Unas «primarias» en clave nacional

PP: Rajoy busca un triunfo que alivie el desgaste de los recortes

Un hipotético triunfo del PP en las elecciones europeas de hoy supondría el primer aval electoral en clave nacional a la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy durante los dos años y medio de legislatura. La previsión es que muchas de las decisiones adoptadas en contra del programa electoral del PP, como la subida de impuestos y los recortes, impliquen un desgaste en la candidatura del PP y un cierto voto de castigo. Sin embargo, un triunfo sobre el PSOE significaría que el proyecto que encarna Alfredo Pérez Rubalcaba no genera la ilusión necesaria como para provocar un vuelco electoral. Aunque estadísticamente es muy difícil extrapolar los resultados de unos comicios europeos a unas elecciones generales, sobre todo porque el alto índice de abstención previsto, superior al 50 por ciento, desvirtúa cualquier cálculo fiable, lo cierto es que políticamente supondría un espaldarazo a Rajoy.

No en vano, más allá de que la incipiente recuperación económica sea percibida en positivo por los electores y de que pueda calar el mensaje de que la determinación de Rajoy y el sacrificio de todos los españoles hayan impedido el rescate financiero de España, el examen al Partido Popular se libra también en términos de corrupción. Serán los primeros comicios –habitualmente utilizados por el electorado para castigar a los partidos mayoritarios– en los que se mida el efecto real del caso Gürtel para el PP. Y también servirán para pulsar el alcance del desgaste del PP en comunidades autónomas como Madrid y la Comunidad Valenciana, donde el deterioro de su imagen parece mayor.

PSOE: Rubalcaba, en la encrucijada de un liderazgo en declive

Si las elecciones son complejas para el Partido Popular, sus resultados pueden ser determinantes para configurar el futuro inmediato del PSOE. Diseñadas por sectores del propio PSOE como unas «preprimarias» en clave interna, un eventual triunfo de la candidatura de Elena Valenciano –algo que ninguna encuesta ha pronosticado– daría oxígeno a Alfredo Pérez Rubalcaba si se propone llegar a las elecciones generales de 2015 como candidato a la presidencia. Sin embargo, una derrota abocaría a los socialistas a acelerar el debate de la sucesión de Rubalcaba: bien con la convocatoria de unas primarias el próximo otoño, bien con la organización de un congreso extraordinario este mismo verano para elegir a un nuevo secretario general del partido que previsiblemente será también el candidato que compita con Mariano Rajoy. No hay de momento ningún aspirante que haya formalizado su intención de disputar el liderazgo a Alfredo Pérez Rubalcaba, pero entre bambalinas son varios los candidatos que buscan apoyos internos para cuando llegue el momento: Carme Chacón, Patxi López, Eduardo Madina, Pedro Sánchez... La incógnita es si un hipotético buen resultado de Valenciano apaciguaría las aguas internas en el PSOE o eso reforzaría el liderzgo de Rubalcaba.

La extrema izquierda: La indignación, excusa para ganar el voto radical

Las encuestas previas a las elecciones han atribuido a IU un crecimiento en las urnas que perjudicaría al PSOE. Y también la entrada en el Parlamento Europeo de la formación Podemos, de corte radical y orientada a acoger el voto de jóvenes antisistema y a simpatizantes de movimientos sociales como el 15-M o la Plataforma Antidesahucios. Si se confirma la promoción de estas formaciones, el principal partido perjudicado será el PSOE: bien porque su electorado se abstendría, bien porque buscaría fórmulas «a la izquierda de la izquierda». En cualquier caso, sería un aviso al PSOE para reorientar su programa electoral ante las generales.

La apuesta independentista: CiU y PNV buscan el refrendo a la secesión

El proceso independentista puesto en marcha por Artur Mas en Cataluña y el embrión de una reforma para la «construcción nacional» vasca anunciada ya por el PNV han sido las claves de sus respectivas campañas: buscar en Europa un –imposible– aval a tesis independentistas. Todo el aparato de propaganda nacionalista está orientado a «vender» en Europa el «derecho de autodeterminación». En Cataluña, un 45 por ciento más de voto por correo pronostica una mayor movilización del voto independentista. Los resultados en ambas autonomías solo se analizarán en términos de refrendo o no a los procesos secesionistas.

Las alternativas al bipartidismo: UPyD, Ciudadanos y Vox, ensayo para las generales

Como alternativas al bipartidismo de PP y PSOE, otras candidaturas tienen en Europa la excusa para buscar un hueco en el panorama político nacional. UPyD, un partido en alza, ya lo tiene;Ciudadanos, hasta ahora creciendo paulatinamente en Cataluña a costa del PP y del PSC, ensaya un salto a toda España para medir sus fuerzas ante las generales de 2015. Vox, un partido nacido de dirigentes escindidos del PP descontentos con la política de Mariano Rajoy, no parece de momento consolidar un proyecto político de peso. Y ERC ha quedado descolgada de grandes alianzas, con la vista puesta solo en ser primera fuerza en Cataluña, algo probable.