Diez hitos arquitectónicos de Madrid
Skyline de Madrid, con el complejo de las Cuatro Torres - de san bernardo

Diez hitos arquitectónicos de Madrid

Rascacielos infinitos que abren la puerta al siglo XXI conviven con el estilo neoclásico del Prado en un paisaje arquitectónico tan diverso que hace de Madrid una región única

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Rascacielos infinitos que abren la puerta al siglo XXI conviven con el estilo neoclásico del Prado en un paisaje arquitectónico tan diverso que hace de Madrid una región única

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  1. Las Cuatro Torres, puerta a la arquitectura del siglo XXI

    Skyline de Madrid, con el complejo de las Cuatro Torres
    Skyline de Madrid, con el complejo de las Cuatro Torres - de san bernardo

    Norman Foster, César Pelli, Carlos Rubio-Carvajal, Enrique Álvarez y Henry N. Cobb. Cinco nombres para los cuatro rascacielos que, en 2008, cambiaron el «skyline» de Madrid. Enclavadas en el paseo de la Castellana y levantadas sobre lo que fue la ciudad deportiva del Real Madrid, las Cuatro Torres son actualmente los rascacielos más altos de España: 250 metros y 45 plantas la Torre Caja Madrid, 236 metros y 52 plantas la Torre Sacyr-Vallehermoso, 250 metros y 52 plantas la Torre de Cristal y 223 metros y 57 plantas la Torre Espacio.

    En contraste con las típicas casas del barrio de Chamartín, estos cuatro gigantes se levantaron con el objetivo de albergar en su mayoría oficinas, pero también hoteles e incluso zonas verdes. El complejo, que oficialmente recibe el nombre de Cuatro Torres Business Area, está previsto que se complete con el Centro Internacional de Convenciones.

  2. El Paseo del Arte... y de la Arquitectura

    Jardín vertical de Caixa Forum, en el Paseo del Prado
    Jardín vertical de Caixa Forum, en el Paseo del Prado - de san bernardo

    El triángulo de apenas un kilómetro que separa al museo del Prado del Reina Sofía es un rincón privilegiado para los amantes del arte, pero también de la arquitectura. La riqueza artística que atesoran tras sus paredes los tres grandes museos de la ciudad es incuestionable, pero la milla de oro del arte en Madrid tiene también un gran valor arquitectónico.

    El paseo comienza en el museo del Prado, inaugurado en 1819 por Isabel de Braganza, con la intención de ser en principio un gabinete de historia natural por su cercanía al Jardín Botánico. Firmado por el arquitecto Juan de Villanueva (de ahí toma su nombre el edificio), su construcción comenzó en 1785 por orden de Carlos III, pero sufrió un parón por la invasión napoleónica, que a punto estuvo de reducirlo a cenizas. Indudable es también el valor de su ampliación, acometida en 2007 por Rafael Moneo.

    La ruta arquitectónica continúa en el museo Thyssen, ubicado en el Palacio de Villahermosa, que data de principios del siglo XIX y es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura palaciega en Madrid. Y más vidas que las de albergar un museo de arte contemporáneo ha vivido el edificio del Reina Sofía. Antiguo hospital, sirivió también de albergue, fue renovado por Sabatini y no se estrenó como lugar de exposiciones hasta 1986.

    Este paseo singular, rico en arte pero también en arquitectura, se completa con el edificio de CaixaForum. Abierto en 2008 en lo que antes había sido una central eléctrica, sorprende por el jardín vertical de 24 metros de altura que decora parte de su fachada, obra de Patrick Blanc.

  3. Madrid desde Torres Blancas

    Imagen de archivo de Torres Blancas, en la Avenida de América
    Imagen de archivo de Torres Blancas, en la Avenida de América - ABC

    Antonio López se subió al edificio Torres Blancas para retratar Madrid desde uno de sus puntos más singulares. Y aunque la vista que el pintor inmortalizó sobre el lienzo es espectacular, el propio edificio que le sirvió de estudio no se queda atrás.

    Obra del arquitecto navarro Francisco Javier Sáenz de Oíza, autor también de la emblemática torre BBVA, este edificio de viviendas —en el que su propio autor vivió hasta su muerte— se inauguró en 1969, aunque en un principio estaba previsto que también se levantara una torre gemela (de ahí el plural de su nombre). El proyecto contó entonces con el apoyo de Juan Huarte, dueño de la constructora Huarte y uno de los principales valedores de la arquitectura vanguardista española.

    Heredero de Le Corbusier, Torres Blancas es considerado como uno de los mejores ejemplos de arquitectura organicista del mundo. Una mole de hormigón gris que evita o suaviza en la medida de lo posible los ángulos y que recuerda al tronco de un árbol que, con sus raíces hundidas en la tierra, crece orgánicamente hacia el cielo de Madrid.

  4. Los años 30

    El emblemático edificio Capitol
    El emblemático edificio Capitol - ernesto agudo

    En el número 41 de Gran Vía, un gran cartel de «Schweppes» vigila a los viandantes que transitan por uno de los puntos neurálgicos de Madrid: la Plaza de Callao. Ese cartel es seña de identidad de la Gran Vía madrileña, tanto como el edificio en el que se encuentra colgado. El Carrión, o más popularmente conocido como el Capitol (debido al cine que alberga en su interior), es otro de los hitos históricos de la arquitectura de Madrid.

    Luis Martínez Feduchi Ruiz y Vicente Eced y Eced levantaron este edificio entre 1931 y 1933. Racionalista por fuera y de indudable estilo art-decó por dentro, es uno de los mejores exponentes de la arquitectura de los años 30 que conserva Madrid. Fue además el primer edificio con sistema de refrigeración de toda la ciudad... y protagonista indiscutible de una de las escenas clave de la película «El día de la bestia», de Álex de la Iglesia.

  5. Arquitectura en movimiento

    Zona de control de equipaje en la T-4 del aeropuerto de Barajas
    Zona de control de equipaje en la T-4 del aeropuerto de Barajas - daniel g. lópez

    Son puntos de paso, puerta de entrada y salida para todo aquel que quiera venir a Madrid. Pero la terminal T-4 del aeropuerto de Barajas y la estación de Atocha también son ejemplos de arquitectura.

    En 2006, Barajas estrenó su nueva terminal, un espacio formado por un edificio principal y otro satélite que se unen bajo tierra por tren. Es obra del británico Richard Rogers, discípulo de Norman Foster y galardonado en 2007 con el premio Pritzker, el Nobel de la arquitectura. Lord Rogers, que proyectó la idea en colaboración con el estudio español Lamela, calificó entonces la T-4 como una «celebración del viaje». El mismo año de su inauguración la terminal ganó el premio Stirling de arquitectura.

    Más antigua en el tiempo, la estación de Atocha es un perfecto ejemplo de la arquitectura española del siglo XIX. Firmada por Alberto Palacio, que se encargó del diseño y la decoración, y por el ingeniero francés Henri de Saint-James, encargado de idear la nave de acero que cubría las vías, coronada por una fachada ricamente ornamentada. Un siglo después, Rafael Moneo proyectó las obras de ampliación de Atocha con el objetivo de habilitar la estación para la llegada del AVE en 1992..

  6. Un edificio con dos vidas

    Palacio de Telecomunicaciones de Madrid
    Palacio de Telecomunicaciones de Madrid - ABC

    Dos vidas ha tenido este palacio, ubicado en un lugar privilegiado, sobre los terrenos que en su día habían ocupado los antiguos jadines de recreo de El Buen Retiro. La primera, con su nacimiento a principios del siglo XX bajo el nombre de Palacio de Telecomunicaciones y con el objetivo de convertirse en la sede de Correos. En 1904, los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi idearon un edificio que aunara tradición y modernidad y el palacio, construido con piedra, hierro y cristal, fue inaugurado en 1919.

    Declarado Bien de Interés Cultural en 1993, su segunda vida llegó un siglo después de su nacimiento, cuando, rehabilitado y con el nuevo nombre de Palacio de Cibeles, se convirtió en la nueva sede del Ayuntamiento de Madrid, en la primera y hasta el momento única mudanza de la alcaldía de la ciudad.

  7. A la ribera del Manzanares

    Matadero Madrid recupera el antiguo matadero municipal y el mercado de ganados de Arganzuela
    Matadero Madrid recupera el antiguo matadero municipal y el mercado de ganados de Arganzuela - ernesto agudo

    Integrado dentro del gran proyecto que cambió la imagen de la ciudad con las obras de Madrid Río, Matadero Madrid se concibió como una gran centro cultural y de apoyo a la creación que recuperara una de las zonas más infrautilizadas de la ciudad: el matadero y el mercado de ganados de Arganzuela, construidos por el Ayuntamiento en 1908 y 1928.

    Ahora, alberga espacios de lo más variado, como el conjunto escénico de las Naves del Español, la Central de Diseño, la Casa del Lector, la Nave 16, la Nave de Música o la Cineteca. Los edificios están integrados entre sí como si se tratara de una urbe con dimensión propia y la urbanización de la zona dio lugar a los espacios Calle y Plaza de Matadero, donde también se desarrolla la actividad creativa.

  8. Una manzana abierta a la calle

    La Casa de las Flores, en el barrio de Argüelles
    La Casa de las Flores, en el barrio de Argüelles - ignacio gil

    En el barrio de Argüelles se alza un edificio de nombre singular e indudable valor arquitectónico pero, sobre todo, urbanístico. Es la Casa de las Flores, un proyecto que el Banco Hispánico Colonial encargó a Secundino Zuazo. El arquitecto bilbaíno finalizó este bloque de 288 viviendas en 1931. Allí vivió, por ejemplo, el poeta Pablo Neruda, entre 1934 y 1936, durante su estancia en Madrid como cónsul de Chile. Durante la Guerra Civil fue bombardeada y casi destruida, aunque luego fue reparada según el plan original de Zuazo.

    Sin embargo, lo más singular de la Casa de las Flores no son sus habitantes ilustres o los balcones llenos de vegetación que le dan nombre, sino el proyecto urbanístico tan innovador que Zuazo puso en marcha con este edificio. La Casa de las Flores ocupa toda la manzana, pero está dividida en dos bloques que rompen la manzana y abren el patio exterior a la calle. Cada bloque cuenta además con su propio patio interior que convierte a cada vivienda en un espacio ventilado e iluminado, siguiendo una concepción higienista con la que Zuazo quería corregir la tendencia de viviendas interiores y mal ventiladas que abundaban en el centro de Madrid.

  9. La corona de espinas

    Interior de la sede del Instituto del Patrimonio Cultural de España, en Ciudad Universitaria
    Interior de la sede del Instituto del Patrimonio Cultural de España, en Ciudad Universitaria - de san bernardo

    La sede del Instituto del Patrimonio Cultural de España es, además del lugar en el que se vela por la conservación de los tesoros culturales del país, uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura española contemporánea. Proyecto de Fernando Higueras y Antonio Miró, este singular edificio circular es conocido popularmente como «la corona de espinas». Las obras arrancaron en 1967, pero no finalizaron hasta 1985. En ese largo parón, se idearon varias vidas para el edificio: sede del Tribunal Constitucional, de la OTAN e incluso de la Presidencia del Gobierno.

    El edificio se articula en torno a un claustro inudado por la luz. La estructura singular consta de 30 gajos interiores que en la fachada se traducen en 60 módulos. Si el exterior es llamativo, el interior no se queda atrás. Como curiosidad, la biblioteca, también circular, y el vestíbulo sirvieron de escenario para que Almodóvar rodara dos escenas de «La piel que habito». Es además Bien de Interés Cultural desde 2001.

  10. Joyas arquitectónicas en toda la región

    Interior del Auditorio de El Escorial
    Interior del Auditorio de El Escorial - abc

    Los hitos arquitectónicos no se agotan en Madrid capital. En el resto de la región hay joyas que bien merecen planear una visita para descubrir la riqueza arquitectónica de la Comunidad. Por ejemplo, el Puente Puerta de Las Rozas, un puente sin río que se alza sobre la carretera de la Coruña.

    O el Auditorio San Lorenzo de El Escorial, 25.401 metros cuadrados y diez plantas, de las que ocho están enterradas en el suelo, de forma que desde el exterior solo se aprecia una quinta parte del edificio

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