Diez tópicos castizos para no perderse
Durante unos días, Madrid muestra su cara más popular, y las calles del casco histórico recuerdan a las de cualquier pueblo en fiestas
Actualizado:Durante unos días, Madrid muestra su cara más popular, y las calles del casco histórico recuerdan a las de cualquier pueblo en fiestas
12345678910«Una morena y una rubia...»
Don Hilarión, la Casta y la Susana, arquetipos madrileños - JAIME GARCÍA Madrid también tiene alma de pueblo. Debajo del asfalto, del tráfico caótico y las prisas, aún queda algo de la esencia de lo que fue no hace tantas décadas. Y aunque buena parte de los madrileños nunca lo han disfrutado, merece la pena darse una vuelta por Lavapiés o Las Vistillas en los próximos diez días, y sumergirse hasta el fondo en los tópicos del casticismo madrileño.
Y si hay uno, por excelencia, es el de las viejas zarzuelas, en especial «La Verbena de la Paloma». De ahí que uno de los primeros actos de las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma , sea, precisamente, la elección de quienes durante las fiestas serán, oficialmente, «Don Hilarión», «La Casta» y «La Susana».
La plaza de Cascorro
Plaza de Cascorro, corazón de las fiestas de San Cayetano - Víctor lerena La plaza de Cascorro,el corazón del popular Rastro, es también el centro neurálgico de las fiestas de San Cayetano este año . Ha sido el lugar elegido para su arranque, con el pregón. Cascorro reune chiringuitos donde tomar un refrigerio entre baile y baile, y también es uno de los puntos del itinerario que recorre la procesión de San Cayetano, este miércoles, tras recorrer la Ribera de Curtidores y antes de adentrarse en la calle Embajadores.
La «limoná»
Chulapas haciendo sangría en las fiestas - EFE No hay verbena madrileña que se precie sin su correspondiente barreño de sangría o, más tradicional aún, de «limoná». Esta castiza bebida se hace con vino blanco, limones, canela, azúcar al gusto y agua helada. Y para comer, berenjenas de Almagro (Ciudad Real), sardinas a la brasa del Cantábrico, pinchos morunos, o las cada vez más escasas gallinejas y entresijos.
La devoción
Un sacerdote muestra una imagen de San Cayetano - efe Las procesiones de estos diez días de fiestas madrileñas son a cual más numerosa. Ni el calor abrasador del verano capitalino echa atrás a los vecinos y a los turistas que quieren ver la imagen, o recoger alguna de las flores de las carrozas que le adornan.
San Cayetano, trabajo y pan
Fervor popular durante la procesión de San Cayetano - daniel g. lópez Dicen los que saben que San Cayetano es el patrón de la providencia, y el protector de las parturientas. La tradición marca que si se guarda una flor de las que adornan la carroza con su imagen, se asegura el trabajo y el pan para todo el año. Casi nada, en los tiempos que corren. Por eso no es extraño que haya quien no espere al final de la procesión, y se abalance sobre la carroza en sus últimos tramos, para intentar hacerse con una de las flores.
Por su parte, la procesón de San Lorenzo tiene lugar el sábado 10 de agosto, saliendo de su iglesia, en la calle del Doctor Piga. Un templo que, según cuenta la tradición, fue edificada sobre la sinagoga judía por el propio pueblo. Se la conoce en el barrio como el Templo de las Pulgas por su reducido tamaño.
Los barquilleros
Fiestas de San Lorenzo en el barrio de Lavapies. Barquilleros. - belén díaz Vestidos con el tradicional chaleco ajustado, camisa blanca y parpusa en la cabeza, los barquilleros pregonan su mercancía en cualquier esquina del barrio de Lavapiés durante esta intensa semana de festejos. Algunos llevan aún, junto con su cesta de barquillos, la ruleta con la que antiguamente se jugaba.
Mantones de lado a lado
Mantones de manila y farolillos decorando las calles de Lavapiés durante las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y la Paloma - Belén Díaz La calle Salitre, Argumosa y otras aparecen estos días decoradas con vistosos mantones de manila, que la techan de un lado a otro, formando una original cubierta. Suele ser un trabajo que realizan los propios vecinos, a través de sus asociaciones, con tanto esfuerzo como ilusión, y luciendo así de paso los mantones de cada casa, algunos de ellos auténticos tesoros bordados a mano. El Ayuntamiento de Madrid otorga un premio para las fachadas y balcones mejor decorados , con un premio (300 euros) puramente simbólico.
Los bomberos, siempre con La Paloma
Los bomberos, descendiendo en cuadro de la Virgen de La Paloma, el 15 de agosto - de san bernardo La Virgen de La Paloma es la patrona de los bomberos madrileños. Y los miembros de este Cuerpo son los únicos con competencias para bajar cada año, el 15 de agosto , el lienzo con la imagen de la Virgen, que se venera en esta iglesia desde su construcción, en 1795, y antes aún en la casa particular de Isabel Tintero, la mujer que rescató el lienzo con el que jugaban unos niños en esas mismas calles en 1787.
Los bomberos llevan realizando esta tarea desde 1923, y cargan cada año con los más de 80 kilos que pesa el cuadro con su impresionante marco.
Cañas y caracoles
Como marca la tradición, la alcaldesa come caracoles en La Paloma. Esta vez, desde detrás de la barra. - de san bernardo Esto, más que una costumbre, se ha convertido en parte de un ritual: el alcalde -este año alcaldesa- de la capital visita la Iglesia de La Paloma para asistir a la imsa y al descendimiento del cuadro con su imagen. Y, a continuación, se acercan a un bar muy próximo a tomarse unas cañas con caracoles. Según el año, los gustos particulares de cada regidor y la cercanía electoral, en ocasiones es el primer edil el encargado de «tirar» las cañas desde detrás de la barra.
Miles de claveles
Vecinas y vecinos decoran con claveles un panel junt a la iglesia de La Paloma - De san bernardo De todos los colores, los claveles se utilizan por miles durante estos días, para adornar las carrozas, crear paneles decorativos o colocarlos en solapas y bajo los pañuelos blancos de las «manolas». Hombres y mujeres se afanan en dejar las calles del barrio lo más bonitas posibles.