El armario de Doña Letizia, Reina de la elegancia

El más votado es de Lorenzo Caprile en su primera boda juntos

La metamorfosis en diez años de matrimonio de Doña Letizia ha sido palpable en lo estilístico y estético. Ha suavizado su maquillaje, estilizado su figura, se ha dado unos retoques como una rinoplastia que los expertos tildan de perfecta y ha modificado notablemente su armario. La Reina consorte tiene dos colores fetiche y que le sientan especialmente bien: escogió el blanco para sus momentos de máxima audiencia, como el anuncio de su compromiso el 1 de noviembre de 2003 y la posterior ceremonia de su pedida de mano; y el rojo, que le favorece y que ha elegido para los vestidos largos en aquellas ocasiones de gala en las que debía brillar. Y lo consiguió. A los lectores de ABC.es también les ha gustado sobre los demás modelos propuestos las prendas de este color y longitud, puesto que a estas características se ajustan tres de los vestidos elegidos entre todos los que ha lucido, durante la última década, en fastos de toda índole, actividades institucionales, eventos festivos y viajes oficiales de los hasta ahora Príncipes de Asturias.

Los votantes que han participado en el test de ABC han seleccionado diez looks de todo el armario de la consorte, integrado por miles de «outfits» diferentes. Con esta decena de estilismos la nueva Reina siempre ha conquistado y cosechado numerosos elogios de la pernsa internacional, destacando sobremanera entre los integrantes de la Realeza europea: si en varias revistas ya la han calificado como «la Reina más elegante de Europa», ella, de la mano de sus dos modistos predilectos, Lorenzo Caprile y Felipe Varela, se lo ha ganado a pulso.

La presentación en sociedad de Doña Letizia no pudo ser más impactante. Recurrió a la excelencia y la elegancia elevada a la enésima potencia con sus dos Caprile rojos, un dos piezas (que ocupa la posición número 9 de este ránking) y el de la imagen, un elegante vestido drapeado en crepé satén y tul de seda natural, en rojo, y que fue considerado todo un acierto por los testigos y espectadores. Los lectores de ABC se han decantado también porque éste fue su momento estrella, por la trascendencia de la ocasión y por la espectacularidad con que caminó, con paso firme y del brazo de su prometido, Don Felipe. Primero en la gala previa a la boda de Federico y Mary de Dinamarca en el Teatro Real de Copenhague y luego, en el posterior enlace celebrado el 14 de mayo de 2004. Faltaba apenas una semana para la propia boda de Don Felipe y Doña Letizia y ella triunfó con este look que todos calificaron como de «sencillamente, genial».

En otra boda en Grecia se inclinó por la seda azul

Puesto número 2 del listado: el de seda azul que lució en Grecia con motivo de la boda del Príncipe Nicolás de Grecia con Tatiana Blatnik. Fue el 25 de agosto de 2010 y los entonces Príncipes de Asturias asistieron junto a las Infantas y la Reina Doña Sofía a la isla griega de Spetses para estas nupcias.

Una vez más y así lo piensan cientos de lectores que han refrentando este estilismo, Doña Letizia proyectó la mejor imagen de España en una boda real y en una ceremonia de este estilo, que viene marcada en el protocolo como las de mayor exigencia para la vestimenta.

El vestido que se lleva la medalla de planta tiene inspiración helénica, está hecho a base de gasa azul y es de solo un hombro, con el otro al descubierto. Lo firma su diseñador fetiche, Felipe Varela y, combinado con una extraordinaria pulsera de Cartier y pendientes de aguamarina, dio luz a su resultado final. De diez.

El encaje negro del retrato de su 40 cumpleaños

Pocas pegas pueden ponerse a los modelos de encaje por los que apuesta Doña Letizia, de forma segura y sin riesgos, en innumerables ocasiones, como lo fue el negro del retrato oficial con motivo de su cuarenta cumpleaños que vemos sobre estas líneas y que ha reutilizado un sinfín de veces. Ha sido escogido por los lectores como su tercer mejor vestuario. El encaje, negro o de color, es uno de los «must have» de la esposa de Felipe VI. Se podría decir que la nueva Reina es fan de este tipo de vestidos de encaje, fabricados en este material ya sea parcial o totalmente. El ropero de Doña Letizia alberga modelos que permanecen en la retina del espectador confeccionados con una mezcla de encajes, guipur y croché.

Por ejemplo, en actos señalados como el bautizo de su segunda hija, la Infanta Sofía, la cena a los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) en el Palacio Real cuando Madrid optaba a ser sede olímpica, y sus viajes oficiales a Portugal y Chile.

Vestido azul noche: no por mucho reciclar se desvirtúa el efecto

A ella le gusta ponérselo, combinado con joyas discretas y diferentes peinados. El cuarto mejor modelo para los lectores es este vestido largo azul noche firma de Felipe Varela con el que Doña Letizia se siente especialmente cómoda. Los vestidos de gala de la nueva Reina no permanecen ajenos a las nuevas tendencias y buena prueba de ello es este atuendo, que estrenó bajo un muy ingrato manto de lluvia en el sexagésimo cumpleaños del Príncipe Carlos de Inglaterra en 2008 y que ha repetido en ocasiones posteriores, como varias cenas de gala en Madrid tales como la de recepción al emir de Qatar en 2011 y en la cena de despedida de la coronación de Holanda.

Una cualidad sobresaliente del ropero de Doña Letizia es que sabe combinar a la perfección looks informales con la cazadora de cuerocomo prenda favorita y vestidos como éste en seda y muselina azul noche, con la espalda descubierta. Llevaba como complemento idóneo un «clutch» en cristal negro, también de Varela, y unas sandalias de raso de Magrit. El resultado es óptimo.

Otra vez su triunfo es el triunfo de Varela

Arriesgó en la gala de los Premios Príncipe de Asturias del año 2012. Su gallardía fue obsequiada con la mayor ovación por parte de los expertos y también del público, que ha escogido este elegante estilismo bicolor blanquinegro como su quinto mejor día en lo que a vestimenta se refiere. Este look estaba integrado por un cuerpo de «georgette» de seda negro con bordados y una vaporosa falda blanca con caída de, otra vez, su diseñador de cabecera Felipe Varela.

El toque «vintage» provino de su melena, peinada con grandes ondas y recogida del lado izquierdo con una joya negra, a modo de horquilla, aunque el peinado no fue el más acertado para las facciones marcadas de su rostro.

El rojo pasión y Estocolmo como pasarela

Otra vez, la mezcla del color rojo, vestido largo y una ceremonia real fue la conjunción del éxito estilístico para Doña Letizia. El 18 de junio de 2010, estrenó este modelo en la cena ofrecida por el Gobierno sueco en Estocolmo, antes de la boda real entre la Princesa Victoria de Suecia, Heredera del trono en su país, y Daniel Westling, cuyo matrimonio se hizo efectivo al día siguiente en la Catedral de la capital del país escandinavo.

Doña Letizia casi hace sombra a la contrayente con este vestido rojo pasión «strapless», un poco de cola y chal y bolso «clutch» del mismo pigmento. Esta vez llevó la melena suelta, con bucles y raya en medio. Optó por unos pendientes de aro preciosos para completar el modelo. Es el sexto elegido por los internautas que han participado en esta minuciosa selección.

Cena de gala en Zarzuela y el encaje granate pisa fuerte

30 de marzo de 2011. Con un bellísimo recogido, la Princesa entra del brazo de su marido en el Palacio Real antes de la cena de gala ofrecida en honor al Príncipe Carlos de Inglaterra y su mujer Camilla, la Duquesa de Cornualles.

Media cintura de encaje, la falda drapeada. Y ella luce impresionante. Nuevamente de rojo, más cercano al granate. Y el espectador no se cansa, y lo designa como su séptimo mejor look.

Conjunto blanquinegro de 2008, «el año del cambio»

En el puesto número ocho de la concienzuda compilación se sitúa un conjunto blanquinegro que usó Doña Letizia Ortiz en Zarzuela en 2008, el que se ha considerado «el año del cambio» de su etapa como Princesa. Dicen los especialistas en moda que elevó sus tacones hasta los doce centímetros de altura, al ritmo que marcaba mucho más la forma de su cintura. Siluetaba igualmente su estupenda figura con este conjunto de camisa blanca y falda larga negra ceñido con un cinturón XXL.

A partir de este momento, Doña Letizia también comenzó a aventurarse más en los modelos. Arriesgaba con escotes asimétricos, se inclinaba por el palabra de honor para las galas, pero el detalle por el que apostó fueron los trajes y vestidos entallados, con faldas tubo que dejan ver su cintura de avispa y su bonito tipo. Apuesta por colores más vivos, e incluso se atreve con mínimas transparencias y un aire algo más sofisticado. Algunos empiezan a calificarla como la nueva «it» girl de la moda nacional.

Tampoco tiene reparos en encontrar en su armario nuevos modelos «low cost» con los que ir a ciertos actos de no tanto empaque. En una palabra, da forma a su nuevo estilo.

El dos piezas con el que cautivó por primera vez en Copenhague

Vestida impecablemente con un dos piezas compuesto por una chaqueta encorsetada con brocados de seda, que reproducían dibujos de Avignon, inspirados en el siglo XVIII, y por una falda de color rojo guinda. Así se presentó a la gala previa de la boda de Mary de Dinamarca en la que era su presentación en sociedad, tras el anuncio de la relación entre la presentadora del Telediario de Televisión Española y el Heredero de la Corona en los jardines de la Casa del Príncipe, en Madrid.

La instantánea a la llegada de ambos, caminando enamorados, ella cogida del brazo de él, radiantes, en la senda hacia el Teatro Real de Copenhague, no puede ser más idílica. Los lectores la recuerdan como si fuese ayer. Han pasado diez años, y ella es ahora reina de la elegancia, sin duda.

Derroche de sensualidad con Carla Bruni

Hay veces que la agenda oficial exige un atuendo discreto, a la par que elegante, sin ser demasiado marcado ni sexy, ni atrevido ni llamativo. Requiere que el look no destaque sobre el tipo de acto que se va a celebrar. Y para tales ocasiones Doña Letizia tiene algunos conjuntos favoritos a los que recurre a menudo, y entre todos tiene unos básicos: el traje de chaqueta, los socorridos «twin-set» y los vestidos entallados.

Sobresale la sensualidad que derrochó al recibir a Carla Bruni como esposa del mandatario francés Nicolás Sarkozy. Corría el mes de abril de 2009. La cantante convertida en primera dama gala y la Princesa asturiana eran un calco en figura moldeada y diseño del vestido. Destacó la imagen por lo estético del retrato de ambas subiendo la escalerilla de la fachada del Palacio de La Zarzuela y la similitud de su vestuario. El parangón copó todas las portadas. Para los lectores de ABC, es evidente que Doña Letizia se llevó el gato al agua y deslumbró, porque de entre todos han seleccionado este modelo en tono burdeos como el que cierra este listado de los modelos estrella del armario de la Reina consorte.