Cinco hombres clave de Putin sancionados por el conflicto de Ucrania
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Cinco hombres clave de Putin sancionados por el conflicto de Ucrania

Un ideólogo del Kremlin, un viceprimer ministro, un asesor económico del presidente, un banquero y el propagandista número uno del reino.

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  1. Vladislav Surkov, el ideólogo del Kremplin

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    A Surkov, el llamado «cardenal gris» del Kremlin, se le atribuye la política aplicada por Putin de vaciar completamente el Parlamento de partidos opositores, crear la organización juvenil fascistoide «Nashi» (los nuestros) y acuñar los términos «democracia dirigida» y «democracia soberana», eufemismos que pretendían ocultar el verdadero carácter autoritario del régimen de Putin. Cayó transitoriamente en desgracia en diciembre de 2011, cuando, tras la manipulación de las elecciones legislativas, las calles de Moscú, por primera vez en décadas, se llenaron de manifestantes exigiendo que Putin desapareciese de la escena política. El presidente ruso puso otra vez a Surkov a su lado el pasado septiembre, después de tenerle año y medio deambulando en el Gobierno.

  2. Dmitri Rogozin, viceprimer ministro

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    Rogozin fue líder de la formación ultranacionalista «Ródina» (Patria) y, en 2005, durante la campaña de unas municipales, protagonizó un colosal escándalo por un vídeo de propaganda de su partido llamando a «limpiar Moscú» de chechenos y otros ciudadanos del Cáucaso Norte. La justicia rusa consideró «xenófoba» su proclama y retiró su lista de los comicios. Tras aquel revés, se dedicó a atacar a la Alianza Atlántica, organización a la que considera «el principal enemigo de Rusia». A pesar de todo, Putin le nombró en 2008 representante ante la OTAN. Rogozin, que entre otras lenguas habla español, dice que no le importan las sanciones porque, según sus palabras, «no tengo bienes fuera de Rusia ni interés en viajar a Europa o Estados Unidos». La oposición le atribuye propiedades en Canadá.

  3. Serguéi Gláziev, asesor económico

    a.savin

    Gláziev fue ministro en la época de Borís Yeltsin y entonces se le consideraba un liberal. Fue candidato a las presidenciales de 2004, en las que obtuvo solamente el 4,1% de los votos. El ganador de aquellas elecciones fue Putin, a cuyo servicio se puso en 2008. El nombramiento de asesor le llegó en julio de 2012. Cuando, el pasado diciembre, comenzaron las manifestaciones en el Maidán contra el ahora depuesto presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, Gláziev aconsejó emplear la fuerza contra la protesta sin titubeos. Según su opinión, Ucrania se encontraba entonces «al borde del abismo». Ahora el consejero presidencial cree que el país vecino se convertirá pronto en un estado fallido.

  4. Yuri Kovalchuk, el banquero de Putin

    afp

    A Kovalchuk, multimillonario y principal accionista del banco Rossía, se le considera amigo personal de Putin. En su entidad tienen cuentas la inmensa mayoría de los altos funcionarios rusos y, tras el anunció de las sanciones, el jefe del Estado anunció ayer que él también abrirá una. El Bank Rossía es uno cuyos clientes ayer se encontraron con que no podían utilizar sus tarjetas Visa y Mastercard para sacar dinero de los cajeros. La revista Forbes calcula que Kovalchuk posee una fortuna de más de 1.000 millones de euros. Es además propietario de aseguradoras, canales de televisión y de una operadora de telefonía móvil.

  5. Dmitri Kiseliov, el propagandista número uno

    abc

    Entre todos los sancionados, Kiseliov es tal vez el más escandaloso. Esta semana dijo que «Rusia convertirá Estados Unidos en ceniza nuclear». Hasta diciembre, fue subdirector del canal público Rossía, en donde presentaba el programa «Vesti Nedeli» (Noticias de la Semana). Desde esa tribuna lanzó una potente proclama contra los homosexuales. El pasado 9 de diciembre, tras disolver la agencia Ria-Nóvosti, Putin le puso al frente del nuevo medio de comunicación surgido, «Rusia Hoy». Los analistas afirmaron que el cambio tuvo como objetivo reforzar la propaganda. Según el máximo dirigente ruso «los medios estatales deben estar dirigidos por patriotas».

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