«Vivir es fácil con los ojos cerrados»: razones para darle otra oportunidad
La película de David Trueba, triunfadora en los Goya con 6 premios, regresa a la gran pantalla con más copias que en su estreno
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12345678Una historia positiva
Trueba, con los protagonistas de su historia A menudo se acusa al cine español de producir sin descanso dramones lacrimógenos. Vivir es fácil con los ojos cerrados se aleja de esa línea con una historia positiva, optimista, la de un profesor, fanático de los Beatles, que se lanza a perseguir su sueño (conocer a John Lennon) y, por el camino, acoge bajo su ala a dos chavales que buscan su lugar en la vida. Una película para salir del cine con una sonrisa.
Basada en hechos reales

Javier Cámara interpreta a un personaje real: Juan Carrión, profesor de inglés Lo mejor de Vivir es fácil con los ojos cerrados es que parte de una historia auténtica y fascinante: la de un profesor de inglés en los años 60, Juan Carrión, que trasladaba su pasión por los Beatles a la docencia. Su problema: transcribir las canciones con exactitud. Cuando supo que John Lennon se encontraba en Almería para rodar Cómo gané la guerra, de Richard Lester, se lanzó a la carretera, ni corto ni perezoso, para conocerle y hablar con él. David Trueba conoció la historia y decidió llevarla al cine.
David Trueba, por fin vencedor

Trueba se quita la etiqueta de «eterno perdedor» - efe Ocho veces había sido candidato David Trueba al Goya. Ocho decepciones. Hasta el pasado domingo, cuando el «eterno perdedor» subió no una, ni dos, sino tres veces al escenario para recoger sendos cabezones por el mejor guión original, la mejor dirección y la mejor película. Trueba es uno de los mejores de su generación y al fin los premios del cine español le han hecho justicia. «Llevaba 20 años esperando esto», confesó.
Javier Cámara: a la sexta llegó el Goya

Javier Cámara, con el ansiado galardón - reuters Javier Cámara no tenía un historial de sinsabores tan abultado como el de Trueba, pero también tenía motivos para sentirse un tanto desamparado. Acudía por sexta ocasión a la gala y por fin pudo sonreír. « Me tapé un poco para no llorar», desveló en ABC. En lo más alto del escenario, «cabezón» en mano, pidió que le dejaran tomarse su tiempo para saborear su sueño. Al día siguiente publicó una foto para convencerse a sí mismo de que era real.
Natalia de Molina, estrella emergente

Natalia de Molina apenas puede contener las lágrimas el pasado domingo - reuters Apenas había rodado otro filme (Temporal) cuando acudió por primera vez en su vida a la ceremonia de los Goya... Y, a la primera, cantó «bingo». Natalia de Molina, mejor actriz revelación, tiene un prometedor futuro por delante y ocupa, desde ya, un lugar destacado en cualquier lista de intérpretes nacionales a tener en cuenta. Sus lágrimas durante la gala, de lo más emotivo.
El tirón de los Beatles

Los Beatles, en una imagen de archivo - abc ¿De dónde procede el título de la película, Vivir es fácil con los ojos cerrados? ¿Acaso es una genialidad de Trueba? El director y guionista acertó, sin duda, porque tiene gancho, pero la tomó prestada nada más y nada menos que de Los Beatles, de su canción «Strawberry fields». No en vano el protagonista es un fan absoluto. Y, al igual que el profesor Carrión, millones de personas en todo el mundo desde que el grupo de Liverpool saltó a la fama. Los Beatles siempre son una buena excusa para acudir al cine.
El toque nostálgico

El elenco, ante un local que capta el espíritu de la época No es casualidad que Cuéntame cómo pasó haya arrasado en televisión con su recreación histórica de España desde finales de los años 60. Las películas con base histórica tienen tirón. En esa misma década está ambientada Vivir es fácil con los ojos cerrados, que sabe captar a la perfección el espíritu de la época. Vale la pena zambullirse en su metraje para recordar cómo se vivía hace más de 40 años.
Los paisajes de Almería

Javier Cámara, frente al típico paisaje desértico de Almería El paisaje desértico almeriense se hizo famoso en el cine gracias al western (y su variante del spaghetti western de Sergio Leone y compañía). El enclave era ideal (y más económico) para recrear las eternas planicies a las que se enfrentaron los pioneros y cowboys que buscaban fortuna en un joven Estados Unidos. Por Tabernas y otros parajes se dejaron caer Clint Eastwood, Mel Gibson, Harrison Ford, Elizabeth Taylor, Richard Burton... La lista de filmes es interminable. Trueba recupera uno de los escenarios más emblemáticos del séptimo arte.






