Diez cosas que debería saber sobre la «Supervitamina D»
Más allá de su acción sobre el esquelto, la vitamina D regula la actividad de las células del sistema inmune - ABC
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Diez cosas que debería saber sobre la «Supervitamina D»

El déficit de esta «vitamina solar» se asocia a patologías como hipertensión, diabetes, asma, esclerosis múltiple o cáncer. El sol es esencial para que el organismo pueda producirla

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El déficit de esta «vitamina solar» se asocia a patologías como hipertensión, diabetes, asma, esclerosis múltiple o cáncer. El sol es esencial para que el organismo pueda producirla

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  1. Moduladora del sistema inmune

    Más allá de su acción sobre el esquelto, la vitamina D regula la actividad de las células del sistema inmune
    Más allá de su acción sobre el esquelto, la vitamina D regula la actividad de las células del sistema inmune - ABC

    La vitamina D, desde su descubrimiento, ha mostrado matices peculiares. Inicialmente se asoció al raquitismo, pues su carencia impide la absorción de calcio y los huesos se debilitan y curvan, provocando malformaciones irreversibles. Por eso se la conoce también como calciferol. Pero curiosamente se observó que los niños con raquitismo tenían una mayor probabilidad de padecer neumonía o tuberculosis, lo que ya sugería que además de su influencia sobre el esqueleto, la vitamina D tenía también efectos extraóseos relacionados con el sistema inmunitario.

    Hoy se sabe que esta vitamina contribuye a producir sustancias como la catelicidina, un antibiótico natural que nos protege de las infecciones, porque potencia la inmunidad innata. También puede ser una salvaguarda ante enfermedades autoinmunes, es capaz de regular la actividad del sistema inmunitario, que a veces se vuelve contra el organismo, en enfermedades como la diabetes o la esclerosis múltiple. Y es que tiene receptores en varias células del sistema inmune, como los linfocitos B y T y las células dendríticas (importantes en la lucha contra el cáncer). En concreto esta vitamina es capaz de estimular la acción de los linfocitos T reguladores y la Interleukina-10, un potente antiinflamatorio.

  2. Una vitamina que enciende y apaga genes

    La vitamina D funciona como una hormona y puede activar y desactivar genes
    La vitamina D funciona como una hormona y puede activar y desactivar genes - Fotolia

    Casi un siglo después de su descubrimiento se sabe que «de vitamina solo tiene el nombre, en realidad es una hormona esteroide de la que hay receptores en todas las células del organismo: huesos, músculos, cerebro, mamas, próstata, pulmón, tejido adiposo, sistema digestivo y sistema inmunológico», explica el doctor Manuel Sosa Henríguez, catedrático de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

    En realidad, funciona como un interruptor que enciende y apaga unos mil genes. Esta vitamina liposolube atraviesa fácilmente la membrana de las células y llegar hasta el núcleo, donde se une al material genético. Así estimula la activación o inhibición de determinados genes. Este mecanismo de acción es semejante al de otras hormonas.

  3. Asociada a diversas patologías

    Muchas patologías se asocian al déficit de vitamina D, que es más acusado en las personas mayores
    Muchas patologías se asocian al déficit de vitamina D, que es más acusado en las personas mayores - ABC

    Con tantas dianas, no es de extrañar que la lista de patologías con las que se asocia su déficit sea cada vez más larga. Además de sus efectos sobre el esqueleto, los niveles bajos de vitamina D aparecen unidos al cáncer, la diabetes y otras enfermedades autoinmunes, cardiovasculares, el asma o la esquizofrenia. Está implicada en la hipertensión y un estudio publicado en abril de este año en el «Journal of the American Geriatrics Society» sugiere que hay una relación entre su escasez y el deterioro cognitivo.

    También es consistente la relación entre los bajos niveles de esta «vitamina-hormona» y la mortalidad por cualquier causa, independientemente del país, el sexo y la estación del año, según un estudio del mes pasado publicado en «British Medical Journal». Que se considere la época del año es relevante, ya que esta vitamina se sintetiza en la piel por exposición a los rayos ultravioleta B del sol y presenta un mínimo en invierno.

  4. Déficit generalizado

    El 75% de la población tiene niveles más bajos de lo aconsejable de vitamina D
    El 75% de la población tiene niveles más bajos de lo aconsejable de vitamina D - Fotolia

    A pesar de que todo apunta a que la vitamina D juega un papel importante en el mantenimiento de la salud, el 75% de la población mundial tiene niveles por debajo de lo recomendable, debido en parte a los cambios en los estilos de vida, que cada vez más transcurre en espacios cerrados. Y nuestro país, a pesar de contar con un buen número de días soleados, no es una excepción. La deficiencia la acusan especialmente las personas mayores, que se exponen menos al sol, pero también afecta a los más pequeños y las embarazadas.

    Ni siquiera en Canarias se libran, destaca el doctor Sosa Henríquez: «El ejemplo más representativo es el estudio realizado entre estudiantes de Medicina canarios, que conocen el valor de esta vitamina y cómo se sintetiza en la piel gracias a la acción de los rayos del sol». Sin embargo, no constituyen una excepción a estas estadísticas y más de la mitad no llegan a los niveles recomendados. Curiosamente, en los países nórdicos, con menos horas de sol, los niveles séricos de vitamina D son más altos que en España, porque se han preocupado de añadirla a algunos alimentos, destaca Sosa.

    En nuestro país, «tenemos sol pero no lo aprovechamos», se lamenta. Con diez-quince minutos diarios sería suficiente. La vida actual, que tienen lugar fundamentalmente de puertas adentro, favorece ese déficit. Para Sosa, prevenir el estado carencial generalizado de esta vitamina pasa por adoptar un estilo de vida global sano: caminar y/o hacer ejercicio, no fumar, moderar el alcohol y llevar una dieta equilibrada. Y dentro de ese estilo de vida sano, tomar algo de sol. «Eso beneficia a todas estas patologías. Es necesario volver un estilo de vida sano».

  5. Faltan estudios en las distintas enfermedades

    A pesar de estar asociada a muchas patologías, aún no se ha etablecido una relación causa-efecto de esta vitamina
    A pesar de estar asociada a muchas patologías, aún no se ha etablecido una relación causa-efecto de esta vitamina - fotolia

    Sin embargo, pese a las crecientes evidencias que relacionan la vitamina D con diversas patologías, sólo se han establecido relaciones, pero no una relación causa-efecto de forma clara. Algunos expertos sugieren que, en realidad, la llamada «vitamina del sol» podría ser un mero «centinela» de la salud general del organismo, y que sus niveles bajos estarían delatando algún problema de salud. Es decir, que la asociación hallada puede interpretarse también en sentido inverso: algunas patologías llevan a un déficit de esta vitamina.

    Esta controversia se recoge en el propio «British Medical Journal», que publica artículos a favor de la «supervitamina» pero también en contra. El único efecto probado hasta la fecha, explica Sosa Henríquez, es el que ejerce la vitamina D sobre el aparato músculo-esquelético en conjunto, en concreto en la prevención de caídas: «Se ha visto en un estudio transversal que los pacientes con niveles más bajos de vitamina D se caían más. Y al darles un suplemento de esta vitamina, el estudio demuestra que se caen menos, porque ayuda a fortalecer la musculatura».

    En el resto de las patologías faltan estudios para probar esa relación, sostiene Sosa: «Lo que no se ha hecho es coger a dos grupos con la misma enfermedad y a uno suplementarlo con vitamina D, además de su tratamiento, y ver si mejora frente al grupo control, que no recibe un aporte extra», señala. Lo que abundan, en cambio, son los metaanálisis, es decir, la revisión de muchos estudios ya efectuados, para sacar conclusiones de grandes grupos de población: «Al tener mayor número de casos llegan a conclusiones que igual los investigadores originales no pudieron obtener. Pero, por otro lado, estos análisis son tremendamente manipulables, por ejemplo, en la selección de los estudios que incluyen», aclara.

  6. Protectora frente al cáncer de colon

    Las personas con déficit de calcio y vitamina D tienen más riesgo de desarrollar pólipos intestinales
    Las personas con déficit de calcio y vitamina D tienen más riesgo de desarrollar pólipos intestinales - fotolia

    Se han publicado muchos trabajos sobre cáncer de colon, puntualiza el doctor José Robledo, de la unidad de Dietética, Nutrición e Investigación de MD Anderson Cancer Center de Madrid. En este tumor, que va en alza, la vitamina D parece tener un papel preventivo en la formación de pólipos intestinales, un signo de alarma, ya que pueden llegar a malignizarse. Los estudios observacionales realizados en EEUU muestran una mayor incidencia de poliposis intestinal en personas con un déficit de calcio y vitamina D. En aquellos que toman suplementos la incidencia es menor.

    Sin embargo, «esto no quiere decir que todo el mundo tenga que tomar un extra de vitamina D y calcio para evitar el cáncer de colon», resalta. Entre otras cosas porque la «buena relación» entre esta vitamina y la salud sigue una curva en «J» invertida. Esto significa que por encima de una determinada cantidad los efectos beneficiosos desaparecen, puntualiza el doctor Sosa Henríquez. Los valores adecuados están en el rango de 30 a 60 nanogramos por mililitro medidos en sangre en forma 25-hidroxivitamina D, que refleja el estado de la despensa del organismo.

    Un estudio publicado en «Journal of Clinical Oncology» en 2010, investigó la influencia del uso de calcio y vitamina D en la recurrencia o supervivencia de pacientes con estadio avanzado de cáncer de colon. «Los datos reflejan que no hay relación directa en recurrencia ni datos concretos sobre la supervivencia, pero sí se observó una menor toxicidad del tratamiento con quimioterapia», destaca el doctor Robledo, que es también profesor de Dietoterapia de la Universidad San Pablo CEU. En pacientes con cáncer de colon hay menor absorción de calcio, porque se lleva a cabo en esta parte del intestino ahora dañada. Añadir vitamina D hace que la absorción del mineral sea más eficaz y pueda llegar mejor al hueso, con lo que se generan menos problemas, detalla este especialista.

    En cáncer de mama, ovario y próstata, los datos sugieren también una acción beneficiosa de los suplementos de vitamina D administrados conjuntamente con el tratamiento. Igual ocurre en los tumores de próstata, apunta Robledo, que como conclusión resalta que esta vitamina «además del papel protector en el cáncer de colon, en otros tumores puede tener un papel beneficioso para disminuir el efecto tóxico del propio tratamiento». Y coincide con Sosa Henríquez en la necesidad de hacer estudios para ver el efecto de la vitamina en cada patología.

  7. Su papel en la hipertensión y la diabetes

    Entre los muchos estudios recientes, algunos relacionan los bajos niveles de vitamina D con un mayor riesgo de desarrollar diabetes entre las personas que tienen ya una situación previa, denominada prediabetes, con niveles de glucosa en sangre rozando la patología. Los datos presentados en la reunión de la Sociedad de Endocrinología americana (ICE/ENDO) mostraban que en personas con déficit de esta vitamina y prediabetes, el riesgo de desarrollar la enfermedad disminuía en un 8% por cada unidad de vitamina D incrementada. Sin embargo, no se podía asegurar que el efecto preventivo funcionara en personas con niveles normales de esta vitamina, que actúa aumentando la secreción de insulina y disminuyendo la resistencia a esta hormona.

    También parece ser beneficiosa para regular la tensión arterial, ya que está implicada en la secreción de la hormona que la regula y en la resistencia vascular. «The Lancet Diabetes & Endocrinology» acaba de publicar un estudio al respecto.

  8. Poca vitamina D, más asma

    Los niveles bajos de vitamina D se asocian a más crisis asmáticas y más severas
    Los niveles bajos de vitamina D se asocian a más crisis asmáticas y más severas - Fotolia

    "Los niveles bajos de vitamina D se han asociado también al aumento del asma bronquial. Los niveles bajos de esta vitamina se correlacionan con un aumento de la hiperreactividad bronquial y atopia, especialmente sensibilización al polvo de la habitación. Y en niños con diagnóstico establecido de asma bronquial, bajos niveles de vitamina D se asocian a evolución más severa, incluyendo mayor número de consultas a servicios de Urgencias y hospitalizaciones, baja función pulmonar, mayor uso de corticoides inhalados y sistémicos y exacerbaciones más frecuentes y severas, según una revisión publicada el año pasado. La acción de la vitamina D en el asma bronquial se debe a su papel regulador sobre las células del sistema inmune.

    Otros estudios indican que los niveles insuficientes de vitamina D se asocian a un aumento de los marcadores de alergia y la severidad del asma. Sin embargo, como en los casos anteriores, se han hecho pocos estudios que prueben que los suplementos de vitamina D disminuyan la frecuencia y exacervaciones del asma.

  9. Esclerosis múltipe: menos lesiones

    La vitamina D junto con el tratamiento se asocia a menos lesiones activas
    La vitamina D junto con el tratamiento se asocia a menos lesiones activas - ABC

    Aunque se desconocen las causas de la esclerosis múltiple (EM), se considera que en su desarrollo intervienen una mezcla de factores genéticos y ambientales. Y entre estos últimos todo apunta a que el déficit de vitamina D juega un papel importante. De hecho se ha comprobado que en los países situados más al norte, con menos horas de sol y más déficit de vitamina D, hay más casos de EM.

    «Mediante resonancia magnética se ha visto que al asociar la vitamina D con los inmunomoduladores que se utilizan en el tratamiento de la esclerosis múltiple, aparecen menos lesiones activas inflamatorias», explica Mar Mendibe, neuróloga del hospital universitario de Cruces y secretaria del Grupo de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología.

    Pero aquí tampoco se puede demostrar una relación causa efecto, resalta. De nuevo faltan estudios que prueben la relación causa efecto: «Hoy por hoy, no se ha demostrado que los suplementos externos de vitamina D ayuden a frenar la enfermedad o prevenirla», concluye.

  10. La cara amable del sol (que menos calienta)

    Diez minutos al sol son suficientes para sintetizar la vitamina D
    Diez minutos al sol son suficientes para sintetizar la vitamina D - fotolia

    Exponerse al sol se ha convertido en un factor importante de riesgo. Cada año se diagnostican cerca de 3.200 nuevos casos de cáncer de piel en nuestro país y la incidencia continúa aumentando un 10% anualmente. Los rayos ultravioleta produce daños en el material genético de las células de la piel que inducen cáncer.

    Sin embargo, la radiación ultravioleta tiene una cara «amable» también. Es indispensable para sintetizar la vitamina D y constituye el principal aporte de esta vitamina-homona. Los países con menos horas de luz tienen déficit de vitamina D y las comunidades que viven en latitud superiores a los 40° norte o sur son grupos reconocidos de riesgo de deficiencia, principalmente a finales del invierno.

    Se considera que en países como el nuestro, diez minutos de exposición al sol en brazos y piernas serían suficientes para garantizar ese efecto beneficioso de los rayos UVB. Pero ha de ser sin fotoprotector solar. Por eso es fundamental, apunta el doctor Sosa Henríquez, que esa exposición se realice fuera de las horas en las que la acción perjudicial del sol es máxima. Esas horas de mayor riesgo los expertos las sitúan entre las 12 de la mañana y las cinco de la tarde. Antes de las once o después de la seis, se puede disfrutar de un saludable baño de sol.

    Para obtener la misma cantidad de vitamina D que proporciona esos 10 mintus de sol a partir de la ingesta, habría que tomar unos 20 huevos diarios. De hecho después de una comida sólo se obtiene la octava parte de la cantidad diaria recomendada de vitamina D.

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