Name: Helado de frambuesa
Total time: 20 min
Yield: 4
Cuisine: española
Ingredients: 250 gramos de frambuesas frescas o congeladas; 200 gramos de azúcar; 250 ml de nata para montar; 250 ml de leche entera; 2 cucharadas de zumo de limón; 1 pizca de sal; 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

Para 4 1.2€/pers. 200kcal/100g

Ingredientes

250 gramos de frambuesas frescas o congeladas
200 gramos de azúcar
250 ml de nata para montar
250 ml de leche entera
2 cucharadas de zumo de limón
1 pizca de sal
1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

Hoy os traigo una receta que no solo refresca, sino que también enamora: el helado de frambuesa casero. Sí, sí, ¡habéis oído bien! Vamos a hacer un helado casero que va a dejaros más felices que un niño en una tienda de chuches.

Hace unos años me topé con una heladería artesanal que hacía el helado de frambuesa más delicioso que jamás había probado. Resulta que el maestro heladero me contó que la clave estaba en usar frambuesas frescas y una buena dosis de paciencia. Desde entonces, me propuse recrear esa maravilla en casa.

Las frambuesas son originarias de Europa y Asia. Este fruto, que pertenece a la familia de las rosáceas, se ha cultivado desde tiempos inmemoriales y ha sido un tesoro para los amantes de los dulces.

El helado de frambuesa tiene una historia interesante; en el siglo XIX, cuando se empezó a popularizar el helado en Europa, las frambuesas ya eran un ingrediente estrella. Se decía que la nobleza francesa y británica tenía debilidad por este helado por su sabor fresco y su toque elegante.

Si os habéis quedado con ganas de más delicias heladas, no os preocupéis. He encontrado un par de recetas que os pueden interesar. Echad un ojo a la receta de yogur helado o frozen yogurt con frambuesas y arándanos: Una opción deliciosa para variar un poco y disfrutar de la mezcla de distintos frutos. Y si eres más clásico, prueba el helado de plátano, otra combinación fresca y sabrosa, ideal para los amantes de la fruta.

Receta casera de helado de frambuesa

Elaboración paso a paso

Primero, vamos a lavar bien las frambuesas. Si usáis frambuesas congeladas, dejadlas descongelar a temperatura ambiente durante unos 15-20 minutos. Una vez estén listas, las colocamos en un bol grande y añadimos el azúcar. Dejamos que reposen unos 10 minutos para que el azúcar extraiga los jugos de las frambuesas.
Tras los 10 minutos, añadimos el zumo de limón a las frambuesas y trituramos todo junto con una batidora hasta obtener un puré suave. Es importante que no queden trozos grandes, queremos un helado bien cremoso y uniforme. Si no os gusta la textura de las semillas, podéis pasar el puré por un colador para eliminarlas. Pero, vamos, ¡un poco de fibra nunca viene mal!

Ahora, en un cazo, calentamos la leche a fuego medio, pero ojo, no queremos que hierva, solo que esté calentita. Cuando la leche esté lista, la retiramos del fuego y añadimos la nata, la pizca de sal y la vainilla si os apetece darle un toque más dulce y aromático. Mezclamos bien para que todos los ingredientes se integren.
Una vez que tengamos la mezcla de leche y nata, la añadimos al puré de frambuesas. Removemos bien hasta obtener una mezcla homogénea. Aquí es cuando empieza la magia, porque todos esos sabores empiezan a fusionarse en algo absolutamente delicioso.
¡Al congelador! Pero antes, si tenéis una heladera, vertemos la mezcla en la máquina y la dejamos trabajar durante unos 30 minutos o hasta que tenga una textura cremosa. Si no tenéis heladera, no pasa nada. Vertemos la mezcla en un recipiente apto para el congelador y la dejamos enfriar durante unas 4 horas, removiendo cada 30 minutos para evitar que se formen cristales de hielo. Un truco: cuanto más removamos, más cremoso quedará.

Como veis, no hay excusa que valga para poder preparar un refrescante y sabroso helado de frambuesa. Sólo hay que tener paciencia y remover cada 30 minutos para que la textura sea la adecuada.

Consejos para un helado de frambuesas perfecto

Y ahora, los consejillos del maestro heladero. ¿Queréis darle un toque extra a vuestro helado de frambuesa? Añadid unas hojas de menta fresca picada a la mezcla. La menta y la frambuesa combinan a la perfección y le darán un aroma fresco y delicioso.
Otra opción es añadir trocitos de chocolate blanco justo antes de congelar la mezcla, ¡una explosión de sabor en cada cucharada!
Y para los más atrevidos, unas gotas de licor de frambuesa pueden hacer maravillas. Recordad también que cuanto mejores sean las frambuesas, mejor será el helado. Intentad conseguir frambuesas de temporada, frescas y maduras.
¿Y si alguien en la familia es vegano o intolerante a la lactosa? No pasa nada, amigos. Se puede sustituir la nata y la leche por leche de coco o leche de almendra. Os aseguro que el helado quedará igualmente delicioso y con una textura súper cremosa.
También podéis experimentar con otros frutos rojos como moras o fresas, ¡la creatividad en la cocina no tiene límites!

Consejos prácticos para evitar que se endurezca demasiado

Guárdalo bien tapado para que no coja escarcha ni pierda aire.
No lo dejes meses en el congelador, cuanto más tiempo pase, más duro se pondrá.
Evita descongelar y volver a congelar, porque esto genera cristales de hielo grandes que destrozan la textura.
Usa recipientes planos: cuanto más delgado sea el bloque de helado, más fácil será que se ablande rápido.
Añade un poco de azúcar o miel en los helados caseros: el azúcar ayuda a que no se congele tanto.
Si ya es demasiado tarde y tu helado parece un ladrillo, aquí te dejo unos truquillos para suavizarlo.

Última revisión: 10 septiembre 2025

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