
G-eografía de las relaciones internacionales
Del anunciado G-2 al inoperante G-77. La diplomacia empieza por la letra «G»
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Obama y Xi Jinping, en una imagen de archivo - afp Si a Estados Unidos, hasta ahora la gran potencia mundial, le sumamos a China, tenemos el G-2. El siguiente «G» es el 3, tanto en su versión europea (Alemania, Francia y Reino Unido) como americana (México, Colombia y Venezuela). El Grupo de los cuatro lo forman Japón, India, Brasil y Alemania. Al G-7 se le sumaría Rusia para formar el G-8. Y así hasta el Grupo de los 77, los llamados países en vía de desarrollo, o el Grupo de los 130, porque también se ha hecho mayor. Aunque ningún «G» supera a la ONU, con 193 países miembros, la mayor organización internacional. Otra cosa es su eficacia.
La guerra siria, que va por los dos años y medio y más de 100.000 muertos, centra los contactos entre los dirigentes mundiales. Estados Unidos vacila ante un posible ataque al régimen de Al Assad por emplear armas químicas. Lo hace buscando apoyos entre sus socios porque Rusia tiene bloqueada la toma de decisiones en la ONU, incapaz de dar una respuesta consensuada.
Precisamente Rusia acogió la última cumbre del G-8. En la agenda estaba adoptar un plan para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo, y así se hizo, pero el encuentro entre los ocho países más industrializados del mundo acentuó las divisiones sobre cómo actuar en el conflicto sirio.
Y es que el G-8 ya no es lo que era. 2009 es el año en que el G-20 lo desplazó. Surgió como respuesta a la crisis financiera de los años noventa y el crac de 2008 situó a los veinte como el principal organismo para la toma de decisiones. En el G-20 se habla de economía más que de política.
Los BRIC (Brasil, Rusia, India, China), reconvertidos en BRICS por la entrada de Sudáfrica, aspiran a hacerse oír cada vez más. Importan porque son las economías más potentes fuera de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y porque mientras Occidente se hundía en la recesión ellos lograron mantener unas tasas de crecimiento impensables en los países más castigados. Pero ya hay quien apunta que su influencia no irá a más.
Hoy manda el G-20 y en el futuro lo podría hacer el G-2 (EE.UU. y China). Europa querría unirse para un G-3. Como escribía el «Economist», «el G-8 continuará su rápido ocaso hacia la irrelevancia. Y el G-13 no resurgirá de sus cenizas. Mejor ni preguntar sobre el G-77».
G-5

Lula da Silva - reuters Integrado por cinco países emergentes (Brasil, China, India, México y Sudáfrica), se constituyó en 2003 para defender sus intereses agrícolas en la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Han sido invitados a cumbres del G-8, por primera vez, en el 2005. Este grupo de países ha reclamado mayor presencia y hay quien ha reclamado la conversión del G-8 en un G-13.
La iniciativa para su creación fue del expresidente brasileño Lula da Silva. Los mandatarios de los cinco han adoptado posturas coordinadas en la reforma de organismos internacionales como la ONU, el Banco Mundial y el FMI, al considerar que no reflejan la realidad del mundo actual.
Los BICSAM, como se les conoce, se interesan en temas de salud, medioambiente y energía, o calentamiento global. Los cinco suman alrededor del 40% de la población mundial.
BRICS

Vladímir Putin - reuters Brasil, Rusia, India y China forman el grupo de los BRIC. O el de los BRICS, si se tiene en cuenta a Sudáfrica. Fue Goldman Sachs la entidad que acuñó el término BRIC en el 2001. Argumentaba que podrían convertirse en las cuatro economías dominantes hacia el 2050.
«The Economist» se refirió a ellos como el club del billón de dólares porque el PIB de sus economías crecía anualmente por encima de esa cifra. China es fuerte por su volumen de producción y en las exportaciones. Brasil en las materias primas. Rusia se basa en el gas e India apuesta por las nuevas tecnologías.
No es una unión política, sino económica. Aunque también difieren en los económico. Mientras en Rusia los ingresos por persona al año rondan los 15.000 dólares, en India la cifra cae a 3.000. China y Rusia tienen mercados más abiertos, a diferencia de India o Brasil.
La fortaleza de este grupo no le ha hecho impermeable a la crisis. Goldman Sachs, la misma que le dio nombre, señalaba en un informe publicado en el 2011 que «lo mejor de estos países ha terminado ya». La depresión del consumo en Europa dejó tocadas las exportaciones de China, India, Rusia o Brasil.
G-8

Angela Merkel - reuters Lo integran los ocho países más industrializados del mundo: Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Italia, Canadá y Rusia. Este último país no es miembro de pleno derecho; lo intentó, sin éxito, en la cumbre del 2006. Hasta que el G-20 lo «enterró» en el 2009, era el grupo de países con más influencia.
Entre los ocho países suman casi dos tercios de la riqueza del planeta y contabilizan más del 50% del comercio internacional. En las cumbres analizan el estado de la política y la economía internacionales.
El G-7 (sin Rusia) se formó en los años setenta y sus reuniones anuales estuvieron marcadas por los grandes acontecimientos económicos (crisis del petróleo, recesiones…) y políticos (invasión de Afganistán, caída del muro de Berlín, desaparición de la URSS…).
G-15
Se creó en septiembre de 1989, en el marco de la novena Cumbre de Países No Alineados celebrada en Belgrado. Surgió como un mecanismo de consulta y cooperación sur-sur y para servir de interlocutor entre los países del Tercer Mundo y las naciones desarrolladas.
Los quince países que integraron el grupo son: Argentina, Brasil, Jamaica, Perú, México, Venezuela, Malasia, Indonesia, India, Argelia, Nigeria, Zimbabue, Senegal, Egipto y Yugoslavia. En 1997 se incorporó Kenia; en 1998 Sri Lanka. En 1999 Colombia e Irán. Así que el G-15 se convirtió en el G-19. Un vestigio del pasado.
G-20

Foto de familia de la cumbre del G-20 celebrada en San Petersburgo - efe El conjunto de países más relevante para la toma de decisiones agrupa al 90% del PNB mundial, el 80% del comercio global y dos tercios de la población mundial. El grupo como respuesta a la crisis financiera de finales de los noventa y para dar voz a los países emergentes.
Está integrado por los países del G-8, la UE, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía. España, aunque no forma parte del G-20, fue admitida el 2009 en el Foro de Estabilidad Financiera (supervisión de los mercados financieros) y ha participado en las últimas cumbres como país invitado. En las reuniones, de carácter anual, también participan el presidente del Banco Mundial y el director del FMI.
Desde su primera reunión, en 1999 en Berlín, el G-20 ha buscado mejorar la coordinación en las políticas de crecimiento, la gestión de crisis financieras y en la reducción de los abusos y actividades ilícitas en el sistema financiero. También ha pretendido aumentar el nivel de transparencia e intercambio de datos entre países para combatir la evasión fiscal, el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.
En la cumbre del 2009, celebrada en Londres, los países acordaron reformar el sistema financiero y un fondo de 743.000 millones de euros para los organismos multilaterales.



