
Seis rincones para sobrevivir a la ola de calor
Una playa urbana, una pista de esquí o un bar de hielo para refugiarse de los 40ºC que los termómetros van a marcar en Madrid
Actualizado: GuardarUna playa urbana, una pista de esquí o un bar de hielo para refugiarse de los 40ºC que los termómetros van a marcar en Madrid
123456Una playa a la orilla del río

Las nubes de agua pulverizada de la playa de Madrid Río sirven para darse un remojón en verano - ayuntamiento En los ochenta Los Refrescos se quejaban de lo duro que es «sufrir» el verano en un Madrid sin playa. Unos cuantos años después, en el concurso de ideas que el Ayuntamiento puso en marcha en 2005, cuando Madrid Río todavía era un proyecto sobre el papel, los niños madrileños propusieron ponerle solución al problema y crear una playa urbana.
Aquella idea es, desde hace dos años, una realidad. En el gran pulmón verde que es el parque de Arganzuela, a la orilla del río Manzanares, encontramos la única playa urbana de Madrid: 6.500 metros cuadrados de superficie para tenderse a la sombra de sus 300 árboles y, por supuesto, agua.
La playa urbana de Madrid Río cuenta con tres recintos para refrescarse a la orilla del río: una lámina sobre la que tumbarse y darse un remojón, chorros de agua con diferentes efectos y un estanque con nubes de agua pulverizada. Ni siquiera faltan las tumbonas.
Nieve en verano

La de Madrid Xanadú es la única pista cubierta de nieve que existe en España - abc Si sofocar unos cuantos grados el calor dándose un remojón no es suficiente, en Madrid también es posible enfundarse el anorak y calzarse las botas en pleno verano. La pista de esquí del centro comercial Madrid Xanadú abre durante todo el año y puede ser una alternativa para los que tratan de escapar del calor y además quieren practicar deporte sin sudar la gota gorda.
La única pista de nieve cubierta de España y una de las más grandes del mundo cuenta con 18.000 metros cuadrados para practicar esquí y snowboard, también en verano. Dos pistas, una para principiantes y otra para más experimentados, en las que se puede disfrutar de una temperatura que marca -3ºC en el termómetro.
Un bar tallado en hielo

En Tirso de Molina encontramos un bar hecho totalmente de hielo - icebar madrid Más extremo todavía. Para los que no tienen suficiente con la nieve, en Madrid también se puede disfrutar de temperaturas que caen aún más en el termómetro y tomarse una copa en un auténtico bar de hielo.
A escasos cien metros de la plaza de Tirso de Molina, Icebar Madrid es un paraíso tallado en hielo que no se derrite ni siquiera con los calores de agosto. Treinta toneladas de hielo cristal traído de Canadá configuran este bar en el que todo —barra, mesas, bancos...— está hecho de hielo y para el que antes de entrar es necesario equiparse con ropa térmica con la que podemos aguantar un máximo de 45 minutos dentro.
A la sombra del Jardín Botánico

La abundante vegetación del Jardín Botánico hace que las temperaturas sean más suaves - isabel permuy Una «isla de frescor» en mitad del calor de la ciudad. Así se define el Real Jardín Botánico para invitar a los madrileños a escapar de las altas temperaturas dentro de este rincón único en la ciudad.
La vegetación que crece en el jardín consigue moderar el calor por las abundantes zonas de sombra, pero también porque la transpiración de las plantas contribuye a reducir la temperatura. El riego y la fotosíntesis provoca que las plantas bombeen hacia el exterior el agua que toman del subsuelo y eso se nota en la temperatura, que en el Jardín Botánico, aunque se encuentra situado en pleno centro de Madrid, desciende varios grados.
Además, el mes de agosto es perfecto para observar algunas plantas propias de la época, como las dalias, las rosas verdes o la enredadera de trompeta.
Juegos de agua en el parque Juan Carlos I
La fuente con veinticinco chorros de agua del parque Juan Carlos I - efe Los pulmones verdes que salpican Madrid son otra alternativa para pasar los días más calurosos: el Retiro, el parque de El Capricho, la Casa de Campo... y también el parque Juan Carlos I, donde además de tumbarse a la sombra, también es posible darse un chapuzón.
Inaugurado en 1992, con motivo de la capitalidad cultural europea que ostentó Madrid ese año, el parque Juan Carlos I tiene 160 hectáreas y es el segundo espacio verde en extensión de Madrid, tan sólo superado por la Casa de Campo. Cuenta con un lago, un auditorio al aire libre, una colección de plantas exóticas y 19 esculturas abstractas repartidas por todo el parque. También con una fuente con veinticinco chorros de agua para aprovechar cuando el calor aprieta.
Madrid desde las alturas
Este verano, los conciertos de Jazz Círculo se han subido a la azotea del Círculo de Bellas Artes - abc Al caer la noche, no hay nada mejor para escapar del calor que desprende el asfalto de Madrid que disfrutar de una terraza en las alturas.
La azotea del Círculo de Bellas Artes ofrece una de las vistas más privilegiadas de toda la ciudad y este verano ha ampliado su horario y su actividad con la inauguración el pasado mes de junio de una nueva terraza, La Azotea del Círculo. Allí se puede disfrutar de la oferta cultural que programa el Círculo, combinada con la gastronomía que ofrece Tartan Roof, el restaurante que dirige el chef Javier Muñoz-Calero.


