Formación, arte y deporte, las otras pasiones de Emilio Botín
Botín, en el Encuentro Internacional de Rectores de Universia - efe
muere emilio botín

Formación, arte y deporte, las otras pasiones de Emilio Botín

Apasionado por el golf, se involucró en el apoyo a la Fórmula 1 y al piloto español Fernando Alonso. Una de sus mayores preocupaciones: la universalización de la educación superior

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Apasionado por el golf, se involucró en el apoyo a la Fórmula 1 y al piloto español Fernando Alonso. Una de sus mayores preocupaciones: la universalización de la educación superior

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  1. Un mecenas de la educación superior

    Botín, en el Encuentro Internacional de Rectores de Universia
    Botín, en el Encuentro Internacional de Rectores de Universia - efe

    Lejos de su despacho en la ciudad financiera de Banco Santander, Emilio Botín se mostraba como un empresario concienciado con el mecenazgo artístico, deportivo y, sobre todo, una de sus mayores preocupaciones: la universalización de la educación superior. La suya es una labor ejemplar en diversos frentes. Apasionado por el golf, se involucró en el apoyo a la Fórmula 1 y al piloto español Fernando Alonso cuando este deporte comenzaba a arraigar en España. Gracias a él, el logotipo de Santander hoy comparte espacio con la efigie del «cavallino rampante», símbolo de la histórica firma automovilística Ferrari.

    Pero esa solo es su cara más conocida. Por medio de su división de Santander Universidades mantiene convenios de colaboración con más de un millar de centros de enseñanza superior y de investigación en todo el mundo. También facilita becas para fomentar la movilidad entre los estudiantes y profesores de los países de habla española y portuguesa.

    Patrono del Museo Reina Sofía, Emilio Botín canalizaba sus actividades de mecenazgo mediante la Fundación Botín. Durante el año pasado, esta organización invirtió 53 millones de euros en programas sociales y culturales. Prácticamente, la mitad de la inversión fue a parar a las obras de construcción del que se había convertido en su sueño: el Centro de Arte Botín, cuya inauguración está prevista para el 2015. Este edificio, que se ubica en la bahía de Santander, nace con el objetivo de convertirse en un centro artístico de referencia en nuestro país.

    Para ello, ha contado con una inversión total de 80 millones de euros (el mayor desembolso de una sociedad privada para la promoción artística en nuestro país). La Fundación Botín también colaboró activamente en la construcción y puesta en marcha del Museo y Centro de Investigación Altamira, que exhibe una reproducción de las famosas pinturas rupestres. Botín, además, mantenía un fuerte vínculo personal con estas cuevas, que fueron descubiertas por su abuelo, Marcelino Sanz de Sautuola.

    Implicado en la universalización de la educación superior

    El pasado 29 de julio, el auditorio del espacio de congresos Riocentro, en Río de Janeiro, estallaba en una cerrada ovación. Los participantes en el III Encuentro Internacional de Rectores Universia 2014, que congregó a representantes de más de mil instituciones académicas iberoamericanas, agradecían puestos en pie el apoyo de Emilio Botín a la educación superior a ambos lados del Atlántico.

    Botín, desde el estrado, acababa de anunciar que el Banco Santander destinaría 700 millones de euros a proyectos universitarios durante cuatro años, entre becas, fomento de la investigación e iniciativas para la modernización y la incorporación de nuevas tecnologías.

    Aquel encuentro en la ciudad carioca era la última muestra del compromiso del banquero cántabro con el mundo de la universidad, uno de sus grandes empeños personales y que permanecerá como uno de sus principales legados. Botín defendía que el Santander debía ser útil a los países donde operaba y apoyar su sistema de educación superior y de investigación. «En Banco Santander -dijo ante los rectores en Río- tenemos la firme convicción de que apoyar a la universidad es la mejor forma de ayudar a nuestros países y sociedades a crecer y desarrollarse».

    Con ese objetivo, había creado hace más de 17 años la división Santander Universidades, a través de la cual el banco mantiene convenios de colaboración con 1.159 universidades y centros de investigación de una veintena de países.

    El Santander cuenta con un programa de becas de movilidad en Iberoamérica gracias al cual, en los últimos cuatros años 10.000 estudiantes de grado han podido estudiar en países distintos al suyo y 2.000 jóvenes profesores e investigadores han realizado estancias en otras universidades.

    En esta línea, en el año 2000 propició la creación de Universia, la mayor red de universidades iberoamericana, en la que, con el mecenazgo de Banco Santander, participan cerca de 1.300 instituciones académicas de habla española y portuguesa de 23 países. El próximo encuentro de rectores se celebrará en Salamanca en 2018.

    Por Manuel Trillo

  2. Amante del golf, se entusiasmó con la F1

    Botín y Fernando Alonso en el circuito de Marina Bay en Singapur
    Botín y Fernando Alonso en el circuito de Marina Bay en Singapur - abc

    Aquel 14 de noviembre de 2010, Emilio Botín se movía como un león enjaulado por las calles aterciopeladas y luminosas del circuito de Abu Dabi. «¡Cómo corren estos coches, ¿no?!», soltaba nervioso, refiriéndose a los Red Bull, frente a un grupo de periodistas españoles antes del desenlace del Mundial de Fórmula 1. Fernando Alonso estaba a las puertas del título y el mecenas Botín vibraba como un aficionado más. Empujaba al Ferrari con pasión, fijación y euros. Alonso no ganó aquel campeonato y Botín lo consoló, doliente como la mayoría de los españoles.

    Hasta unos años antes, Emilio Botín apenas conocía cuatro cosas relacionadas con la F1. Había vivido enganchado al ejercicio físico y mental que procura el golf, el deporte a través del cual su hija Carmen se vinculó sentimentalmente a Severiano Ballesteros, cántabro como él.

    Botín madrugaba cada mañana para embocar «putts» en el campo de golf que mandó construir en la imperial ciudad financiera del Santander, patrocinaba la Copa Libertadores de fútbol con Pelé como bandera, pero ya se había apasionado por otro espectáculo, la F1.

    Santander agarró de la mano a Alonso en 2007, en pleno boom de este deporte en España. El asturiano había ganado dos mundiales con Renault y llegaba a McLaren con un tremendo eco mediático y social.

    Botín se quedó en McLaren pese a que Alonso se marchó en estampida. Siguió patrocinando al equipo inglés y entabló un nuevo vínculo con el piloto español, de vuelta a Renault, a través de Universia, la filial universitaria de la becas del banco. Ahí, en la derrota semanal, estrechó lazos personales con Alonso. Se entendieron siempre por coincidencia de carácter: directos, de fuerte personalidad, entrañables en la distancia corta… El proyecto común de ambos giró a la grande en Ferrari: 40 millones al año por patrocinar al equipo más célebre. Cinco años sin éxitos no taladraron su amistad. «El miércoles cené con Don Emilio, planeábamos otra vuelta en bici en Singapur… Nos deja un amigo, un gran amigo», escribió ayer el piloto en Twitter.

    Por J.Carlos Carabias

  3. Un centro de arte en Santander, su gran sueño

    El centro Botín, en plena construcción en la bahía de Santander
    El centro Botín, en plena construcción en la bahía de Santander - javier rosendo

    A las 11 de la mañana de ayer Emilio Botín iba a presentar, junto al alcalde de Sevilla, en la Sala de Arte de la Ciudad Financiera del Banco Santander en Boadilla del Monte «La educación de la Virgen», de Velázquez, lienzo hallado en los sótanos de Yale y atribuido al pintor en 2010, cuya restauración se ha llevado a cabo con el apoyo del banco que presidía. El patrón del Santander nunca llegaría a esa cita. Había seguido muy de cerca el proceso en la Universidad de Yale, adonde viajó hasta en cinco ocasiones, lo que demuestra con qué pasión se implicaba en sus proyectos. Su lema: hacer accesible la cultura al público. Botín ha sido un ejemplo de mecenazgo cultural impecable: programas de investigación, becas de gestión de museos y comisariado de exposiciones, conferencias, conciertos...

    Instituciones como el Museo Reina Sofía (del que era patrono), el Liceo, el Teatro Real, la Fundación Albéniz o el Museo ABC han contado con su colaboración a través de las fundaciones en las que estaba implicado. La Fundación Banco Santander atesora una colección de un millar de obras de arte (incluye tesoros del Greco, Sorolla, Solana y Sert), además de un notable conjunto numismático. Su compromiso con la cultura le llevó a patrocinar grandes exposiciones. Dos de ellas se inaugurarán sin su presencia: una ambiciosa retrospectiva de Goya en Boston en octubre y «El retrato en las Colecciones Reales: de Juan de Flandes a Antonio López» en el Palacio Real de Madrid en noviembre.

    La Fundación Botín -primera fundación privada de España por volumen de inversión-, con sede en Santander y que presidió durante 21 años, también cuenta con una destacada colección, especializada desde 1993 en arte contemporáneo. Será el alma del Centro Botín, la niña de los ojos del banquero en los últimos años y su gran sueño. Iba a inaugurarse este verano, pero finalmente se retrasa hasta 2015. Con 80 millones de euros de presupuesto (la mayor inversión privada en una infraestructura cultural en España) y 7.000 metros cuadrados, el arquitecto Renzo Piano dio forma a ese sueño: un edificio en dos volúmenes que se asoma a la bahía de Santander, el lugar más hermoso del mundo para Emilio Botín.

    Por Natividad Pulido

  4. Siempre al lado del poder y de la marca España

    Botín saluda a Rajoy
    Botín saluda a Rajoy - serrano arce

    Emilio Botín sabía moverse con habilidad en las turbulentas aguas políticas, lo que le permitía estar en el lugar adecuado en el momento oportuno, siempre al lado del poder y de la marca España. La primera vez que demostró esa destreza fue en enero de 1996, a pocas semanas de las elecciones generales que pondrían fin a la era de Felipe González en el poder. En un hecho sin precedentes, y tras advertir de que los banqueros no están para hablar de política, aseguró que José María Aznar, el joven candidato del PP a la presidencia del Gobierno, generaba «gran confianza» a los mercados e inversores extranjeros. Antes se había mostrado partidario de adelantar las elecciones, ante la deriva del PSOE, y pidió un Gobierno fuerte para empujar la economía. Felipe González tomó «nota» y Aznar ganó las elecciones.

    A José Luis Rodríguez Zapatero tampoco le faltó el apoyo de uno de los hombres más poderosos de España. De nuevo en época preelectoral, en septiembre de 2007, recibió al presidente del Gobierno en su despacho de Boadilla del Monte para darle su respaldo ante la cita electoral. La crisis diluyó el apoyo y en 2010, cuando la situación en España era crítica, Botín volvía a salir a palestra para pedir medidas urgentes al Gobierno, profundas y con visión de futuro.

    Con la llegada del PP al poder, en noviembre de 2011, el presidente del Banco Santander aguantó hasta bien entrado 2013, cuando las reformas empezaban a tener efectos, para expresar un mensaje muy claro: «Es un momento fantástico para España», dijo. En mayo de 2014 explicó que acudía a La Moncloa, junto a otros empresarios, para felicitar a Rajoy «por lo bien que lo está haciendo». Ayer mismo, Rajoy explicó que la semana pasada se había reunido con él. Ambos coincidieron en su optimismo sobre el futuro inmediato de España.