Cuatro historias de la muerte a la vida en siete minutos
isabel permuy

Cuatro historias de la muerte a la vida en siete minutos

Samur resucitó en 2013 a 170 personas muertas tras un infarto. Estos son los testimonios de algunos de estos milagros

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Samur resucitó en 2013 a 170 personas muertas tras un infarto. Estos son los testimonios de algunos de estos milagros

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  1. «La descarga me dejó nueve minutos sin vida»

    isabel permuy

    El joven Alejandro García, de 16 años, iba con unos amigos a una estación de Coslada donde había trenes abandonados. Subió encima de uno de los vagones y se golpeó en la cabeza con la catenaria. No contaba con que tendría electricidad. La descarga le entró por la cabeza y le salió por las rodillas. «Estuve sin vida nueve minutos», rememora con los ojos brillantes. «Un trabajador de Adif me realizó el masaje cardíaco y llegó rápido el Samur». Se sometió a Alejandro a la técnica de hipotermia tras el masaje (bajar su temperatura corporal a 32.34 grados) para atenuar el impacto del infarto. «Hoy estoy aquí gracias a ellos. Ahora veo la vida distinta. Disfruto más cada instante», manifiesta.

  2. «La bala me destrozó por dentro, pero sigo vivo»

    Arriba, el superviviente, en traje, y los médicos que le asistieron
    Arriba, el superviviente, en traje, y los médicos que le asistieron - isabel permuy

    La intervención del colombiano Diego Fernando Marín, de 45 años, es, sin duda, de las más extremas a las que se ha enfrentado un médico del Samur. La doctora Elena Gómez Granizo, en la imagen, tuvo que realizarle una toracotomía, abrirle a corazón abierto para realizarle el masaje directamente en el órgano. Una decisión rápida. «Era la única opción para salvarle. Si veíamos la lesión la taponábamos en el instante, aunque fuera con el dedo. Mientras, íbamos llamando al hospital para que tuvieran todo preparado a su llegada. La coordinación es muy importante», detalla la especialista. Diego fue el objetivo de un disparo en 2008. Estaba en un bar de Huertas con unos amigos cuando se desató una reyerta. Una de las balas le alcanzó el pulmón y el corazón. Estuvo diez meses en el hospital. Gracias al Samur salvó la vida, aunque no la movilidad. «Tomo a diario 36 pastillas. La bala me destrozó por dentro, pero aquí estoy. Hago mi vida, aunque sea sentado en este descapotable», afirma con ánimo.

  3. «Sufrí muerte súbita mientras hacía gimnasia»

    Alejandro Marín, el agente que sufrió un episodio de muerte súbita
    Alejandro Marín, el agente que sufrió un episodio de muerte súbita - isabel permuy

    El agente de policía nacional Alejandro Marín, de 33 años en la actualidad, se encontraba entrenando en el gimnasio cuando de repente: «Sufrí un episodio de muerte súbita». Estuvo muerto siete minutos. Llevaba seis años en el Cuerpo. Nunca había sido diagnosticado de ninguna enfermedad coronaria. Gracias a la rápida actuación de Samur, que llegó en tiempo récord, volvió a la vida sin quedarle secuelas neuronales. Eran las 14.45 horas cuando sucedió, hora punta en Madrid. Pero las ambulancias del Samur volaron. Su recuperación fue un éxito. «Todos los días me acuerdo de lo que me pasó. Sigo siendo policía. Ahora vivo de una forma más práctica, evitando los disgustos y no perdiendo el tiempo con tonterías».

  4. «Una doctora que estaba en la tienda me salvó»

    Este madrileño tuvo la suerte de tener en su librería a su ángel de la guarda:«Una clienta que era doctora me salvó tras desmayarme». Una parada cardíaca lo tiró al suelo.Su mujer, Aurín, en la imagen, le vio tendido, sin vida, sobre el pavimento. Llora al recordarlo. «Menos mal que estaba ella», dice. José Luis no recuerda nada de ese momento. Recuperó la conciencia ya tumbado en la cama de un hospital, tras permanecer varios días en coma. «Es emocionante volver a ver a aquellos que me salvaron la vida».

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