Diez lugares poco conocidos que vale la pena visitar en Toledo
Saliéndose del circuito turístico habitual, el visitante puede encontrar algunas sorpresas llenas de historia y de leyendas. Solo hay que saber buscar. Anímense a descubrirlas
Actualizado:Saliéndose del circuito turístico habitual, el visitante puede encontrar algunas sorpresas llenas de historia y de leyendas. Solo hay que saber buscar. Anímense a descubrirlas
12345678910Castillo de Barcience
Castillo de Barcience - wikimedia El castillo de Barcience se alza sobre un cerro desde el que domina la localidad del mismo nombre, en la provincia de Toledo. Esta pequeña fortaleza, que sirvió de residencia más que de fortín defensivo, tiene una planta casi cuadrada y destaca notablemente su torre del homenaje, en cuyo muro exterior hay grabado un enorme león rampante, emblema de los Silva, condes de Cifuentes. Fue construido por esta familia en el siglo XV.
En los ángulos de la parte posterior hay dos torres cilíndricas. En la parte anterior queda a un lado la torre del homenaje, de forma cuadrada, y al otro una torre rectangular de mayores dimensiones. Su interior está totalmente destruido, pero puede observarse la existencia de dos plantas y los adarves que recorren las murallas de una torre a otra.
El castillo es de propieda privada y el acceso es libre.
Castillo de Guadamur
El castillo de Guadamur está situado en el cerro de la Ermita - ana pérez herrera Esta fortaleza, situada al este de la localidad de Guadamur en el Cerro de la Ermita, es un magnífico ejemplo, bien conservado, de los castillos residenciales del siglo XV propios de la provincia de Toledo. Su constructor fue Pedro López de Ayala, conde de Fuensalida, erigiéndole sobre una fortaleza musulmana. Fue usado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia, e incendiado. Rehabilitado, fue vuelto a incendiar durante las guerras carlistas.
El castillo consta de dos recintos amurallados y un foso, con matacán sobre la puerta, dos cubillos, y un desaparecido puente levadizo, que protegen las dependencias interiores. Adosados a los ángulos y paños de la muralla aparecen baluartes y defensas cilíndricas, con mayor altura las interiores que las exteriores. El interior alberga una interesante colección de armaduras, tapices, cuadros y muebles de época. En su exterior se puede apreciar el estético resultado de las influencias del arte italiano en su arquitectura.
De propiedad privada, y habilitado como vivienda, sólo puede visitarse el interior solicitando cita previa en el teléfono 620 586 158. El acceso al exterior es libre.
Puerta del Vado
La Puerta del Vado, en Toledo, fue realizada entre finales del siglo XI y comienzos del siglo XII - ana pérez herrera La Puerta del Vado , realizada entre finales del siglo XI y comienzos del siglo XII, se ubica en el barrio de Antequeruela en Toledo. Este barrio era conocido tras la reconquista de la Ciudad Imperial como arrabal de San Isidoro, zona de importante tradición alfarera.
La Puerta del Vado es muy similar, tanto en su tipología como en sus proporciones, a la Puerta de Bisagra Vieja. La fachada principal está realizada en mampostería encintada y tiene cuatro ventanas, con arcos de medio punto; en el lateral norte aparecen tres ventanas, y dos en el sur, donde también se observa un contrafuerte de fabrica de sillares.
«Sanchito», en Santo Domingo El Real
Momia de «Sanchito», en el convento de Santo Domingo el Real - efe En el convento de Santo Domingo el Real, donde se halla el cuerpo momificado del infante Sancho de Castilla y Sandoval, más conocido como «Sanchito», que falleció en 1370 en la fortaleza de Toro (Zamora) con tan solo 7 años de edad. Su padre, el rey Pedro I el Cruel, fue asesinado por su hermanastro Enrique de Trastámara, que pasó a ocupar su trono. Cuando murió Pedro I, el infante, con solo un año, fue trasladado junto a su hermano Diego a la fortaleza de Toro, donde murió.
Siempre se había creído que fue envenenado por orden de su tío para eliminar un posible competidor en la sucesión, aunque el infante Sancho no era el primogénito de Pedro I, que tuvo varios hijos con tres mujeres y otros tantos sin reconocer. No obstante, en 2006 se sometió al pequeño cadáver a un minucioso estudio y concluyó que la causa de su muerte no fue el envenenamiento como se sospechaba, sino un proceso infeccioso agudo pulmonar.
Las monjas del convento le llaman cariñosamente «Sanchito», le tienen bien cuidado y primorosamente vestido de monaguillo en una urna de metacrilato. Si el convento está abierto, no ponen demasiados reparos para enseñarlo a las visitas.
Castillo de Malamoneda
Restos del castillo de Malamoneda, en Hontanar - m.j.m. Lo más significativo de la localidad de Hontanar , a los pies de los Montes de Toledo, es que era una posesión templaria. De esa época queda el despoblado denominado «Malamoneda», donde se afirma que a la Orden del Temple tuvo una casa. Alfonso VII entregó a los templarios el territorio de Montalbán (cuya encomienda incluyó el castillo de Hontanar) hacia 1140.
Allí establecieron los caballeros una granja, reforzando el castillo en el siglo XII, que estaba protegido por cinco torres. En la actualidad se encuentran en el lugar los restos de este castillo. En sus proximidades se descubren los restos de una torre. En la zona persiste la leyenda de un caballero templario a sus compañeros de la orden.
El castillo de Malamoneda se encuentra abandonado y sin uso. Es propiedad del Estado español.
Ermita de San Pedro de la Mata, en Casalgordo
Ermita de San Pedro de la Mata, en Casalgordo - ana pérez herrera La ermita de San Pedro de la Mata , situada en la pedanía de Casalgordo, dentro del municipio toledano de Sonseca, es un interesante templo visigótico del siglo VII, que fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1931.
Para acceder, el camino mejor acondicionado se toma desde Casalgordo . Al salir por la vereda La Gitana hacia el Poniente, el primer camino que cruza es el de Peña del Rayo, que viene de Sonseca; se toma a la izquierda, se pasa el arroyo y, siguiendo el camino, después de varias curvas, se divisan sobre una afloración de piedra granítica.
Estación de ferrocarril de Algodor
La estación de ferrocarril de Algodor de estilo neomudéjar - ana pérez herrera El municipio de Algodor surge en torno a la estación de ferrocarril del mismo nombre, de estilo neomudéjar, que hasta noviembre de 2005 estaba en funcionamiento en la línea Madrid-Toledo vía Aranjuez, si bien ha quedado prácticamente abandonada desde la entrada en servicio de la alta velocidad entre dichas ciudades.
En la actualidad, una vez la estación de Toledo ha quedado comunicada exclusivamente con la de Atocha (no siendo ya posible llegar hasta Toledo desde Ciudad Real ni desde Aranjuez -ni, por tanto, desde Cuenca, Levante, Alcázar de San Juan o Andalucía-), la estación de Algodor se utiliza exclusivamente para apartar trenes de mercancías esporádicos o para cargar trenes de balasto.
Adif alquila las dependencias de la estación, pese a su creciente deterioro por falta de mantenimiento, para el rodaje de películas y series de televisión.
Ermita de Santa María de Melque
Ermita de Santa María de Melque - abc En ningún lugar de la península como en Santa María de Melque podemos viajar a la alta edad media. Su arquitectura no sólo muestra el último ejemplo del mundo romano, sino que tiene elementos de edificios orientales de Siria y Jordania. Pasear por su planta, capillas, y salas, atravesar sus arcos de herradura, y contemplar los restos de la decoración y el sarcófago del fundador constituye un verdadero viaje en el tiempo.
Pero la visita a este enclave no termina ahí. Porque la iglesia formó parte de un gran monasterio, erigido a finales del siglo VII , poco antes de la conquista islámica. Sobrevivió a la misma, primero como comunidad religiosa mozárabe. Más tarde, como aldea musulmana, que usó el templo como fortaleza, añadiéndole una torre cuyos restos aún son visibles. Cuando el rey Alfonso VI conquistó Toledo, la iglesia recuperó su función litúrgica, sin perder la militar, quedando como testigos los restos de murallas, y un poblado que sólo llegó a desaparecer con la desamortización, a finales del siglo XIX.
Fue a principios del siglo XX cuando los estudiosos del patrimonio descubrieron y comprendieron el valor de esta joya. Las obras de restauración llevadas a cabo desde entonces, nos permiten hoy ver, como viajeros del tiempo, una auténtica iglesia visigoda.
Casa del Diamantista
Casa del Diamantista se asoma en el río Tajo - abc Construida sobre las piedras de río encontramos esta preciosa casa que se asoma al Tajo. Actualmente es una escuela de restauración . Antes se llamaba Casa del tinte del barco. En el siglo XIX vivió en ella un orfebre, Don José Navarro, que hizo la corona real de Isabel II y de ahí su actual nombre.
Cuenta la leyenda que la futura reina Isabel II, encargó una corona para el día de su coronación al mejor orfebre de Toledo, cuya fama había llegado a sus oídos pues tallaba las piedras como ninguno. El orfebre se puso presto a dibujar el boceto de la corona, pero no se le ocurría ninguna idea. Pasaron muchos días con sus noches mientras el orfebre se consumía de desesperación y cansancio.
Una noche se quedó dormido y a la mañana siguiente el orfebre encontró el boceto de una bella corona, pero no recordaba haberla hecho. Rápidamente, se puso a tallar las piedras, trabajaba muchas horas y siempre se quedaba exhausto ante su mesa de trabajo. Curiosamente, al despertar encontraba el trabajo hecho. Una noche fingió dormir y vio como duendecillos de colores salían del Tajo, y se ponían afanosamente a trabajar. A la mañana siguiente encontró terminada la más bella corona que nadie pudo imaginar.
La ventana más pequeña del mundo
La ventana más pequeña del mundo en el Casón de los López - ana pérez herrera Certificada por el Libro Guinness de los Récords, se encuentra en Toledo la ventana más pequeña del mundo, que se puede ver en la fachada del Casón de los López, situada en la calle de la Sillería, al lado de la céntrica plaza de Zocodover de la capital.
Este edificio data en su origen del siglo XVI y en él diversos estudios sitúan una calle de mesones donde venía a alojarse y a comer Miguel de Cervantes. Fue restaurado en el año 1973, utilizando diferentes elementos de otros inmuebles que nos hacen evocar las Tres Culturas que convivieron en Toledo.
La ventana se puede visitar en la fachada principal del Casón de los López, pero el edificio está cerrado actualmente.