Diez citas imprescindibles en el calendario de fiestas de Guadalajara

Los diablos de Luzón

En Carnaval, a partir de la tarde ya después de la siesta, rompe la calma y el silencio de las tranquilas calles de Luzón el sonido de unos cencerros. Son los «trucos y cañones», los instrumentos que anuncian la llegada de los diablos, unas figuras negras, con dientes largos y cuernos, que danzan por las estrechas vías persiguiendo a los seres humanos que ven por el pueblo. Los jóvenes de la localidad se visten con faldas y camisetas negras en un lugar, a priori, secreto, para después comenzar con la persecución y el tiznar de las caras a los que pillen. Caída la tarde, todos los diablos se reúnen para marcharse en procesión, en una impactante estampa. Una fiesta peculiar que ha dado lugar a impactantes fotografías.

Corrida de toros de primavera y encierro por el campo en Brihuega

La corrida de toros en primavera de Brihuega abre la temporada taurina en Guadalajara, en una de las citas más mediáticas de la provincia. Este año se celebrará el sábado 26 de abril y ya está confirmado el cartel: Diego Ventura, Enrique Ponce, Miguel Abellán e Iván Fandiño lidiarán ocho astados de Victoriano del Río a partir de las 17.30 horas. El festejo se presentó en la pasada Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid como uno de los principales actos que más turismo y expectación atraen a Guadalajara. Pero no acaban ahí los toros para la localidad. También es famoso el encierro por el campo que se celebra el 16 de agosto, declarado de interés turístico regional. Uno de los más antiguos de España, se tiene constancia de su existencia ya desde el siglo XVI.

La Caballada de Atienza

A mediados del siglo XII el joven infante Alfonso VIII se encontraba en Atienza, aislado por el ejército leonés, quien quería dar caza al heredero del trono de Castilla. Los atencinos entonces idearon un plan para sacarle de allí: el día de Pentecostés, simulando una romería, sacarían al niño vestido de arriero. Así pudieron salvar al infante y pasar por delante del ejército leonés y llevarlo sano y salvo a Ávila. Esta es la gesta que cada año y desde hace más de ocho siglos, se viene repitiendo en Atienza, una fiesta declarada de interés turístico nacional. Los vecinos, a pie y a caballo, ataviados con capa y sombrero, cabalgan desde el pueblo hasta la Ermita de la Estrella, y por la tarde se celebran vistosas carreras de caballos. De esta fiesta surge la Cofradía de la Santísima Trinidad, de quien el mismo Rey Juan Carlos es miembro.

Los danzantes de Valverde y Majaelrayo

Ataviados con altos sombreros recubiertos de toda clase de colores, mantones a sus caderas, y tiras de tela a sus espaldas, los danzantes de Valverde de los Arroyos son un espectáculo visual. La fiesta, declarada de interés turístico regional y de origen pagano, fue asumida por la Iglesia católica tras una bula del Papa León XI, en el siglo XVII. Siempre diez días después del Corpus, los danzantes salen a las eras tras la misa para realizar el baile de la Cruz. Después vuelven a la plaza e interpretan la danza de los Molinos, de paloteo, en la que se recrea una «lucha» a través de sus palos, que chocan al son de la música. Continúa la danza del Cordón, en que trenzan ocho cintas de distintos colores, alrededor de un palo que sostiene el botarga.

Por su parte, Majaelrayo también tiene sus propios danzantes y el primer domingo de septiembre se celebra la Fiesta del Santo Niño, donde ocho integrantes de la Hermandad que lleva el nombre de la fiesta bailan la Danza de las Espadas, donde entrecruzan espadas y escudos, en movimientos rítmicos y señoriales, giros, y juegos de ataque y contraataque. En la de los cordones, cintas de colores se enredan y desenredan al compás de los danzantes. Así, hasta un total de doce danzas, de paloteo, del cordón, o de las castañuelas. También declarada de interés turístico regional.

Vacas por el Tajo en Trillo

La plaza de toros se convierte en una zona acotada en el río Tajo cercana al puente de Trillo llamada La Isla, donde los mozos tienen, además de burladeros y talanqueras, el agua o los árboles para evitar la embestida de las vaquillas. La única finalidad de los 90 minutos que suele durar cada año esta particular suelta de reses (única en España y parecida a la práctica de los «Bous a la Mar» en Denia) es que los jóvenes hagan recortes y burlen los embites, ya que al final, las vaquillas vuelven a los chiqueros. La festividad ha ido cambiando de fecha al igual que su relevancia, que ha aumentado en la última década. Aunque desde 2008 tiene lugar en junio, abriendo la programación de la Feria Chica (un fin de semana antes de la festividad de San Juan).

Maratón de los cuentos

Las palabras vuelan incesantemente por el Palacio del Infantado en las 48 horas que dura el Maratón de los Cuentos y en el que participan en cada edición más de mil narradores de todas las edades, condiciones y nacionalidades. Desde 1992 la ciudad se engalana durante el segundo o tercer fin de semana de junio para que la imaginación y la magia discurran a su antojo por doquier. Pero no solo es un maratón de cuentos, sino que la fotografía, la radio, las ilustraciones y la música completan un programa variado y condensado en dos días. Además de talleres, conferencias e incluso un «bicicuento» son otras alternativas complementarias a la narración de historias para mayores y pequeños. ¿Quién dijo que los cuentos son solo para niños?

Fiesta de Nuestra Señora del Carmen, en Molina de Aragón

Un gran ejército, ataviado con llamativas ropas carmesí y blancas, sale cada 15 de julio escoltando la imagen de la Virgen del Carmen por las calles de Molina. Son los caballeros de la Cofradía Militar del Carmen, una congregación que se remonta al siglo XII, y que se distingue en la Escuadra de Alabarderos y la Guardia de Honor por sus levitas blancas con cuellos y puños encarnados, y por su alto morrión negro en la cabeza. Portan, además, alabardas y picas de los siglos XVI y XVII. La banda de trompetas y tambores viste chaqueta encarnada. En el palacio del Ayuntamiento velan el estandarte, relevándose cada media hora, hasta las doce de la noche. Esta fiesta está declarada de interés turístico regional.

Festivales medievales

En julio de 1961, el profesor y filólogo Manuel Criado de Val escenificó en Hita la obra de teatro Doña Endrina. De ahí surgió el Festival Medieval de Hita, el más antiguo de las representaciones de la Edad Media en España y declarado de interés turístico nacional. Teatro, gestas y personajes salidos de siglos atrás transportan a la época medieval al visitante. Este festival tiene su eco en las Jornadas Medievales de Sigüenza, donde los caballeros y las damas vuelven a pasear por la Catedral, el Castillo, la Calle Mayor, Travesañas, las Puertas de la Muralla una semana después que en Hita. Y justo después, para continuar este viaje en el tiempo, tiene lugar el Festival Ducal en Pastrana, donde se recrea el Siglo de Oro español. Los Príncipes de Éboli, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Felipe II y Antonio Pérez vuelven a pasear por las calles del pueblo, para revivir durante tres jornadas el Renacimiento español.

La Procesión del Fuego en Humanes

El segundo sábado de septiembre en los campos de Humanes se puede ver desde el atardecer e iluminando al final la noche una senda de fuego que baja al ritmo que la Virgen de Peñahora baja desde su santuario hasta el pueblo. Los vecinos van prendiendo unas cabañas de madera hasta la entrada del pueblo, donde la Virgen es recibida con el himno de Peñahora, seguido de fuegos artificiales y una gran ofrenda floral. Cierra el espectáculo místico y mágico un cordón de bengalas, en el tramo final hasta la iglesia, despide la procesión, declarada de interés turístico regional.

Tenorio Mendocino

El texto: «Don Juan Tenorio»; el escenario: los edificios de los Mendoza -coetáneos al escrito de Zorrilla- ubicados en la capital alcarreña; la fecha: el día de Todos los Santos y su víspera, entrada la noche mágica donde las ánimas, como la de la propia Doña Inés, pasean por las calles; actores: amateurs y de Guadalajara, con todas las ganas y la pasión del mundo. Todos estos ingredientes más el público, que abarrota todas y cada una de las escenas de la obra, componen el Tenorio Mendocino, la obra que convierte en un teatro a las calles del centro de la ciudad. Declarada de interés turístico regional, la representación este año cumplirá su vigésimo cuarta edición.