Las posibles formas con las que Isabel Pantoja podría pagar su deuda con la justicia

Ganar su querella multimillonaria contra Telecinco

Isabel Pantoja demandó a Telecinco por 5 millones de euros a finales de 2012. Reclama a la cadena la millonaria cantidad por los daños morales que sufrió tras la emisión de la mini serie «Mi gitana». Según Isabel Pantoja, este producto televisivo supuso un delito de injurias y calumnias sobre su vida privada además de contener multitud de datos inexactos.

Si la ganase, no necesitaría hacer nada más para afrontar la multa impuesta por el juez.

Un año de conciertos

Se estima que por cada concierto, Isabel Pantoja cobra 60.000 euros de los cuales 40.000 quedan limpios como beneficios para la tonadillera.

Se calcula que ofrece unos 25 conciertos al año lo que supondría una suma nada despreciable de un millón de euros. Así, suponiendo que la cantante mantuviera su caché y su demanda habitual de recitales, en un año podría afrontar casi la totalidad de la suma que le reclama la justicia.

Exclusivas a precio de oro

La exclusiva que el clan Pantoja dio a la revista «Hola» en noviembre de 2011 le reportó 800.000 euros. En ella daban la noticia del embarazo y la boda de Jessica Bueno y su hijo, Kiko Rivera.

Teniendo en cuenta que el interés de las revistas del corazón por la vida de Isabel Pantoja es un valor asegurado y que sus exclusivas nunca han alcanzado sumas inferiores a los 350.000 euros, protagonizar una de estas portadas podría casi saldar su deuda judicial.

Después de quedarse practicamente a las puertas de la prisión, de la penosa salida de los juzgados el día que se anunció la sentencia y la ruptura de su hijo con Jessica Bueno, ahora más que nunca, su testimonio podría alcanzar cifras astronómicas.

Volver a la televisión

Isabel Pantoja se reconcilió con Mediaset, que le ofreció un contrato por más de un millón de euros en el que se incluían entrevistas en «Supervivientes» (primera intervención para recibir a su hijo), «El programa de AR» y «¡Qué tiempo tan feliz!» de María Teresa Campos. También presentó las Campanadas con su hijo Kiko y Jorge Javier Vázquez. Pero la esperada entrevista en «prime time» para «Sálvame» no llegó a producirse porque Isabel rompió su contrato.

Ahora podría replantearse volver al medio que tanto dinero le ha ofrecido en otras ocasiones para poder hacer frente a la multa. Con Mediaset ya no tiene posibilidades, pero puede que alguna cadena de la competencia quiera contar con su presencia para luchar por la audiencia.

Una biografía autorizada

En 2003 publicó un libro sobre recetas, «Recetas con arte» (de Plaza & Janés). Ante la ausencia de libros sobre su vida, Isabel Pantoja podría aprovechar el interés mediático actual para autorizar su primera biografía o escribir ella misma sus memorias.

Esta apuesta, un más que probable éxito de ventas, le reportaría una importante suma de dinero para su multa.

Un disco con canciones inéditas

Aunque no sabemos si los seguidores seguirán fieles a la tonadillera, hay que recordar que Isabel Pantoja ha vendido más de cuatro millones de discos y ha conseguido más de 40 discos de platino a lo largo de su carrera. Y aunque en los últimos años solo ha publicado recopilatorios, sus discos no han dejado de venderse.

Así, la edición de un nuevo álbum con temas inéditos podría amortizar la suma que le ha impuesto el juez por el «caso Blanqueo», amén de la gira de conciertos de presentación que surgiría a raíz del lanzamiento.

Recuperar su faceta como actriz

En 1990 debutó en la gran pantalla con «Yo soy esa» de Luis Sanz y un año después también actuó en «El día que nací yo», de Pedro Olea.

Isabel Pantoja podría recuperar su hueco en el cine patrio para ampliar sus ingresos. Una aparición de la famosa tonadillera en una película podría estar muy bien pagada.

Vender alguna de sus propiedades

Isabel Pantoja podría hacer frente a la suma que le reclama la justicia a través de la venta de uno o varios de los inmuebles que posee en distintas provincias de nuestra geografía.

A saber, la finca gaditana «Cantora», tres pisos en diferentes calles de Sevilla, un apartamento de lujo en Guadalpín (Marbella), un chalet en la urbanización «la Pera» (Puerto Banús), un apartamento en Estepona, una casa en El Rocío y, por supuesto, la casa de La Moraleja en Madrid.