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Tanto Rajoy como Artur Mas evitan mirarse en la inauguración del AVE Barcelona - Figueras - Agencias

El frío saludo de Rajoy a Mas

El desafío independentista o las pretensiones económicas de la Generalitat han distanciado a los dos líderes políticos

r.hernández
Actualizado:

El desafío independentista o las pretensiones económicas de la Generalitat han distanciado a los dos líderes políticos

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  1. Una relación estrictamente formal

    Tanto Rajoy como Artur Mas evitan mirarse en la inauguración del AVE Barcelona - Figueras - Agencias

    Nunca han sido amigos. No lo son a día de hoy y nunca lo serán. La relación entre Mariano Rajoy y Artur Mas está marcada por una constante: la frialdad. Aunque en el encuentro de ayer , el Presidente del Gobierno protagonizó el saludo más distante de las tres visitas públicas que han tenido, en los dos anteriores el ambiente no ha sido mucho más cordial.

    La primera vez que Artur Mas pisó la Moncloa con Mariano Rajoy como presidente fue el 1 de febrero de 2012. Desde ese día, y obviando los dos encuentros secretos mantenidos entre ambos, se ha podido ver un distanciamiento cada vez mayor proporcional al aumento de la tensión entre Cataluña y el Gobierno central.

    Cada uno se ha intentado evitar en otros eventos formales como el Foro de Marcas Renombradas Españolas del pasado abril en Barcelona. Si «por mala suerte» se han tenido que cruzar o saludar, siempre ha sido sin malos gestos, sin airear sus claras diferencias, con una sonrisa forzada pero también sin parecer amigos, sin mucha cercanía ni comodidad por ambas partes.

  2. Reunión del 1 de febrero de 2012

    Artur Mas es recibido por Marioano Rajoy en el Palacio de La Moncloa - Agencias

    Rajoy acababa de ser elegido como presidente de España sólo unos meses antes. En la rutinaria rueda de entrevistas con los presidentes autonómicos tras su nombramiento, Artur Mas llegaba a la Moncloa con la voluntad de «colaborar bien y a fondo» en las reformas estructurales que el Ejecutivo central iba a llevar a cabo para evitar que el país fuese rescatado. Pero esta ayuda tenía un precio.

    El líder catalán pretendía aprovechar el momento de aparente concordia y buen clima entre ambos para lograr la disposición de Mariano Rajoy para dialogar el pacto fiscal. El propio Artur Mas declaró que esta «era la prueba de fuego para reconducir las relaciones entre el Cataluña y el resto del Estado». La respuesta de Rajoy fue clara: el pacto fiscal no estaba entre sus prioridades. Este fue el principio del fin de una relación afable «de cara a la galería» pero que bien estaba movida por los intereses secesionistas.

    Pero antes del deterioro, Artur Mas llegó a la entrevista confiado, con aparente cercanía con Mariano Rajoy, tal y como se puede ver en el vídeo. El contacto físico es mayor que en la reunión de ayer, con contínuos «toques», risas o incluso con palmadas en el brazo a la hora de saludarse, algo impensable actualmente.

  3. Reunión del 20 de septiembre de 2012

    La negativa del Ejecutivo ante un Pacto Fiscal fue clave en la relación entre Rajoy y Mas - agencias

    Este era el tercer encuentro, teniendo en cuenta que el 30 de abril de 2012 ambos líderes se habían reunido en secreto. Esta entrevista en la Moncloa había generado muchas expectativas debido al contexto en el que se iba a realizar. Nueve días antes se había producido la mayor «Diada» de la historia en la que se pidió la independencia de Cataluña y estuvo marcada por la rabia hacia los recortes, la austeridad y la «incomprensión» autonómica todo ello adornado con una gran bandera estelada.

    «No es sólo por el dinero, sino que Cataluña necesita un estatus diferente al resto del Estado, más acuerdo con nuestra identidad», afirmaba Artur Mas al ser preguntado por qué llevaba el Pacto Fiscal bajo el brazo. La respuesta volvió a ser clara por parte del Ejecutivo y es que Mariano Rajoy aseguró que «el Gobierno central no tiene margen para conceder el pacto fiscal a Cataluña» además de «no ser compatible con la Constitución Española».

    Tras la reunión, Artur Mas anunció que estudiaría adelantar las elecciones autonómicas. Esta maniobra fue un «examen» autoimpuesto para corroborar el apoyo de la ciudadanía catalana hacia sus medidas y acciones independentistas. Finalmente celebró las elecciones anticipadas.

    En cuanto a la relación entre Artur Mas y Mariano Rajoy destaca el cambio de actitud por parte de ambos, siempre regida por la frialdad, pero esta vez fue aún mayor que en la reunión de Febrero. Rajoy no bajó los escalones para saludar a Mas, tampoco hubo «toques», risas o comentarios de ningún tipo. Posaron rápidamente para la prensa con un mas que forzado apretón de manos. El distanciamiento era cada vez mayor.

  4. Reunión del 30 de julio de 2014

    Tras las contínuas tensiones soberanistas, la relación entre Rajoy y Mas es nula - Agencias

    La reunión de este miércoles se ha llevado a cabo dentro de un mismo clima de frialdad. Artur Mas, desde su última reunión oficial el pasado 20 de septiembre de 2012, ha continuado «tensando la cuerda» con el Ejecutivo e intentando dividir a la ciudadanía española. El tema principal a tratar en esta entrevista no era otro que la consulta independentista .

    El Presidente del Gobierno se ha hartado de decir por activa y por pasiva que «la consulta es ilegal y ni se puede ni se va a celebrar». En cambio, Artur Mas ha insistido día tras día en una «quimera», según Rajoy, primero ofreciéndole intervenir en el proceso secesionista ayudando a reformular la pregunta que se realizará el próximo 9 de noviembre, y mas tarde recuperando el antiguo lema de «España nos roba», que más tarde se vió totalmente desacreditado con la publicación de las balanzas fiscales .

    Como novedad respecto a las anteriores reuniones, Artur Mas ha llevado a la Moncloa una serie de propuestas de colaboración entre el Estado y la comunidad autónoma, sin relación alguna con la independencia de Cataluña. Además, el estallido del «caso Pujol» ha ayudado a desprestigiar el proceso secesionista el cual Artur Mas ha tratado de desvincular del escándalo.

    El distanciamiento y la frialdad en la relación entre ambos líderes ha aumentado un peldaño . El coche ha dejado al líder catalán a unos metros de la escalera que Mariano Rajoy no ha bajado para recibirle. Esta situación ha provocado una imagen, tal y como se puede ver en el vídeo, en la que Artur Mas saluda mirando hacia arriba, lo que se puede interpretar como un gesto del presidente para reforzar su autoridad. Para intentar minimizar esta acción, Mas ha puesto la mano en la espalda a Rajoy pero que no ha recibido ninguna reciprocidad por parte del líder del Ejecutivo.

    La entrevista de este miercoles ha servido para hacer público el distanciamiento ya insalvable entre ambos líderes, con una relación puramente política, sin cercanía humana, sin comentarios fuera del orden preestablecido y con una batería de risas forzadas para las fotografías. La constante frialdad entre Rajoy y Mas ha terminado por congelar la relación.