Las recetas de los expertos para apuntalar la recuperación
Ahondar en la reforma fiscal, laboral y energética y reducir costes en la Administración, entre las recomendaciones de los analistas
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12345J. I. Conde Ruiz, subdirector de Fedea: «Potenciar políticas activas de empleo»
abc Los principales problemas de la economía española son una crisis fiscal no resuelta y el paro de larga duración. La reforma fiscal es insuficiente y no responde a un país con un déficit estructural superior al 3% del PIB. Esto implica que en el futuro habrá otra reforma y esta incertidumbre afecta a las empresas, que esperarán a que tengamos unas finanzas saneadas para invertir.
Por otro lado, en los próximos trimestres caerá el número de parados pero aumentará el desempleo de larga duración. Cuánto mayor es el tiempo en desempleo, mayor es la depreciación del capital humano y más difícil, reemplearse. El crecimiento vendrá de contratar a estos trabajadores y para ello es prioritario potenciar las políticas activas para reciclarlos y ayudarles a buscar empleo.
Valentí Pich, presidente del Consejo General de Economistas: «Retoques para ser más competitivos»
isabel permuy Dado que el clima externo no resulta halagüeño, convendría perseverar en la filosofía reformista actual, sobre todo en la reducción de costes de los factores de producción. Corresponde hacer retoques que nos permitan ser más competitivos. Habría que incidir en la transparencia y buscar fórmulas que permitan ejercer un mayor control sobre el sector público.
En la reforma fiscal se echa de menos un reconocimiento de la relación cooperativa entre las administraciones tributarias y los contribuyentes. También debería hacerse algún ajuste en materia concursal para favorecer la reflotación empresarial. Mención aparte merecen dos cuestiones estratégicas: sentar las bases para nuevos marcos en materia de energía y repensar el tema de las pensiones.
Javier Díaz-Gimenez, profesor de IESE Business School: «Replantear las relaciones laborales»
ernesto agudo La capacidad de actuación del Gobierno sobre la demanda externa es muy limitada, pero tiene mucho margen en otros aspectos. Debe reducir los costes de las administraciones públicas de manera permanente. Podría fusionar los ayuntamientos de municipios pequeños, o suprimir las diputaciones.
La otra asignatura pendiente sigue siendo el mercado de trabajo que no está normalizado, en comparación con el de los países del núcleo de la Eurozona. Hay que replantearse el modelo español de regulación laboral y relaciones laborales para acercarse a la media de la UE, reestructurar el seguro de desempleo y replantearse el salario mínimo para determinados colectivos. Es difícil que la aportación del consumo, que debería ser el motor del crecimiento, sea intensa y sostenible.
Juan Iranzo, presidente del Colegio de Economistas de Madrid: «Impulsar la búsqueda de hidrocarburos»
efe Hay que profundizar e impulsar la unidad de mercado. Además, se pueden anticipar medidas fiscales, como alguna bajada de retención, con el objetivo de que la reforma fiscal se empiece a notar ya a finales de este año, y que sea un factor adicional de confianza.
También habría que anunciar ya alguna inversión pública en infraestructuras en los sectores que tenemos grandes déficit: en el transporte ferrovial de mercancías y en agua. Por último, hay que finalizar la reforma energética y dar facilidades para investigar recursos de hidrocarburos, convencionales y no convencionales, a través de «fracking». Esto debe ser el primer paso para garantizar un suministro más barato y racional, ser más competitivos y relocalizar industria en España.
Miguel Cardoso, economía jefe para España de BBVA Research: «Continuar con la reforma fiscal y laboral»
abc Hay tres materias en las que se puede profundizar. Primero, es importante continuar con la reforma del sistema impositivo para que impulse el crecimiento, la creación de empleo y el cambio de modelo productivo sin poner en peligro la consolidación fiscal. Una reducción del 3,5% en las contribuciones a la Seguridad Social, compensada por un aumento de 2% en la imposición indirecta, traería un aumento de 0,7% en el PIB y 200.000 empleos más a corto plazo.
En segundo lugar, hay que profundizar en la reforma laboral, fomentando que los cambios en los salarios se ajusten a los cambios en la productividad, e incentivando la contratación indefinida. Llevar el porcentaje de trabajadores con contrato temporal a la media europea elevaría la probabilidad de exportar de la empresa mediana en un 15%, e incrementaría la productividad. Por último, se debería incentivar el crecimiento de las pymes y mejorar la regulación en sectores clave, como los servicios.
