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Los diez principales errores de maquillaje
María Teresa Fernández de la Vega con labios rosas, sombras d eojos en tonos verdes y raya negra - ERNESTO AGUDO

Los diez principales errores de maquillaje

Exceso de sombras en los ojos, tonos de maquillaje inapropiados, abuso del «eyeliner»... Toma nota de lo que no debes hacer

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Exceso de sombras en los ojos, tonos de maquillaje inapropiados, abuso del «eyeliner»... Toma nota de lo que no debes hacer

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  1. 1. Efecto Arcoíris

    María Teresa Fernández de la Vega con labios rosas, sombras d eojos en tonos verdes y raya negra
    María Teresa Fernández de la Vega con labios rosas, sombras d eojos en tonos verdes y raya negra - ERNESTO AGUDO

    Los estuches de maquillaje que se venden en Navidad incluyen decenas de colores de sombras, coloretes y labios. Cabe recordar que el maquillaje debe poner en valor nuestros mejores rasgos y hacer pasar más desapercibidos pequeños defectos. No se trata de ir con una paleta de colores en la cara ni de conjuntar los colores con el vestido o el bolso. María Teresa Fernández de la Vega suponía en su época de Vicepresidenta una entretenida sorpresa diaria en su maquillaje y su vestuario.

  2. 2. Familia Drácula

    Lady Gaga con una sombra rojiza en los ojos - REUTERS/Carlos Barria

    Algunos colores se deben evitar en ciertas zonas de la cara por no tratarse de los tonos naturales: sombrear los ojos en rojo es el equivalente de llevar un colorete azul en las mejillas. Al césar lo que es del césar.

  3. 3. Vuelven los Sioux

    Catherine Zeta Jones, en 2008, no acertó con el uso de los polvos bronceadores - AP Photo/PeterKramer

    Un hábito muy «patrio» de las españolas es ponernos un capote de polvos bronceadores para sentirnos más favorecidas. El efecto indio Sioux es típico, aunque afortunadamente cada día somos más prudentes con el brochazo.

  4. 4. Labios

    Miley Cyrus con los labios en rojo - REUTERS/Lucas Jackson

    Los labios en colores exagerados están de moda de nuevo, sobre todo el rojo fuerte. Pero ni siempre favorece al tono de la piel, ni queda natural, ni es fácil siempre evitar que manche los dientes.

  5. 5. No sin mi «eyeliner»

    Pamela Anderson y su exceso de «eyeliner» - AP Photo/Evan Agostini)

    Los ojos son el punto clave del rostro. «Eyeliner» y sombras los definen y enfatizan. Pero el abuso del color negro y de los delineadores consigue efectos ridículos.

  6. 6. Geishas y fantasmas

    Drew Barrymore con un tono de maquillaje muy blanco - REUTERS/Eddie Keogh

    Ni «Don Pedro» ni «Periquillo». Lo mismo que los polvos bronceadores en exceso no quedan naturales, maquillar la cara en tonos muy claros –efecto polvos de arroz a la japonesa- ni es favorecedor ni parece saludable. Ajustar el tono de maquillaje al de nuestra piel es lo más indicado.

  7. 7. Mapache

    Eva Longoria, en 2007, con un tono muy claro en la zona de las ojeras - REUTERS/Mario Anzuoni

    Un error habitual que cometemos casi todas al intentar aclarar las ojeras es cubrir con corrector la zona alrededor del ojo de manera demasiado evidente. Lo ideal es encontrar un corrector o un iluminador relativamente similar al tono de piel, ya sea con tono tirando a melocotón o a rosado.

  8. 8. Brillos irisados

    Esperanza Aguirre con ciertos brillos en el rostro - De San bernardo

    Mantener el maquillaje correcto durante horas no es tarea sencilla. Los brillos aparecen con el calor, los esfuerzos o los cambios de temperatura. Si no contamos con polvos compactos o sueltos para retocarnos, unos simples toques con un kleenex o un papel secante solucionan relativamente la cuestión.

  9. 9. Ojos metálicos

    Beyoncé usa mucho las sombras metálicas - ÁNGEL DE ANTONIO

    Del mismo modo que los ojos maquillados en tonos rojos dan un efecto extraño, usar tonalidades con efecto metalizado crea un efecto antinatural a evitar.

  10. 10. Pestañas

    La cantante Adele es una adicta a las pestañas postizas - REUTERS/ Mike Blake

    La máscara de pestañas y las pestañas postizas son muy habituales actualmente. No obstante, un efecto exagerado no favorece y choca por su poco realismo. Menos es más.