La India, a toda máquina hacia una nueva victoria de Modi
Celebradas desde el 19 de abril, esta semana concluyen las elecciones en la mayor democracia del mundo, donde el primer ministro Narendra Modi parte como favorito por su inversión en infraestructuras y ayudas sociales para acabar con el atraso y la pobreza que sufre esta potencia emergente
La India extiende sus pagos digitales a Europa
Enviado especial a Bombay y Ahmedabad (India)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa India encara esta semana la recta final de sus elecciones, que concluyen el 1 de junio después de 44 días en los que han estado llamados a las urnas 960 millones de votantes. Celebradas desde el 19 de abril en siete fases repartidas por ... sus 28 estados y ocho territorios federales, estos comicios, los más multitudinarios del mundo, tienen como favorito al primer ministro Narendra Modi, del Bharatiya Janata Party (BJP) o Partido Popular de la India. Después de diez años en el cargo, no solo aspira a la reelección, sino a ampliar la mayoría con la que arrasó en 2019. La coalición que encabeza su formación obtuvo entonces 352 de los 543 diputados de la Lok Sabha, la cámara más potente del Parlamento. Ahora, se ha marcado el objetivo de ganar más de 400, lo que supondría una supermayoría sin precedentes.
Aunque la participación ha caído con respecto a citas anteriores y los discursos agresivos de Modi parecen indicar cierto nerviosismo, pocos creen en una victoria de la oposición. Agrupada desde el año pasado en una liga de grupos políticos bautizada como India (Indian National Development Inclusive Alliance), su principal formación es el histórico Partido del Congreso de Jawaharlal Nehru, su hija Indira Gandhi y el hijo de esta, Rajiv. Su rostro más popular es el de la cuarta generación de esta saga política, Rahul Gandhi, quien no parece que pueda disputarle el puesto al primer ministro Modi.
Tras una década en el poder, su popularidad no solo no ha decaído, sino que sigue en auge. Su enorme apoyo popular se debe al orgullo que ha insuflado a la mayoría hindú con su discurso nacionalista y al plan de infraestructuras que tiene todo el país levantado en obras.
960 millones de electores, un millón de colegios y 44 días: así vota la India, la mayor democracia del mundo
Pablo M. DíezCon el primer ministro, Narendra Modi, como favorito, desde hoy hasta el 1 de junio se celebran los mayores comicios del planeta, un esfuerzo titánico de organización y cultura democrática
Con grúas y máquinas excavadoras allá donde uno vaya, la India está en construcción. Desde Nueva Delhi hasta Bangalore, pasando por Bombay y Calcuta, Modi no solo le está dando un lavado de cara al país, sino poniendo en pie las autopistas, aeropuertos y líneas de tren y metro que tanto necesitaba la India en su condición de potencia emergente.
Dedicando desde 2019 un 4,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a dichas construcciones, el Gobierno ha iniciado hasta este año proyectos presupuestados en 1,8 billones de dólares (1,7 billones de euros) dentro de su Red Nacional de Infraestructuras.
Unos cambios que los indios notan en su vida diaria. «Antes solía hacer este viaje en un tren nocturno, que parte a las once y media de la noche de Bombay y llega a Ahmedabad por la mañana temprano, pero este es mejor», nos cuenta el ingeniero Jignesh Thakker a bordo del expreso Vande Bharat. A una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, reduce a cinco horas y media el trayecto entre ambas ciudades, que distan 500 kilómetros. Aunque supone un avance considerable con respecto a los anticuados medios de transporte de la India, está muy por detrás de los trenes de alta velocidad que circulan por Europa, Japón o China, que superan los 300 kilómetros por hora. De hecho, el primer «tren bala» nipón ya circulaba en 1964 a 220 kilómetros por hora, bastante más que esos 160 kilómetros por hora que ahora alcanza el ferrocarril indio más rápido.
Si no hay retrasos, uno de los últimos modelos de dicho ferrocarril japonés, el Shinkansen de la serie E5, será el que, entre 2027 y 2028, conecte a 320 kilómetros por hora Ahmedabad con Bombay. Sus obras avanzan a buen ritmo entre futuristas estaciones y pasarelas móviles de acero de hasta 40 metros para transportar y conectar las vigas de cemento por donde discurren las vías, que no están a ras del suelo sino elevadas a varios metros de altura.
Con toda su intensidad, en las estaciones del expreso Vande Bharat bulle el caos habitual pero también la energía de la India, que superó el año pasado a China como el país más poblado del mundo y en 2022 a su antigua metrópoli, el Reino Unido, como quinta economía global. Pero, en el PIB per cápita, se encuentra en el puesto número 140 con solo 2.700 dólares (2.500 euros), a la altura de Nicaragua, Costa de Marfil, Bangladés o Camboya.
Tras crecer el año fiscal 2022-2023 un 7,2 por ciento, uno de los ritmos más rápidos del planeta y casi el doble de la media de las potencias emergentes, su Producto Interior Bruto asciende a 3,7 billones de dólares (3,5 billones de euros). Para 2027, y con una previsión de crecimiento de entre el 6,8 y 6,5 por ciento según el Fondo Monetario Internacional (FMI), su objetivo es rebasar a Japón y Alemania y convertirse en la tercera economía del mundo, solo por detrás de Estados Unidos y China.
Buena prueba de su peso cada vez mayor es que la India aportó el año pasado el 16 por ciento del crecimiento global y su principal Bolsa, radicada en Bombay, superó en diciembre a la de Hong Kong y es ya la cuarta con mayor capitalización del mundo: cuatro billones de dólares (3,75 billones de euros). «Esta es la Bolsa más antigua de Asia y un país como la India necesita al menos dos mercados de valores, por lo que no vemos la necesidad de fusionarnos con la de Calcuta», explicaba el pasado verano la reguladora jefa de Bombay (BSE), Kamala Kantharaj, a un grupo de medios internacionales, entre ellos ABC.
A pesar de la pobreza que todavía sufren los 800 millones de personas que dependen del reparto público de comida y otros subsidios, que Modi ha regado durante la última década con 34 billones de rupias (370.000 millones de euros), en la India se aprecia algo que falta en casi todos los países: optimismo sobre el futuro.
«El mayor reto al que nos enfrentamos es también nuestra mayor oportunidad. Se trata de los recursos humanos de una población joven, o dividendo demográfico. Esta es una gran oportunidad si se les educa y forma. Con la experiencia adecuada, seremos no solo las manufacturas, sino también los servicios del mundo»
Bharat Bhasker
Director del Instituto Indio de Gestión de Ahmedabad
«El mayor reto al que nos enfrentamos es también nuestra mayor oportunidad. Se trata de los recursos humanos de una población joven, o dividendo demográfico. Tenemos una población muy joven, la mayor del mundo, en la India. Esta es una gran oportunidad si se les educa y forma. Con la experiencia adecuada, seremos no solo las manufacturas, sino también los servicios del mundo», responde a ABC Bharat Bhasker, director del Instituto Indio de Gestión de Ahmedabad.
Al ser una de las principales instituciones educativas del país, de aquí han salido importantes economistas y empresarios y sigue atrayendo no solo a estudiantes, sino también a jóvenes profesionales que quieren mejorar su educación. «Dejé mi empleo en Bangalore, que estaba bien pagado, para seguir formándome y tener mejores oportunidades», nos confía en la cantina del Instituto uno de sus alumnos, D. Saketkhvishnu, quien trabajaba en el gigante informático Oracle en el Silicon Valley de la India.
«Nuestro reto es transformar la demografía de la gente joven en una fuerza realmente productiva. Nuestra oportunidad es que, si somos capaces de hacerlo, nos convertiremos en el centro de la economía global y en su principal fuerza motriz», razona el director del Instituto, Bharat Bhasker.
Pero la India no solo se enfrenta a gigantescas desigualdades, sino también a un elevado paro juvenil del que no se libran ni los más preparados. A tenor de la Organización Mundial del Trabajo, el 65,7 por ciento de los jóvenes parados en 2022 contaba con una educación alta.
Pobreza, desequilibrios y paro
Junto a la pobreza, los desequilibrios y el desempleo, el otro gran problema de la India es la creciente división entre hindúes y musulmanes. Aunque Modi ha sabido explotarla electoralmente con su discurso hindú para ganarse al 80 por ciento de la población, supone jugar con fuego en un país donde 200 millones de personas profesan el islam y se han vivido sangrientos estallidos de violencia interreligiosa. Esta tensión también la sufren otras minorías como los sijes y los cristianos.
De igual modo, los críticos con Modi le acusan de autoritario y de debilitar a la oposición con causas penales y fiscales, por lo que han advertido de que la democracia india estará en peligro si vuelve a ganar, y más si es por supermayoría.
Quizás por ese motivo, pero sobre todo por su crecimiento económico y transformación, algunos expertos ya claman que la India es la nueva China. Pero por indudables que sean sus logros, como la cumbre del G-20 del año pasado en Nueva Delhi o sus nuevos trenes a 160 kilómetros por hora, también revelan su retraso y sus carencias. Esa velocidad es bastante menor que los 220 kilómetros por hora que alcanzaban los primeros «trenes bala» japoneses en 1964. Y la cumbre del G-20 del año pasado, que es rotatoria, es el evento internacional más importante que ha tenido lugar en el país a falta de unos Juegos Olímpicos o un Mundial de fútbol, como sí han celebrado otras potencias emergentes como China, Brasil o Sudáfrica. Pero una cosa está clara: aunque venga desde muy atrás, la India va a toda máquina.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete