Los mejores trucos para hacer reír, desvelados por los cómicos

Dani Martínez: «Antes de salir a escena le doy un abrazo a mi manager»

Para descubrir la trastienda y las claves del humor de estos magos de la comedia, ABC ha hablado con varios monologuistas sobre sus recursos en caso de que el público no se ría, sus chistes infalibles y sus manías antes de salir a escena.

Dani Martínez, uno de los debutantes en «El club de la comedia», confiesa que en un espectáculo nunca se ha enfrentado a la seriedad del público después de contar un chiste. «En un espectáculo todo está más medido y controlado, pero cuando he hecho programas diarios sí hay chistes que no entran. Dices venga y al siguiente. ¡El show debe continuar!»

Y si no funciona, el cómico, famosos también por su papel en «Aída», tira de la imitación. «El factor sorpresa de una imitación te puede salvar de todo», reconoce.

En cuanto a la preparación de sus monólogos, Dani Martínez explica que no es muy metódico. «Voy escribiendo cosas que me van haciendo gracia y después las organizo en una sola idea. Lo que hago antes de salir a escena es poner el móvil en silencio y darle mi cartera y un abrazo a mi road manager. Es un ritual ya»

Eva Hache: «Quiero ser la Arguiñana del humor»

Eva Hache es la presentadora y la anfitriona de esta reunión de cómicos que es «El club de la comedia». Como comentó en la presentación del programa, su voluntad es ser «la Arguiñana del humor». «Creo que "El club de la comedia" está tan lleno de chistes que yo no me siento mal si uno de ellos no funciona. Hay cómicos que buscan carcajada y aplauso en cada subidón. A mí siempre me ha gustado que el público sonría. Considero que explicar y forzar demasiado el chiste es tratar al espectador como si no fuera inteligente. De hecho, si hacemos algún ensayo y yo veo que la broma es muy fácil tiendo a eliminarla. Defiendo tanto la carcajada como una sonrisa plena y sobre todo, el chiste malo, a mí me da un placer indescriptible», confesó Eva Hache.

En cuanto a la esencia de los monólogos la veterana cómica considera que lo que mejor funciona es «la verdad», aunque luego se vaya ficcionando. «Como espectadores nos hace gracia ver a alguien contando sus miserias, esa es la esencia del clown».

Luis Piedrahita: «Lo peor que puede hacer un cómico es hacerse el gracioso»

«Si ves que no entra el primer chiste tienes que poner el estómago duro y probar un segundo, tercero y hasta un cuarto y un quinto. A mí no me ha pasado nunca, pero si ya un quinto tampoco hace gracia..Igual el cómico tiene que replantearse su profesión», bromea Luis Piedrahita. «Y sobre todo, que no se te note el terror en los ojos», añade el gallego.

Si le preguntas por el chiste infalible, Piedrahita reconoce que no existe. «El humor es un instrumento muy afinado y depende de muchas cosas. Yo construyo mis monólogos sin buscar constantemente la risa. Como dijo Woody Allen, lo peor que puede hacer un cómico es hacerse el gracioso». Sin embargo, el apodado «rey de las cosas pequeñas» afirma que la esencia de su humor es el costumbrismo. «El humor del reconocimeinto funciona. Luego hay que ir despacito hacia el surrealismo hasta mostrar el absurdo. Yo siempre hablo de las pequeñas cosas de las que nadie habla, como por ejemplo los topes blanquitos de la tapa del váter...El humor siempre sale de lo inesperado».

Al igual que sus compañeros, Luis Piedrahita reconoce que para preparar sus monólogos escribe todo lo que puede y lo repite varias veces. «Intento contárselo a un amigo, decirlo de mil maneras y ver cómo suena. En directo saldrá de otra, pero yo ya tendré casi todas las versiones dentro del cuerpo».

Joaquín Reyes: «La comedia y la cerveza están muy relacionadas»

Joaquín Reyes, estrella de programas como «Muchachada Nui» o «La hora chanante», reconoce que si la gente no se rie con los primeros chistes «la cosa va regular», aunque es muy raro porque normalmente todos los monólogos los prueban antes.

Con más de ocho años de televisión a sus espaldas, este cómico, actor y dibujante dice que en último extremo recurriría a la broma del tren: «Va un chico con los pies encima del asiento y pasa un revisor y le dice: "Pero bueno... ¿Tú haces esto en tu casa? A lo que el chico responde: ¿Y tú? ¿Picas billetes en la tuya?».

Para preparar sus monólogos, Joaquín Reyes apunta las ideas o bromas sueltas que se le ocurren en una libreta y luego les va dando cierta forma y continuidad. «A no ser que te lo escriba alguien», bromea. Antes de salir al escenario, este manchego no sigue ningún ritual especial, aunque a veces se toma una cerveza. «La cerveza y la comedia están muy relacionadas», añade.

Leo Harlem: «Tengo un humor campechano y castizo»

«Alguna vez el chiste no entra como esperas y tiras "p'alante". Supongo que si pasa mucha veces tienes que pasarlo fatal», confiesta Leo Harlemn, que añade, al igual que sus compañeros, que es muy complicado que pase, ya que sabes que el propio texto tiene cosas que van a gustar.

En cuanto al secreto de su humor, Leo Harlem cree qu la clave es la combinación entre su forma de hablar y el ritmo. «Mi humor es campechano y castizo. Yo hablo así, llamo al pan pan y al vino vino, y resulta que hace gracia», explica este veterano de la comedia, que comenzó en 2002 en «El club de la comedia».

Este leonés confiesa que para escribir sus monólogos suele esperar al último momento, no le da muchas vueltas e incluso van surgiendo cosas en directo y va modificando el monólogo. «Antes de salir a escena tengo la manía de guardar algo de dinero en el bolso izquierdo», reconoce.