedad numerosos asentamientos bajo la piel de las montañas. El otro gran momento de expansión de las cuevas (concebidas a partir de la época nazarí como residencias familiares) se produjo en la provincia granadina a finales del siglo XIX y la primera mitad del XX, coincidiendo con etapas de crecimiento demográfico y llegada de trabajadores a las industrias azucarera y agrícola. En la actualidad, en Guadix hay dos museos instalados en casas cueva de origen árabe rehabilitadas. La Cueva Museo de Alfarería La Alcazaba, restaurada por el ceramista Juan Manuel Gabarrón, y la Cueva Museo de Costumbres Populares de Guadix. En cuanto a cuevas convertidas en alojamiento hay muchas en diferentes pueblos de la provincia y en el Sacromonte granadino, donde también hay un centro de interpretación. Entre otras cuevas: Tío Tobas, en Alcudia de Guadix; Cuevas La Granja, en Benalúa; Las Cuevas del Guindas, en Baza, o Cuevas de Orce, en Orce. Más direcciones, aquí.
Hotel Alexander, en Santorini (Grecia)
La siguiente parada en esta ruta es el pueblo de Oia, en la isla de Santorini, en ese mar Egeo de aguas profundamente azules y casas deslumbrantemente blancas. El hotel Alexander es una casa-cueva tradicional en estas islas griegas, pero con un toque sofisticado y moderno. Ofrecen suites, villas-cueva y casas-cueva, siempre bautizadas con el nombre de piedras preciosas y semipreciosas. Cada una de ellas tiene características únicas, al estilo de la arquitectura de las Cícladas, con antigüedades de la colección privada del propietario. En cuanto a precios, Santorini no es precisamente una isla barata. Calcule, fuera de temporada, no menos de cien euros por habitación y noche.
Domus Civita, Italia
Este es uno de esos lugares que siempre conviene conservar en la memoria, para una escapada especial, para una celebración inolvidable. Civitá di Bagnoregio es un pequeño pueblo de estilo medieval, fascinante, situado en la cima de una colina. Fue fundado por los etruscos, conquistado por los romanos, construido en el estilo actual en la Edad Media y el Renacimiento, y situado en el centro de Italia, en la región de Lazio, en la frontera con Umbría. Sus propietarios dicen que es uno de los lugares más hermosos de la tierra, y puede que sea verdad.
Allí está el hotel Domus Civita. Dispone de tres habitaciones, todas ellas con baño privado y un estudio con camas. Además, tiene dos cocinas dentro de la casa y otra en el exterior. En total, cuenta con capacidad para 8 personas. Uno de sus pequeños tesoros son sus nueve cuevas. En una de ellas, hay una piscina climatizada con jacuzzi y, en otra, una bodega. El resto están dedicadas a instalaciones de arte y almacén. Precios: de 2.950 a 4.950 euros por semana, según la temporada. Ya está reservado para casi todas las semanas de 2013 y algunas de 2014.
The Caves, en Jamaica
El salto sobre el mar desde el hotel es un clásico que no necesariamente hay que ejecutar Un paraíso situado junto a la marivillosa playa de Negril, en Jamaica. Un pequeño secreto del Caribe menos popular pero más fascinante. Las cuevas tienen una decoración de colores brillantes, y un ambiente más chill-out. Son doce alojamientos tallados en un acantilado sobre la inmensidad del mar. Todas las suites tienen ventilación natural, y disponen de ventanas con persianas y madera hechos a mano y muebles de mimbre. Precios: a partir de 420 dólares, en temporada baja.
Jamaica, entre otras cosas, es la isla en la que Ian Fleming escribió sus novelas de Bond. El fundador de Island Records, Chris Blackwe, aprovechó la circunstancia para llamar a su grupo hotelero Island Outpost; a uno de sus establecimientos de gran lujo, GoldenEye, en Oracabessa. En la misma zona se halla la villa en la que al parecer tecleó Fleming sus obras, convertida hoy en hotel boutique.
Les Hautes Roches (Rochecorbon, Francia)
Rochecorbon es una pequeña población de unos 3.000 habitantes situada a unos 240 kilómetros al sur de París, cerca de Tours y pegada al majestuoso Loria. Este hotel es el fruto de la pasión de Philippe Mollard, que ayudó a rehabilitar estas cuevas unidas en su momento a la Abadía de Marmoutier. De aquel pasado hemos llegado al día de hoy, como hotel con encanto perteneciente a la cadena Relais Châteaux. En total son quince habitaciones, doce de ellas excavadas en la pared de roca caliza, y un restaurante gourmet. Esta zona fue una cantera de donde salió la piedra de color claro que se utilizó para construir algunos de los más famosos castillos de los alrededores, en el valle del Loira, y luego refugio de los monjes durante las guerras de religión. El precio de las habitaciones oscila entre 220 y 300 euros..
Hotel Cueva, en Los Monegros, Huesca
Otra opción española, esta vez en el desierto de Los Monegros. No es exactamente una cueva tradicional, sino más bien el empeño del propietario, que decidió excavar la montaña que había junto al aérodromo de Tardienta (Huesca). El resultado, un hotel de ocho habitaciones agrupadas en torno a un patio con toda clase de comodidades en un entorno muy especial. Los muebles proceden de Marrakech, escepto las camas de forja, «auténticas piezas de diseño de artistas aragoneses». Precio de la habitación doble: 140 euros.
Kokopelli's Cave, Farmington, Nuevo México, EE. UU.
Curtis Dalton Brown La primera idea del propietario, el geólogo Bruce Black, era instalar allí una oficina de investigación en torno a su especialidad. El lugar era propicio, con las mejores vistas, en el parque nacional Mesa Verde, Patrimonio de la Humanidad desde 1978. Hacia el oeste se puede ver Shiprock y las montañas Chuska, en la reserva india de los navajos; al oeste y al noroeste, las montañas Carrizo, en Arizona; al noroeste, Ute Park, y al norte, algunas montañas de Colorado. Los primeros trabajos de voladura y construcción comenzaron en 1980. Fue un proceso largo que duró hasta 1996, año en que la familia se traladó a vivir a la cueva. Aguantaron un año, momento en que decidieron que lo mejor sería transformarla en una casa-hotel. Precio: 260 dólares, para dos personas; 300 dólares, para tres-cuatro personas.
Sala Silvermine, una mina a 155 metros, en Suecia
La Sala Silvermine era una antigua mina de plata situada en el condado de Västmanland (Suecia). Hasta que cerró. La compañía responsable de la explotación pensó que ese entorno merecía ser conservado y enseñado, en rutas guiadas. Y además decidió convertir una de las salas, a 155 metros de profundidad, en uno de los alojamientos más peculiares del mundo. La temperatura ambiente de la mina es de dos grados durante todo el año, aunque la suite se calienta artificialmente hasta los dieciocho. En el interior no abundan las comodidades, salvo un inodoro, por supuesto, y un intercomunicador que enlaza con la recepción. La noche empieza con una ruta por la mina, que termina en la habitación, en la que el cliente encontrará queso, galletas, frutas, vino y chocolate. Precio por la experiencia en la suite-mina: 465 euros noche.