Un Metro... de película
El suburbano ha sido «protagonista secundario» en la filmografía española. En él se ha rodado en blanco y negro y en color en imágenes que quedarán para el recuerdo y que reflejan toda una época
Actualizado:El suburbano ha sido «protagonista secundario» en la filmografía española. En él se ha rodado en blanco y negro y en color en imágenes que quedarán para el recuerdo y que reflejan toda una época
123456789«Un millón en la basura»
La estación de Sevilla en 1967, situada entonces en el número 14 de la calle de Alcalá El número 14 de la calle de Alcalá albergaba en los años 60 la boca de Metro de Sevilla. José María Forqué, que dirigió la película «Un millón en la basura» elige este lugar para que los protagonistas del filme, Irene Gutiérrez Caba, en su papel de ama de casa, y su marido, José Luis López Váquez, un barrendero, acudan desde a entregar el millón de pesetas que éste se había encontrado. Pretendía quedárselo para solucionar sus problema económicos pero su esposa le convenció de lo contrario. El fotograma ya es historia porque el aparcamiento que se hizo en el centro de la plaza desplazó el acceso al suburbano a otra: la de Canalejas.
«Tiovivo c. 1950»
Elsa Pataky, ejerciendo de taquillera en una estación de 1953 José Luis Garci también recurrió al Metro para rodar algunas escenas de la película que rodó en 2004 ambientada en los años 50, en plena posguerra: «Tiovivo c.195o». En ella recrea una estación de la época, en concreto del año 1953, y a la taquillera, cuyo papel realiza Elsa Pataky, dentro del habitáculo. Es uno de sus muchos personajes que intentan salir adelante como pueden un país sombrío, triste y de color sepia.
«Barrio»
La estación de Chamberí, a pleno rendimiento La que fuera hace años la «estación fantasma» de Chamberí, aparece en «Barrio», de Fernando León de Aranoa, un drama que estrenó en 1998 y que tuvo un gra éxito. En ella, los personajes de Javi, Manu y Rai dejan en el suburbano el testimonio de sus miserias, de sus sueños, sus aspiraciones o sus fracasos. Son compañeros de instituto y comparten la vida del barrio y la dificultad de salir de él. Ahora la estación se puede visitar: es un museo.
«Nos miran»
Un pasillo desierto con un personaje caminando anticipa el peligro En «Nos miran», de Norberto López Amado (2001), parte de la acción transcurre en el Metro en donde un personaje recorre un pasillo vacío y se presiente el peligro. Protagonizada por Carmelo Gómez, Icíar Bollaín y Karra Elejalde, la trama la centra un inspector de policía que se enfrenta al caso más inquietante de su carrera: la desaparición de un empresario. Ésta esconde tras de sí un misterio mucho mayor del que puede asimilar. Descubre que todas aquellas personas que se marcharon sin dejar huella, esconden un horrible secreto relacionado con los terrores e inquietudes de su propio pasado.
«Más de mil cámaras velan por tu seguridad»
Las vías del suburbano forman parte de la trama de esta cinta Una misteriosa voz telefónica cita a un grupo de jóvenes universitarios en un zoológico desierto en mitad de la noche. Esa reunión y el robo de la moto de una de las chicas (Mónica Estarreado) de la pandilla acabará desembocando en una peligrosísima persecución por las vías del Metro de Madrid. Ese es el arranque del thriller de David Alonso, estrenado en 2003. El director tomó el título del famoso lema de la compañía metropolitana en esa época.
«Un vampiro para dos»
En la película un matrimonio trabaja en la compañía: ella es taquillera; él, revisor En «Un vampiro para dos», de Pedro Lazaga y José María Palacio (1965), el Metro es uno de los protagonistas ya que Pablo (José Luis López Vázquez) y Luisita (Gracita Morales), trabajan en él: el primero como revisor y la segunda como taquillera. Agobiados porque sus horarios no les permite verse, emigran a Alemania en busca de otro empleo. Acaban en casa de un barón, el vampiro de Düsseldorf (Fernando Fernán Gómez). Sin embargo, su afición por el ajo, impide que caigan en su garras. En la película salen las estaciones de Sol y Plaza de España.
«El arte de morir»
Fele Martínez, el protagonistas de esta película de terror «El arte de morir» (Álvaro Fernández Armero, 2000), es una película de intriga y terror en estado puro en la que sus personajes también dejan huella en los vagones y andenes. En ella se narra la historia de Nacho (Fele Martínez). Hace cuatro años que nadie sabe nada de él. La Policía había dado carpetazo al asunto, pero ahora sus amigos son llamados a declarar por un comisario que retoma el caso. Mientras tanto, empiezan a suceder cosas extrañas entre los investigados.
«Ópera Prima»
El cartel promocional del filme, emulando la estación La estación de Metro de Ópera proporciona a la cinta dirigida por Fernando Trueba (1980) su título. Incluso en la primera secuencia, en la que los personajes de Óscar Ladoire y Paula Molina se encuentran, la acción se desarrolla en la boca del suburbano. Éste está presente en toda la película ya que la pareja vive en la plaza que da nombre a la película, la primera rodada por Trueba y planea sobre la toda la trama. Esta comedia se ha convertido en uno de los ejemplos de la denominada «comedia madrileña».
«Báilame el agua»
Pilar López de Ayala y Unax Ugalde en el Metro Recorremos una década para llegar al año 2000 con «Báilame el agua», de Josecho San Mateo, un drama en toda regla. Una vez más, los trenes forman una parte fundamental de la trama, ya que en ellos viajan a diario David (Unax Ugalde) y María (Pilar López de Ayala). No se conocen pero se atraen. Un día él se decide y le entrega un poema que ha escrito para ella, titulado «Báilame el agua». Él vive en la calle y ella no duda en seguirlo, pero, poco a poco, ambos caerán en una espiral de drogas, prostitución, mafia y marginación.