
Crímenes sin resolver: de la desaparición de Yéremi Vargas a «Los Galindos»
La policía mantiene abiertos cientos de casos sin resolver. Las primeras horas tras la realización de un delito son fundamentales para el éxito de la posterior investigación
Actualizado: GuardarLa policía mantiene abiertos cientos de casos sin resolver. Las primeras horas tras la realización de un delito son fundamentales para el éxito de la posterior investigación
123456Siete años sin Yéremi Vargas
Fotografía de la habitación de Yéremi Vargas - EFE En marzo se cumplieron siete años de la desaparición del pequeño Yéremi Vargas mientras jugaba en un solar cerca de su casa en Vecindario, Gran Canaria. Las investigaciones sobre su posible paradero no han cesado en estos años y la última pista llevó a la policía española hasta Escocia, donde interrogaron a dos pederastas que permanecen en prisión.
Masacre en «Los Galindos»
El pueblo sevillano acude a las cercanías de «Los Galindos» - ABC La tarde del 22 de julio de 1975 se produjo un quíntuple crimen en el cortijo sevillano de «Los Galindos». Cinco personas fueron asesinadas a 50 kilómetros de Sevilla con tres armas diferentes y en lugares distintos de la propiedad. Según las últimas investigaciones que se hicieron sobre el caso, el capataz de la casa de campo Manuel Zapata y su mujer, Juana Martín, fueron asesinados a golpes con una pieza de acero. El tractorista José González y su esposa, Asunción Peralta, fueron golpeados con otra pieza y posteriormente quemados, mientras que el último, el tractorista Ramón Parrilla, murió por tiros de escopeta.
En la actualidad sigue siendo un misterio quién asesino a las cinco personas. Uno de los jueces nombrados para el caso llegó a afirmar que «las primeras horas de la investigación determinaron el fracaso en la búsqueda del criminal». Curiosos y medios de comunicación entraron al lugar y destruyeron pruebas que podrían haber sido fundamentales.
El misterio del niño de Somosierra
La imagen de Juan Pedro Martínez usada durante su búsqueda - RTVE El 26 de junio de 1986, se produjo la desaparición de Juan Pedro Martínez, «el niño de Somosierra» tras sufrir un accidente de tráfico junto a sus padres cuando viajaba en un camión cargado con ácido camino a Bilbao. En uno de los tramos del itinerario, el camión cisterna volcó a gran velocidad. Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez, los padres del menor, fallecieron el el acto pero el niño desapareció sin dejar rastro.
Aunque se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de Juan Pedro, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, jamás se pudo dar con una respuesta concluyente.
La huida del autor material del crimen de Alcacer
Miguel Ricart, único detenido por el triple crimen de las niñas de Alcacer, es conducido por la policía - EFE Míriam, Toñi y Desirée, tres niñas de catorce y quince años, fueron violadas, torturas y asesinas en el municipio valenciano de Alcacer. Las niñas desaparecieron la noche del viernes 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían haciendo autoestop a una discoteca de la vecina localidad de Picasent donde se celebraba una fiesta del instituto. La búsqueda de las conocidas como niñas de Alcácer tuvo una fuerte repercusión en los medios de comunicación nacionales.
Las investigaciones policiales apuntaron a que el triple crimen fue cometido por dos delincuentes comunes: Antonio Anglés y Miguel Ricart (de 26 y 23 años respectivamente). El primero, considerado el presunto autor material de los hechos, huyó en el mismo momento en el que las fuerzas de seguridad procedieron a su localización. Aunque la búsqueda fue incesante, Antonio Anglés aún se encuentra en paradero desconocido. Por otro lado, Miguel Ricart fue detenido, juzgado y condenado a ciento setenta años de prisión.
El triple crimen de Burgos
Concentración en la Plaza Mayor de Burgos por el asesinato de la familia Barrio - Félix Ordóñez Villafranca En la madrugada del 7 junio de 2004, una persona se introdujo en en el hogar de la familia Barrio en Burgos, asesinando a tres de sus miembros mientras dormian: Salvador Barrio Espinosa de 53 años, su esposa Julia dos Ramos Santamarina, de 47, y el hijo pequeño del matrimonio Álvaro Barrio Santamarina, de 12 años.
Rodrigo Barrio, el único superviviente de la familia, fue el principal sospechoso y permaneció imputado hasta que en 2010 la Audiencia Provincial burgalesa ratificó el archivo del caso, por falta de pruebas, aunque de forma provisional hasta que aparezcan nuevos indicios o el paso del tiempo haga que prescriba. Rodrigo Barrio se encontraba interno en un colegio cuando se produjo el asesinato.
El salvaje asesinato de una profesora de inglés en Aranbizkarra
Esther Areitio, durante una fiesta de cumpleaños - abc En la mañana del 8 de mayo de 1998, varios trabajadores del servicio público de limpieza encontraron en la calle Burgos de Vitoria, en el barrio de Aranbizkarra, seis bolsas de basura que contenían el cuerpo desmembrado de una profesora de inglés. Desde entonces, todas las investigaciones y pruebas recabadas han caído en saco roto. Sin imputados, la causa se archivó en noviembre de 2004.
La autopsia reveló que la profesora recibió varias puñaladas antes de ser desmembrada. Quien quiera que la matase se afanó en dejar el piso «inmaculado». El cuchillo de monte empleado en el crimen apareció sobre la cisterna del cuarto de baño de la fallecida. «No se hallaron huellas por ningún lado», deslizan efectivos de la Policía autonómica.