
¿Qué programas de televisión veían los españoles en tiempos de Suárez?
El primer presidente de la democracia, entre 1976 y 1981, vivió otra transición, del blanco y negro al color
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Sancho Gracia, en el papel de Curro Jiménez Quien se piense que las grandes series son exclusivas del siglo XXI no sabe que en tiempos de Adolfo Suárez ya había producciones de la categoría de la británica «Yo, Claudio» (con Derek Jacobi y John Hurt) o la estadounidense «Holocausto» (con Meryl Streep y James Woods). Y cuando no había redes sociales, «Sandokán» se convertía en un fenómeno de masas. Sin salir de España, hoy es indiscutible la calidad de «Curro Jiménez», «Cañas y barro», «Fortunata y Jacinta» y «La señora García se confiesa»... Incluso «Verano azul», estrenada después de la dimisión del presidente, se gestó y grabó durante su mandato. Otras series más ligeras pero de consumo masivo en aquellos años sin competencia ni mediciones de audiencia eran «Los hombres de Harrelson», «La casa de la pradera», «En ruta», «Kojak», «Hawai 5-0», «El virginiano», «Colombo», «El increíble Hulk», «Los Roper», «Un hombre en casa»... Y las que se quedan sin citar.
Informativos
Rosa María Mateo, presentadora de «Informe Semanal» entre 1976 y 1980 Los informativos de la primera época de Suárez no tenían demasiados rostros femeninos en sus filas, con Clara Isabel Francia como una de las contadas excepciones. Eran los tiempos de Lalo Azcona, Eduardo Sotillos, Pedro Macía, Miguel Ángel Gozalo. Pronto llegaría, sin embargo, una nueva remesa en la que destacan, junto a Matías Prats, Rosa María Mateo, Adela Cantalapiedra y Cristina García Ramos. En una televisión más de nombres que de programas, sería injusto no mencionar también «Informe semanal», que empezaba a consolidarse. Entre otros grandes nombres de la época (imposible no ser injusto con los que faltan) destacan los reporteros Miguel de la Quadra Salcedo, Javier Basilio y Diego Carcedo. También merece la pena recordar el programa de entrevistas «A fondo», con Joaquín Soler Serrano.
Entretenimiento
Kiko Ledgard, al frente del «Un, dos, tres» de Chicho Ibáñez Serrador La cita de los viernes con el «Un, dos, tres» (que ya empezaba tarde para el disfrute de los niños, aunque era viernes) eclipsa con su carisma al resto de programas, pero hay otros clásicos destacables, como «300 millones», que presentaba Pepe Domingo Castaño, «Gente joven» (de cuando nadie sabía lo que era un talent show) y la surrealista mezcla de formatos que conseguía Luis Aguilé en «El hotel de las mil y una estrellas». Aunque quizá fuera superado por Marujita Díaz y su «Música y estrellas».
Deportes
Sebastian Coe, medalla de oro en los 1.500 metros en los Juegos Olímpicos de Moscú Sin necesidad de recurrir a otro canal exclusivo como Teledeporte, la tele de los setenta era rica en retransmisiones deportivas, incluidas disciplinas hoy impensables en La 1 como el hockey (sobre hierba o sobre patines, rara vez sobre hielo), la hípica, la gimnasia y el boxeo. Más presencia aún tenían el ciclismo, el tenis y la Fórmula 1. Y aunque el deporte rey ya era el fútbol, había que esperar al lunes para ver «Estudio Estadio». Del Tour se ofrecía un resumen por la noche, con los comentarios de Joaquín Díaz Palacios. Seguro que el lector más veterano recuerda también nombres como los de Miguel Ors, Juan Manuel Gozalo y Juan José Castillo.
Programas infantiles
Los ya veteranos Epi y Blas En una época en la que era innecesario el horario de protección infantil, los niños que volvían del colegio podían merendar con «Un globo, dos globos, tres globos», que incluía las aventuras de los míticos personajes de «Ábrete Sésamo», que más tarde mudarían su nombre por el de «Barrio Sésamo». «El gran circo de TVE» era otra de esas joyas por las que matarían los niños actuales, pero también había series como «Viki el vikingo», «Orzowei» y la divulgativa «Érase una vez el hombre». «Heidi», por su parte, daba paso a «Marco» justo en aquellos años.
Música
Raffaella Carrà, en una de sus actuaciones para el programa, con algunos espectadores ilustres Es difícil trazar una línea clara entre los programas de entretenimiento y los musicales, géneros en los que destacaba José María Íñigo, responsable de grandes éxitos como «Directísimo», «Aplauso» y «Esta noche, fiesta». En TVE, pese a todo, se tocaban todos los palos, del «Flamenco» al jazz y la ópera, pasando por «Antología de la zarzuela». Eran unos tiempos en los que Lauren Postigo arrasaba gracias a «Cantares» desde el Corral de la Pacheca, mientras Diego Alfredo Manrique y Carlos Tena encontraban otro tipo de público con su «Popgrama».
Cine
Alfonso Sánchez, crítico de cine de al menos una generación En la TVE de los setenta ya había franjas reservadas al cine tan longevas como «Sesión de tarde» y «Sábado cine». En el camino se quedaron «Filmoteca TV» y «Cineclub», que igual ofrecía un ciclo sobre Truffaut que otro sobre cine polaco. Tampoco hay lugar ya para el cine mudo, que entonces encontraba refugio en «Cine cómico». Otro programa irrepetible e inclasificable era «La clave» de José Luis Balbín, en la que no podía faltar la emisión de alguna película relacionada con el asunto que se debatía. Tanta importancia tenía el cine que incluso un crítico, Alfonso Sánchez, era una auténtica estrella, con su inconfundible voz y su pasión por el séptimo arte.
Cultura
Juanito Navarro, a la derecha, protagonista de «Entre bobos anda el juego», representada en «Estudio 1» Sin la presión de los audímetros, TVE se permitía lujos como «Estudio 1», representaciones teatrales filmadas que la cadena pública ha intentado recuperar varias veces. Claro que entonces también existía un programa llamado «Teatro Club», aunque fuera en el UHF, y a la hora de comer era posible encender el televisor y, en lugar de ver noticias del corazón, toparse con la sonata número 5 para violín y piano de Beethoven. Otros programas de aquellos años, menos conocidos, eran «30 años de Historia» y «Encuentros con las artes y las letras».
Divulgación
Aunque parezca mentira, Manuel Torreiglesias ya presentaba a mediados de los setenta «Escuela de salud», aunque desde que terminó en 1977 a su vuelta con «Saber vivir» pasaron veinte años. Otro nombre imprescindible de la televisión del momento es el de Ramón Sánchez Ocaña, quien pasó de presentar el Telediario a estrenar «Más vale prevenir» en 1979, programa que mantuvo en antena ocho años. «La segunda oportunidad», con Paco Costas al volante, también alcanzó grandes cotas de popularidad, pese a que solo duró dos años. «Más allá», que hacía otro tipo de divulgación, permitió a Fernando Jiménez del Oso (quien ya había colaborado con Chicho Ibáñez Serrador en «Historias para no dormir») mostrar a los españoles en qué consistían la parapsicología y las ciencias ocultas.
Documentales
Féliz Rodríguez de la Fuente, nombre sagrado del medio gracias a «El hombre y la tierra» El naturalista y divulgador Félix Rodríguez de la Fuente ya era muy conocido antes de la llegada de Suárez al poder, pero es durante su mandato cuando coinciden la mayoría de temporadas de su programa más importante, «El hombre y la tierra». Su accidente mortal en 1980 dejó a TVE sin uno de sus rostros (y voces) más destacados. La cadena pública emitió miles de documentales, pero nunca hubo otra persona capaz de adueñarse así del formato.