En Polonia 2009, la fase de grupos fue un calvario para la selección, que estuvo a punto de quedarse fuera del torneo en el que luego fue campeón. El año pasado, en Eslovenia, pasó algo parecido. España ha jugado con fuego de manera habitual en muchos de los grandes torneos en los que ha participado, pero no quiere que este Mundial de España 2014 sea igual.
Para allanar ese deseo, a España le sonrió el calendario. El estreno de esta noche (22.00 horas, Cuatro) ante Irán no debería poner en problemas a los de Orenga y tampoco el de mañana ante Egipto. Dos encuentros sencillos que deben servir para que los que menos han jugado por lesión - Rudy, Abrines o Felipe- cojan el ritmo de competición. "Estoy bien. Me gustaría haber jugado los últimos partidos también, pero por precaución preferimos no forzar. Me siento bien y con ganas de aportar lo que me pide el entrenador en la pista", reconocía horas antes del encuentro Rudy Fernández, recuperado y que apunta al cinco titular.
Orenga desveló que el de Irán será un partido para hacer pruebas y para repartir esfuerzos. "El camino es muy largo y hay que tenerlo en cuenta", apuntó. Por eso, habrá que ver si Claver, Abrines o Reyes, hombres que disputarán menos minutos según avance el torneo, están listos también.
Enfrente espera el campeón de Asia. Un equipo cimentado entorno a la figura de Haddadi, exjugador de la NBA donde fue compañero de Marc Gasol. El iraní es un buen pívot, pero muy lento. Presa fácil para el juego interior de España, que debería darse un buen festín esta noche en el Palacio Municipal de Granada.





