Los apartamentos denuncian la «barbaridad» de datos personales del cliente que deben comunicar a la Policía como el móvil, el correo o la factura

El clamor en contra es unánime en el sector del turismo, aparte de las empresas que él representa, desde los hoteles a las agencias de viajes, cámpings, casas rurales o las compañías de alquiler de coches, tal como quedó patente hace unos días en una reunión en Madrid con responsables ministeriales.

«El decreto no nos gusta a nadie», subraya Sotillos, quien además pone el acento en que aparte de incomodarles revelar tanta información privada y confidencial de sus huéspedes -se debe precisa incluso si el o la acompañante es el cónyuge o tienen otra relación-, esta tarea representa una carga de trabajo que ve inasumible. «Con 80 millones de turistas al año, no hay trabajadores en España para poder rellenar los datos que nos piden, que no es escanearlos desde un documento, como sí hacemos con el DNI o el pasaporte«, se queja.

Además, su cumplimiento no parece que pueda tomarse a la ligera, porque la sanción va de 600 a 30.000 euros y hace unos días, desde la Policía Nacional se advirtió en un comunicado dirigido a los profesionales y, en general, a la opinión pública, de la importancia de facilitar estos datos para prevenir robos, por ejemplo. Y aludieron a una banda organizada que se escondía en alojamientos del sector.

Aunque esta normativa viene de lejos, había un decreto de 1959 y una orden internacional de 2003, la propuesta de otro decreto de 2021 ha terminado de rebelar a las empresas del ramo, por su rigor.

«Hay dos normativas de protección de datos, la que nos aplican a todos y otra que es para Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado«, precisa Sotillos, que estuvo presente en esa reunión en Madrid.

El también presidente de la asociación autonómica de apartamentos turísticos Aptur ha puntualizado que «las viviendas turísticas hacen la ficha para la Policía y están obligadas exactamente igual que los hoteles», en alusión a unas declaraciones del presidente de Hosbec, Fede Fuster, en las que abogaba por la «regulación» en algunos de estos alojamientos, aunque el dirigente hotelero no hacía referencia a quienes operan de forma reglada.