
Cuando el Madrid hizo grande la Copa de Europa
Di Stéfano lideró un equipo legendario que prestigió al torneo. Cinco títulos consecutivos, 36 goles en 35 partidos
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123456El nacimiento de una leyenda
El equipo del Real Madrid que ganó la Copa de Europa de 1956 - abc El universo del fútbol afirma que la llegada de Di Stéfano al Real Madrid transformó al fútbol español. No. Revolucionó el fútbol mundial. El Real Madrid fue uno de los fundadores de la Copa de Europa, que nació en septiembre de 1955. El club hizo grande al torneo. La Copa de Europa convirtió en legendario al Real Madrid. Y Di Stéfano se erigió en el futbolista de la leyenda. «Alfredo», como le llamaban, lideró un equipo que conquistó las cinco primeras ediciones. El éxito señaló al Real Madrid como el mejor once del mundo. El récord, todavía no igualado, elevó a la condición de mitos al Madrid y a Di Stéfano. Dio prestigio a la competición en todo el planeta.
Di Stéfano prestigió la Copa de Europa con 36 goles marcados en los 35 encuentros que disputó en esas cinco ediciones. Las reacciones del equipo en situaciones límite, al borde del desastre, dieron aura al club y al torneo. En la Copa de Europa se hicieron famosas las «santiaguinas».
55-56: París

Di Stéfano abrió la remontada blanca en la primera Copa de Europa - abc Dice la historia que el Madrid conquistó la primera el 13 de junio de 1956, en París, frente al Stade de Reims (4-3), en una gesta. Es cierto. Los blancos perdían 0-2 a los diez minutos, con Kopa todavía como enemigo, en un estadio francés y ante un rival francés. Los hombres de Villalonga comenzaron a alimentar la historia con una remontada encabezada por Di Stéfano, que acortó distancias. Rial empató el encuentro. Tras el 2-3 local, Marquitos anotó el 3-3. Y Rial selló el 4-3 triunfal. Pero los futbolistas del Madrid afirman que disputaron dos finales. La anterior la sufrieron en cuartos de final, en Belgrado, ante el Partizán, el 12 de febrero, bajo la nieve, sobre el hielo.
El equipo español había vencido 4-0 en el Bernabéu. Muchos creyeron que todo estaba hecho. Nada de eso. En la vuelta, en el duro invierno yugoslavo, el magnífico Partizán ganó por 3-0 e hizo sudar a los madridistas a seis grados bajo cero. El carácter de los hombres de Villalonga les salvó del desastre. En semifinales eliminaron a otro grande, el Milán, 4-2 en España y derrota por 2-1 en Milán. Y en el Parque de los Príncipes empezaron a escribir el libro de oro. Di Stéfano tenía el bolígrafo de platino. Marcó cinco tantos en seis partidos.
1956-57: «Santiaguina»

Marquitos y Di Stéfano llevan la segunda Copa de Europa, conseguida ante la Fiorentina - abc La segunda Copa de Europa pudo acabar con la leyenda del Madrid en la primera ronda. Había superado por 4-2 en la ida al sensacional Rapid de Viena, en el Bernabéu. Y el duelo de vuelta se convirtió en una guerra. Ernst Happel dirigió a los austriacos en un combate que en el descanso había noqueado al cuadro español, que perdía por 3-0 con diez hombres, por la lesión de Oliva. No se permitían cambios.
Bernabéu bajó al vestuario en el intermedio y lanzó una «santiaguina» que significó una dosis de adrenalina: «Hay algunos que en vez de venir a jugar al fútbol lo han hecho para asisitir a una verbena. No sólo están representando al Madrid, sino a España». La bronca dio resultado. Di Stéfano marcó el 3-1 en el segundo tiempo y forzó el enfrentamiento de desempate, que «el Real» se adjudicó por 2-0. Después, el cuadro español eliminó al Manchester United, 3-1 en casa y 2-2 en el viejo Trafford. La final se disputó en el Bernabéu, ante 77.654 espectadores. Ganó el Real Madrid por 2-0, con goles de Di Stéfano y Gento. Alfredo anotó siete en ocho encuentros. La leyenda blanca continúa.
El equipo madridista se presentó a la tercera edición, 1956-57, con Santamaría como central y Carniglia al mando del banquillo.
1957-58: Épica y gloria

El Atomium de Bruselas fue testigo de la tercera Copa de Europa - abc Es la Copa de Europa que eleva definitivamente a la gloria a Di Stéfano. Protagonizó diez tantos en siete partidos. Uno de ellos, en la abrupta final ante el Milán, en Bruselas, ganada por el conjunto madrileño en la prórroga (3-2) tras ir perdiendo dos veces, 0-1 y 1-2. Di Stéfano anotó laprimera igualada. Rial, la segunda. Gento decidió en el minuto 107.
Don Alfredo cuenta que el campeón jugó una final anticipada, ante el soberbio Vasas de Budapest, en semifinales. El Madrid triunfó por 4-0 en el Bernabéu, pero el Vasas venció 2-0 en Hungría y fue un enemigo de miedo.
1958-59: un gran Atlético

Tras una complicada semifinal ante el Atlético, el Madrid se proclamó campeón de Europa de 1959 ante el Stade de Reims - abc Puskas llega al Madrid en 1958, gordo, sin forma. Carniglia no cree en él. Bernabéu le dice: «Póngalo a punto». Vaya si se puso a punto. Escribió nuevas páginas de platino del Madrid, al lado de Di Stéfano. Dicen las estadísticas que el equipo blanco ganó la cuarta Copa de Europa por 2-0 ante el Stade de Reims. Es cierto. Di Stéfano anotó la primera diana. Y rubricó otras dos en «la otra final», la que jugaron el Madrid y el Atlético en una semifinal emocionante. Los madridistas vencieron 2-1 en el Bernabéu. Alfredo marcó el 1-0. En la vuelta los rojiblancos se impusieron 1-0. El desempate se disputó en Zaragoza. El campeón de Europa triunfó 2-1, con un tanto de Di Stéfano, que acumuló seis goles en siete partidos.
1959-60: la final eterna

Di Stéfano marcó tres goles en la final más bella de la historia, ante el Eintracht en el 7-3 de Glasgow - abc La edición 59-60 pasó a la historia del balompié por la final más bonita de la historia. La BBC televisa todos los años el 7-3 que el conjunto español endosó al Eintracht en Glasgow. Tres goles fueron de Di Stéfano. Los otros cuatro los cañoneó Puskas. Muñoz definió quien era Alfredo: «Con Di Stéfano jugamos con dos hombres en cada puesto. Corre por todos». El equipo había superado al Barcelona por sendos 3-1 en semifinales. Alfredo protagonizó ocho dianas en seis encuentros. Y puso nombre a una era inigualable, con cinco títulos para la eternidad.




