Diez escapadas para viajar con niños

Bandolero por un día

A principios del siglo XX, el bandolero Francisco Ríos González, conocido como «El Pernales», huía de Sierra Morena escapando de las autoridades. Buscaba refugio en la Sierra de Alcaraz. Debió quedar sobrecogido, igual que los miles de visitantes que contemplan por primera vez el espectáculo que ofrece el nacimiento del Río Mundo. El agua brota a través de la roca, para caer en cascada y formar bellísimas cataratas, alguna de más de 50 metros de altura.

La Cueva de los Chorros está en el Parque Natural de los Calares del Río Mundo y la Sima y es un conjunto de túneles, pasadizos y grutas del que sólo se conocen 32 kilómetros. Preciosos son también los pueblos de la comarca de la Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel como Villaverde de Guadalimar, Salobre, Bienservida… Además, la Sierra del Segura está salpicada de pequeños lugares que conviene conocer, como Riópar.

El bosque encantado

Entre las provincias de Toledo y Ciudad Real se encuentra el Parque Nacional de Cabañeros. Un auténtico bosque «encantado», excepcionalmente conservado, y donde viven ciervos, gamos, zorros, linces, buitres, cigüeñas, águilas, lagartos, ranas… El Parque, que está abierto todo el año, cuenta con un Centro de Visitantes, la «Casa Palillos», al que se accede por Pueblonuevo del Bullaque y donde informan sobre el magnífico recurso natural que vamos a descubrir.

Para disfrutar al máximo, lo mejor es concertar una visita guiada. Ésta puede ser en todoterreno o a pie. La primera se realiza en grupos de siete personas y permite conocer los lugares más singulares en cuatro horas (926 775 384); la segunda, es gratuita y sale de Navas de Estena (926 783 297). También se pueden recorrer las localidades colindantes, como Retuerta del Bullaque, donde está el Museo de la Fauna.

Me pido El Quijote

Ya desde lo lejos, como fieros vigilantes, se divisan diez molinos de viento encaramados a la Sierra de los Molinos y al Cerro de la Paz de este pueblo llamado Campo de Criptana. Son su emblema. Blancos y señoriales, nos hacen señas moviendo sus aspas para invitar a visitarlos. Según diversos estudiosos de Cervantes, aquí pudo haber transcurrido la batalla contra los molinos de viento del Quijote. Están declarados monumentos de Interés Histórico Artístico y los más antiguos (siglo XVI) se llaman Burleta, Sardinero e Infante.

Tras visitar los molinos, podemos recorrer las calles del Albaicín criptanense, un barrio que se caracteriza por sus calles estrechas y casas manchegas encaladas de blanco, con su típico zócalo de color azul añil. Todo un espectáculo cuando el sol de La Mancha se refleja en el blanco nuclear de las casas, envolviendo al viajero en un ambiente de ensueño, igual que le ocurriera al hidalgo caballero.

Al abordaje

Un «oasis» en plena Mancha. En una extensión de casi 25 kilómetros, que abarca las provincias de Ciudad Real y Albacete, las sucesivas lagunas del Parque Natural se van «enganchando», provocando un efecto embriagador cuando el agua salta de unas a otras. Las 15 lagunas que conforman el complejo son el drenaje natural del acuífero del Campo de Montiel y la extensión de la mayoría de ellas es pequeña, excepto las de San Pedro, la Colgada y la del Rey.

En verano se convierten en un atractivo destino, pudiendo disfrutar de un refrescante baño en sus aguas cristalinas, y el resto del año el Parque nos ofrece la oportunidad de disfrutar de la naturaleza más auténtica y conocer las distintas tipologías de flora y fauna que habitan en él. El espectáculo del agua, que discurre entre laguna y laguna, es el marco ideal para imaginar una divertida batalla de piratas al abordaje.

Entre hadas

Corral de Comedias de Almagro es conocido en el mundo por ser el único que sigue activo tal y como era hace 400 años. A mediados del siglo XX se descubrió el teatro oculto por sucesivas construcciones y fue restaurado conservando su estructura original. Consta de una entrada principal o zaguán, un patio o corral y, al fondo, el escenario. Los camerinos también se conservan. En los laterales se sitúan los palcos donde las altas clases sociales disfrutaban de los espectáculos. También se conserva la «cazuela», un espacio reservado a las mujeres, ya que no podían mezclarse con los hombres cuando asistían a ver una obra.

Tu amigo el oso

En la Serranía Alta de Cuenca, a 45 kilómetros de la capital, se encuentra la Reserva Natural de El Hosquillo. El abundante pinar, surcado por el Río Escabas, conforma un bello paraje donde vive una extensa fauna en plena libertad, como la cabra hispánica, muflones, ciervos, y aves rapaces protegidas, entre ellas, el águila real. Y desde hace cuarenta años, los osos también componen una de sus estampas características. Conocer este espacio natural, así como el resto de la serranía conquense será todo un placer.

En el pueblo de Las Majadas se encuentran Los Callejones, unas formaciones cársticas que asemejan estrechas callejuelas, donde los niños disfrutarán jugando; igual que en el paraje más famoso de la zona: la Ciudad Encantada. El viaje en coche se hace realmente corto y pasando la población de Villalba de la Sierra encontramos uno de los mejores miradores de la Serranía, el Ventano del Diablo, desde el que tendremos un punto de vista diferente de este impresionante entorno natural.

Uno para todos...

El Tren Medieval que sale de la estación de Chamartín en Madrid (sábados de septiembre a noviembre y de marzo a julio) nos llevará a una Sigüenza histórica. Conoceremos quién fue el Doncel, cuya tumba, situada en la Catedral, representa a un joven guerrero que lee un libro. La curiosidad nos llevará a la que fuera su casa convertida en sala de exposiciones. Y si cerramos los ojos, al pasar por el Barrio Humanista, la Plaza Mayor o el Palacio Episcopal, podremos trasladarnos al Renacimiento.

Además, Sigüenza es localidad de paso de tres importantes rutas: la del Cid Campeador, que podremos descubrir dónde dejó su huella en la ciudad; la de Don Quijote; y la ruta de los Castillos, que recorre desde el Parque Natural del Barranco del Río Dulce a Sigüenza y Atienza. Si la seguimos, podremos observar la arquitectura románica del Norte de Guadalajara, y en Atienza, visitar su impresionante Conjunto Histórico Artístico.

Jugamos a los romanos

En un paraje natural de Carranque, junto al río Guadarrama, fueron descubiertos en 1983 los restos de una basílica paleocristiana, una fuente ornamental y una villa palacio romana, que conserva unos magníficos mosaicos. Es uno de los conjuntos monumentales más importantes de la Hispania Romana del siglo IV, hoy convertido en Parque Arqueológico. Aquí podemos aprender cómo vivían los nobles romanos, cómo eran sus casas y su modo de vida; e incluso nos enseñan a hacer mosaicos.

También podemos acercarnos hasta Illescas, en cuyo Santuario- Hospital de la Caridad se expone una colección de obras de El Greco, y ver la espectacular torre mudéjar de la Iglesia Parroquial de Santa María, denominada «Giralda de la Sagra». Muy cerca, está Esquivias, población donde nació la esposa de Cervantes, Doña Catalina de Palacios. Allí se casaron en la Iglesia de Nuestra Señora. de la Asunción y vivieron en la que se conoce como Casa de Cervantes.

¡Qué aventura¡

El Parque Natural del Alto Tajo es un precioso paraje en el que los cauces fluviales del Tajo y sus afluentes han esculpido un valle de hoces, cañones, barrancos y multitud de caprichosas rocas que asemejan cuchillos y agujas. Un lugar vivo, con gran diversidad de flora y fauna, donde es posible disfrutar de multitud de actividades con empresas de turismo activo y respetando el medio ambiente.

Estamos muy cerca de Molina de Aragón, localidad declarada Conjunto Histórico Artístico. Su fortaleza, estandarte de la Ruta de los Castillos y del Camino del Cid, conserva sus grandes torres, desde las que se observa buena parte de lo que en tiempos fue su vasto dominio. El casco antiguo de la villa está repleto de palacios, conventos, iglesias y casonas. Cualquier excusa es buena para disfrutar de su deliciosa gastronomía, sus excelentes «patas de vaca» o sus chocolates y cacahuetes artesanos.

¡Pasajeros al tren¡

¡Piii, piii, pasajeros al tren! Destino: la Ciudad de las Tres Culturas, Toledo. Nos subiremos al Zocotrén en la Plaza de Zocodover, de origen árabe, y con su tranquilo deambular iremos al Alcázar, hasta la Puerta del Sol, pasando por iglesias como la de Santiago del Arrabal, que fue una antigua mezquita, y por la Puerta de Bisagra, rematada con su magnífico escudo imperial. Sin cansarnos, admiraremos el río Tajo, que en tiempos hacía de barrera para alejar a los invasores, el Puente de San Martín, y parte de la muralla.

Para terminar, descubriremos joyas del arte como San Juan de los Reyes, la Sinagoga del Tránsito o la majestuosa Catedral. Para sacar el máximo partido a la ciudad, también podemos realizar cualquiera de las rutas tradicionales del Toledo Monumental, como «Toledo Judío», «Toledo Renacentista», «Toledo Islámico», «Barrio Judío», «La Catedral y sus trazos», «Ruta del Agua», «Puentes y Torreones» y «Puertas y Murallas». Otras opciones son la Ruta del Patrimonio Desconocido, que descubre restos y yacimientos arqueológicos recuperados recientemente, o las Rutas por el Toledo Nocturno y Mágico.