Los diez grandes escollos para la integración musulmana en Europa
Del rechazo a quitarse el velo en las escuelas a la ocupación de aceras para la oración ritual, o el descontrol de los imanes, estas son algunas de las polémicas relaciones con una población que no cesa de crecer en el Viejo Continente
Actualizado:El velo islámico
Una mujer con niqab en las afueras de París. El uso del niqab en público ha sido prohibido en Francia - afp El debate sobre el uso del velo islámico en las escuelas europeas está muy vivo en Francia desde mediados de los años 90, y en menor medida en otros países con fuerte presencia de población mahometana. Varios países han prohibido, además, el uso en público del velo integral -el niqab y el shador- por razones de seguridad pública. Francia es el país que se singulariza por su decisión, en 2004, de prohibir cualquier tipo de velo en las escuelas públicas, una prohibición que -en nombre del carácter laico del estado- se extiende a la «kippa» judía y al crucifijo «ostentoso» cristiano. Diversos expertos consideran que tanto el velo femenino, como cierto tipo de barba, se han convertido para muchos musulmanes en signos de lucha política, de rechazo de la integración en la cultura europea y de afirmación de una «identidad distinta».
La formación de los imanes
Estudiantes de una escuela religiosa (madrasa) en Cachemira - reuters En la corriente mayoritaria del islam, la suní, el imán es el responsable de mezquita y de la formación religiosa de quienes a ella acuden. Guarda, en cierta medida, alguna similitud con el párroco católico. La mayor parte de los imanes que trabajan en Europa proceden del extranjero, y han sido formados en escuelas con dudosas credenciales, también académicas. Las organizaciones musulmanas de Alemania y Francia están en la vanguardia de la formación de sus propios imanes. La mayoría de los que vienen de fuera no conocen bien ni la lengua ni la tradición y la cultura del país donde trabajan. En ese contexto, el riesgo de que la formación y los sermones -en especial en mezquitas improvisadas- caigan en manos de imanes islamistas o radicales sigue siendo muy alto.
Pacientes musulmanes en hospitales
Un hospital de Kouba, en Argelia, donde se practican circuncisiones - reuters Aumentan los casos de musulmanes europeos que se niegan a que sus mujeres o hijas sean tratados en los hospitales por personal no exclusivamente femenino. Lo que constituye una norma de pudor, que los europeos tratan también de proteger en la medida de lo posible -las mujeres médico no cesan de aumentar en la sanidad pública-, se convierte a veces en una cuestión de «principios» para la que se invoca una norma religiosa. En ocasiones no es la mujer sino el marido el que trata de imponer su voluntad, contraviniendo también la cultura europea de la igualdad de sexos. La solución apuntada en Rotterdam de crear «hospitales europeos para musulmanes» se considera disparatada y peligrosa.
Construcción de mezquitas y minaretes
El minarete de una mezquita en la localidad austriaca de Telfs - REUTERS La mezquita es el lugar de culto público de los musulmanes, pero no cumple las mismas funciones que el templo cristiano ya que es además foro para actividades culturales, educativas, y en algún caso políticas. Este carácter «sui generis» produce con frecuencia problemas con las autoridades locales europeas, cuando se trata de obtener permisos para la construcción de mezquitas allí donde se concentran comunidades musulmanas.
La erección de mezquitas dignas es importante para evitar la actual proliferación de lugares de culto marginales en bajos comerciales o garajes, muchas veces caldo de cultivo para la acción de imanes o de organizaciones islamistas radicales. Uno de los problemas en torno a las mezquitas surge cuando se invoca un presunto «derecho» a obtener ayudas públicas para la construcción de templos musulmanes, para las que los ayuntamientos de izquierdas sienten una empatía y sensibilidad mucho mayor que los conservadores. Otra cuestión que inquieta es la financiación de mezquitas en Europa a través de organizaciones extranjeras, normalmente saudíes, vinculadas a movimientos religiosos integristas como el wahabí.
Alimentación y matanza ritual de corderos
Preparación de un carnero para la matanza ritual musulmana en una playa de Senegal - ap La matanza ritual de corderos, que según la tradición islámica debe hacerse con cuchillo para desangrarlos posteriormente, ha creado y sigue creando un conflicto con las normas de higiene y sanidad pública de muchos países. El Reino Unido la prohíbe, en virtud de la cultura inglesa de respeto de los animales. Otros países establecen severas condiciones.
El consumo de comida «halal» -conjunto de normas musulmanas que establecen cómo debe prepararse la comida y qué alimentos o condimentos están prohibidos por la religión-, entran también en colisión con la cultura occidental cuando se reclaman como derechos en la esfera pública. Muchas escuelas europeas con fuerte presencia de alumnado musulmán cuentan ya con un menú opcional que respeta las normas «halal» más estrictas. Hace días, un tribunal francés estableció -tras la demanda de un preso musulmán- que el «halal» debe estar también presente en el menú de una cárcel de Grenoble.
Vivir el ramadán en la sociedad capitalista
Un vendedor de globos echa una cabezada durante el ramadán en un barrio de Nueva Delhi - reuters La práctica del mes del ayuno -el ramadán- condiciona notablemente la vida económica y las relaciones sociales y profesionales en los países de mayoría musulmana. La actividad se ralentiza necesariamente por la abstinencia total de comida y de bebida hasta la caída de la tarde. En Europa, la presencia cada vez mayor de musulmanes en las empresas no ha creado, hasta la fecha, reivindicaciones de grupo, aunque sí ha abierto el debate sobre la incorporación al calendario laboral de «festividades religiosas musulmanas», tal como se hace con algunas cristianas.
Mientras la comunidad musulmana europea siga siendo minoritaria, esas pretensiones no tendrán presumiblemente eco, aunque pueden llegar a tenerlo, con cierta razón, en el horizonte de un incremento demográfico musulmán y un declive de la población de raíces cristianas.
Capellanes musulmanes
El imán de la mezquita de Managua, en diciembre del año pasado, rezando por la salud de Hugo Chávez - reuters Una de las reivindicaciones de las organizaciones musulmanas europeas se refiere a la presencia de capellanes en el ejército, los hospitales y las prisiones, pagados por el Estado y encargados del cuidado espiritual de los mahometanos, al igual que se hace con los capellanes católicos. La demanda parece razonable, siempre que exista un número elevado de musulmanes, algo que hoy por hoy no se da en los ejércitos europeos. Por otra parte, algunos estudiosos recuerdan que la figura del «capellán» -en el sentido cristiano de guía espiritual y administrador de los sacramentos- no existe en el islam. Sería, opinan, grotesco crearlos solo para Occidente siguiendo la misma plantilla de la tradición católica.
A ello se añade la falta de mecanismos de control sobre la calidad de los imanes destinados a organismos del Estado. La cuestión es especialmente delicada en lo relativo a los imanes en las prisiones. No pocos presos musulmanes detenidos por delitos comunes han caído en el fanatismo islámico en las prisiones debido al influjo de predicadores radicales.
La oración comunitaria en las calles
Oración de musulmanes en la Rue des Poissoniers, en Paris La tradición islámica permite reagrupar las cinco oraciones del día en algunos momentos de la jornada. No obstante, y debido a la presión de algunas comunidades musulmanas, algunas empresas europeas -donde hay una mayor presencia de trabajadores mahometanos- conceden ya parones en la jornada para que, quienes deseen, puedan llevar a cabo sus oraciones rituales.
Algunas barriadas de grandes ciudades plantean, además, un problema de orden público cuando, por falta de espacio en las mezquitas, los fieles musulmanes invaden aceras o calzadas para alguna de las oraciones, en particular la de los viernes almediodía.
Rechazo del curriculum occidental
Manifestación en Marsella contra la ley francesa que prohíbe portar el velo islámico en la escuela - afp El aumento de la población musulmana en Europa ha producido una presencia cada vez mayor de alumnos musulmanes en las aulas de los colegios públicos. Cada país tiene una sensibilidad distinta en materia de enseñanza de la religión, según el deseo de los padres, pero en términos generales la tendencia lleva a incorporar con normalidad la asignatura de religión musulmana en muchos centros educativos.
El problema se presenta cuando los padres musulmanes rechazan algunas materias del curriculum obligatorio, basándose en sus convicciones religiosas. La dificultad afecta a veces a materias de historia, cultura o tradiciones europeas, pero los casos más mediáticos han guardado relación con la asignatura de educación física o las actividades extraescolares. Algunas familias musulmanas se niegan a que sus hijas participen en las clases de gimnasia o de natación con sus compañeros varones, aunque el traje de baño sea correcto.
El valor civil del matrimonio islámico
Un paquistaní, con las dos novias con las que se casó en sendas ceremonias religiosas en un caso sonado - AP ¿Qué valor civil debe darse al matrimonio religioso musulmán cuando el Corán acepta la poligamia? El matrimonio de un mahometano con varias mujeres es, en el plano sociológico, raro, debido en gran medida a razones económicas; pero sobre el papel es completamente aceptable desde el punto de vista moral y social.
La Sharía también establece una legislación referente al derecho de familia y a la herencia que choca frontalmente con la tradición cristiana occidental, reflejada en la igualdad de sexos vigente en todos los ordenamientos civiles. Algunas voces sugieren, en particular en el Reino Unido, que la ley civil se abra a la Sharía en el caso de los ciudadanos musulmanes y se dé carta blanca a la cultura machista que forma parte de su sustrato.