
«El estilo de vida en Dubái es muy diferente, pero hay buenos salarios»
Cerca de 40.000 nacionales han salido de nuestro país en los últimos seis meses. Estos son los testimonios de algunos de los españoles que han salido en busca de un futuro mejor
Actualizado: GuardarCerca de 40.000 nacionales han salido de nuestro país en los últimos seis meses. Estos son los testimonios de algunos de los españoles que han salido en busca de un futuro mejor
123456Pedro Tourón. Nairobi: «Echo de menos las cosas diarias, pero nunca cerraría el restaurante»
La pareja pamplonesa, en Kenia - ABC Pedro Tourón llegó a la capital de Kenia, Nairobi, con su mujer, Patricia Sainz de Robredo (también española), en febrero de 2012. «Yo trabajaba en una bodega de vinos y mi mujer en la Universidad de Navarra. Entonces, le propuse hacer algo distinto en un país en el que pudiéramos echar una mano», reconoce a ABC Tourón.
Meses después, fundaba la «Mesa española», el primer restaurante 100% hispano en el Cuerno de África. Por su parte, Sainz de Robredo trabaja en la Universidad de Strathmore, una de las más prestigiosas del país. «La idea siempre ha sido la de formar a gente y darles un puesto de trabajo», reconoce este pamplonés de 29 años, informa Eduardo S. Molano.
Desde su llegada al continente africano, la familia Tourón se ha incrementado con dos nuevos miembros. «¿Volver algún día a España? Todo tiene fecha de caducidad. Echas de menos las cosas diarias y la hostelería es un sector muy sacrificado. Pero nunca cerrar el restaurante», asegura el joven.
Rubén de Castro y Cecilia Pérez. Londres: «El comienzo va a ser difícil»
Rubén llegó a Londres tras los pasos de su novia, Cecilia - ABC A sus 27 años, Rubén de Castro aterrizó hace tan sólo unos días en el aeropuerto de Gatwick para iniciar una nueva vida en Reino Unido junto a su novia Cecilia, quien trabaja como neonatóloga en el hospital del NHS de Medway (a treinta minutos de Londres) desde el pasado mes de septiembre.
Rubén estudió INEF y fisioterapia, y aunque aún tiene que pulir un poco su inglés, afronta con una gran energía e ilusión esta nueva aventura. «Sé que el comienzo va a ser difícil. No me importa ponerme a trabajar de otra cosa hasta que mejore el idioma y ya pueda encontrar algo de profesor de educación física en algún colegio», informa Ana Mellado.
De las malas condiciones laborales no se libra ni el sector sanitario. «En España sólo ofrecen contratos de tres meses, mientras que aquí ofrecen de un año y en seguida me han propuesto renovar por otro más», comenta Cecilia que ha renunciado a algo tan importante para ella como su familia.
Anmol Batria. Dubái: «El estilo de vida es muy diferente, pero hay trabajos con buenos salarios»
Anmol Batria, una odontóloga valenciana de 29 años, ahora en Dubái - ABC Anmol Batria, nacida en Valencia hace 29 años y odontóloga especializada en endodoncia, aterrizó en Dubái a primero de año. A la aventura. No tenía ningún puesto de trabajo a la vista. Pero lo consideraba mejor opción que continuar en España. Llevaba cinco años empleada en una clínica en Valencia que estaba de capa caída, por lo que decidió marcharse y puso rumbo a Emiratos Árabes Unidos, donde contaba con el respaldo de familiares. Abrirse al mercado laboral internacional era uno de sus objetivos. Y hoy, sólo unos meses después, se siente muy satisfecha de la decisión que adoptó en su día.
No todo fue un camino de rosas. El primer problema con el se enfrentó nada más llegar a Dubái fue que necesitaba convalidar el título. Puso manos a la obra y lo consiguió. Tuvo incluso que superar un examen. Pero no fue problema. Estaba sobradamente preparada. Con todos sus papeles en regla acometió la tarea de encontrar trabajo. En septiembre lo logró. Desde entonces ejerce en una policlínica situada en la lujosa zona de Jumeira. «El estilo de vida es muy diferente al de España, pero hay trabajo con buenos salarios», asegura mientras pasea por el Downtown, a los pies del Burj Khalifa, informa Rafael P. Unquiles.
Emiratos Árabes Unidos no deja de recibir españoles en busca de empleo. En el último año el número de inscritos en la Embajada radicada en Abu Dhabi, la capital del país, se ha multiplicado por dos, un movimiento migratorio que ha provocado que a día de hoy alcancen la cifra de 4.000. Pero no son todos lo que están. El embajador de España, José Eugenio Salarich, calcula que por cada uno registrado hay tres presentes en el país, lo que eleva la cantidad real a 12.000.
Ana Pareja. Berlín: «Hacía falta una librería española»
Ana Pareja ha montado con Adrián de Alfonso y Marta Millet una librería en Alemania - Ana Portony Se llaman Adrián de Alfonso (35 años), Marta Millet (35) y Ana Pareja (34). Los tres son amigos hace ya años unidos por el gusto en la literatura. Los tres se encontraron de pronto arrastrados por distintas circunstancias en Berlín. Y los tres han fundado una librería española en la capital alemana: Bartleby, inaugurada hace pocos días.
De Alfonso estudió Ingeniería Superior Industrial Mecánica, llegó a la capital alemana en 2010 y está comenzando solidificar su carrera como músico, «aunque para ganarme la vida de momento trabajo en un hotel». Millet también llegó en 2010, después de haber estudiado Geografía: «Trabajo organizando eventos, en un bar-restaurante y disfrutando de mi tiempo libre», informa José-Pablo Jofré.
Pareja lleva un año: «Ha sido una gran experiencia que parece que no se va a agotar», la editora –ahora a distancia– de Alpha Decay (Barcelona) estudió filología inglesa y literatura y llegó a Berlín ya que su novio consiguió una plaza como investigador en la Universidad Libre: «la excusa ideal para pasar unos años en Berlín».
Lo del idioma lo lleva con entusiasmo: «Estoy aprendiendo alemán muy poco a poco, tengo una vida bastante ajetreada, aunque mi objetivo y buen propósito para el 2014 es acabar hablando alemán mejor que Thomas Mann». Según Pareja, «la idea de la librería surgió el verano pasado. Marta, Adrián y yo pensamos que hacía falta una librería española que ofreciese un espacio cercano y nutrido de buenos libros para todos los nuevos inmigrantes españoles y latinoamericanos que están llegando a la ciudad». Y así lo han hecho: la librería está ubicada en la Boppstrasse número 2, en el corazón de Kreuzberg.
Íñigo Romero. Londres: «Este país ofrece unas condiciones impensables en España»
Íñigo Romero, en Londres - ABC Íñigo Romero siempre tuvo en mente el vivir una temporada en Londres. Las precarias condiciones laborales en España le parecieron la excusa perfecta para llenar las maletas de ambición y cambiar el sol de Tenerife, donde trabajaba como autónomo, por los cielos plomizos de la capital británica.
Este ingeniero de 31 años comenzó trabajando ocasionalmente como camarero para un catering, pero en tres semanas cambió los platos por los planos de construcción. «Este país ofrece unas condiciones impensables en España. Un amigo mío trabajaba como médico en Reino Unido y me recomendó probar suerte en Londres», comenta.
No se equivocó. Una empresa británica le ofreció un contrato, que ahora le acaban de renovar, para trabajar exactamente para aquello en lo que había invertido su tiempo estudiando. De momento, no tiene planes de vuelta, informa Ana Mellado.
Eduardo Tártalo. Singapur: «No me planteo volver por el momento, aquí hay más oportunidades profesionales»
Eduardo con sus hijos Juan y Guillermo en Singapur - ABC Eduardo Tártalo, madrileño, de 39 años, llegó a Singapur hace algo más de dos años. Habla cuatro idiomas y tiene estudios superiores universitarios. Casado con Carolina, es padre de dos hijos, Juan (7 años) y Guillermo (5 años), que estudian en un colegio internacional. Trabaja como director general para el Sudeste Asiático en una empresa suiza de relojes de lujo.
Eduardo valora la seguridad, la organización y la multiculturalidad del país asiático y considera que es un lugar perfecto para la vida familiar. Los primeros meses fueron difíciles ya que sus hijos no hablaban inglés y ellos no tenían amigos. Sin embargo, ahora, sus hijos son perfectamente bilingües y ya consideran Singapur como su casa, «porque es donde tienen los juguetes, imagino», dice Eduardo.
Lo más duro fue dejar a la familia. «Con Skype o Whatssapp tenemos mucho contacto y podemos vernos y hablar a menudo, pero lo peor es la sensación de que tus hijos se pierden algo importante al estar lejos de sus abuelos, sus tíos y sus primos», señala.
Sin embargo, Eduardo no se plantea volver a España de momento, ya que tiene una mayor proyección profesional trabajando en Singapur y por la oportunidad y el enriquecimiento cultural que está ofreciendo a sus hijos, informa Carmen Calvo.
En Singapur hay más de un millar de españoles registrados oficialmente, aunque parece que son muchos más los que han llegado en el último año en busca de trabajo y aún no han acudido al registro consular.