
Las mejores coreografías de Antonio Gades
El 20 de julio se cumplen diez años de la muerte del bailarín y coreógrafo, uno de los grandes renovadores de la danza española
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1234567Antonio Gades

Antonio Gades, en 1969, en la Ópera de Budapest, donde fue fotografiado por Juan Gyenes - gyenes El 14 de noviembre de 1936, en plena guerra civil, nació en Elda (Alicante) Antonio Esteve Ródenas, que tomaría posteriormente el nombre artístico de Antonio Gades. Fue un magnífico bailarín: sobrio, elegante, profundo, que le dio al baile flamenco nuevos aires. Pero su importancia fue mayor como creador. Sus espectáculos, significativamente dramáticos, han trascendido y todavía hoy son admirables su teatralidad, su coherencia, su magnetismo y una cualidad que no se ve en ningún otro coreógrafo con tanta fuerza: su habilidad para fundir lo popular con lo académico, sin perder el equilibrio escénico. No fue un creador prolífico; le costaba mucho llevar sus ideas a escena, porque solo quería hacerlo cuando tuviera algo que decir. Pero es el autor de varias de las obras maestras de la danza española, especialmente «Bodas de sangre» y «Fuenteovejuna». Murió en Madrid el 20 de julio de 2004.
«Suite de Flamenco»

El Ballet de Antonio Gades, en la «Suite de Flamenco» - ABCd Creada a partir de una serie de bailes que él mismo interpretaba en su carrera como solista, Antonio Gades creó a principios de los años sesenta la «Suite de Flamenco», en la que se presentan varios palos con diferentes formaciones bajo el particular punto de vista de Antonio Gades. Bulerías, soleá, farruca (uno de los emblemas del bailarín), tanguillos y rumba son algunos de los bailes que componen esta coreografía.
«Don Juan»

Un retrato de Antonio Gades - ABC El 18 de noviembre de 1965 se estrenó en el teatro de la Zarzuela de Madrid «Don Juan», una versión del mito realizada por Alfredo Mañas (Gades había trabajado en «Los Tarantos», una película de Rovira Beleta sobre una historia del propio Mañas) a la que puso música Antón García Abril. Además de protagonizarla, Antonio Gades firmaba la coreografía junto a otro maestro de la danza española, José Granero. Era una «tragicomedia musical» en la que los actores se mezclaban con los bailarines. El reparto incluía a Cándida Losada, Paloma Lorena, Carlos Villafranca, Pilarín Sanclemente, Juan Lizarraga, Pascual Martín, José Albert y Juan Amezaga. El espectáculo fue un fracaso; Enrique Llovet escribió en ABC: «Esta tragicomedia musical está empedrada de buenas intenciones. Pintores, músicos, actores y bailarines de buena reputación ponen a concierto sus talentos e ilusiones y luchan juntos por un espectáculo globalizador, como debe ser hoy el espectáculo teatral. Resultado: Don Juan, al infierno».
«Bodas de sangre»

Joaquín Mulero y Adrián Galia, en «Bodas de sangre» - ABC Antonio Gades tuvo que irse a Roma para poder estrenar su versión de «Bodas de sangre»; lo hizo en el Teatro Olímpico de la capital italiana, el 2 de abril de 1974. Basada en la obra de Lorca y en el suceso ocurrido en Níjar en 1928, que inspiró al poeta granadino, contó con guión de Alfredo Mañas. El 9 de octubre de este mismo año, Gades presentaba su obra en el teatro de la Zarzuela, dentro del III Festival Internacional de Ballet que se celebraba en la capital. En una conversación con Ángel Laborda, definía así su coreografía en ABC: «Sucinta, recortada en algunos momentos, lírica en otros... Siempre apoyada en el folclore, como lo está el relato y como lo está la magnífica música de Emilio de Diego y los figurines de Francisco Nieva». Gades rindió en esta obra homenaje a Lorca con una coreografía poéticamente esencial, bellamente primitiva, con momentos que están ya en la historia de la danza española -de la que «Bodas de sangre» es una de sus obras maestras-: el baile del pasodoble «Sombrero», la huida a caballo o la pelea a cámara lenta entre Leonardo y el Novio. Carlos Saura vio en las salas de ensayo la obra, y decidió junto a Gades convertirla en película; comenzó así una colaboración entre los dos que fructificaría en una extraordinaria trilogía cinematográfica.
«Carmen»

Las cigarreras de «Carmen» - ABC El éxito obtenido por la película «Bodas de sangre» animó a Carlos Saura y a Antonio Gades a realizar una nueva película, esta vez sobre uno de los grandes mitos españoles: Carmen. Casi al tiempo que se rodaba el filme, se iba creando el espectáculo teatral, que se estrenó en el Theátre de Paris el 17 de mayo de 1983, con Cristina Hoyos y el propio Gades como protagonistas. La idea del coreógrafo era alejarse de la idea de mujer frívola y devoradora de hombres, e insistir en su deseo de libertad; Carmen, para Gades, era fundamentalmente una mujer libre, que quería vivir y gozar de la libertad. La música de Bizet se mezcla con el flamenco. «Hice Carmen -dijo- porque no me gustaba esa imagen estereotipada y falsa que tiene, siendo una mujer que cuando ama se entrega sin reservas, que no abandona a su clase aunque se encuentre en las más altas esferas».
«Fuego»
Una escena de «Fuego» - JAVIER DEL REAL «El amor brujo» fue la tercera -y última- colaboración entre Antonio Gades y Carlos Saura. La película fue estrenada en 1986, pero la adaptación escénica no vio la luz hasta tres años más tarde. «Fuego» se estrenó en el teatro del Châtelet de París el 26 de enero de 1989, pero unos días más tarde Gades y Saura anunciaban que este espectáculo no se presentaría en España. Hubo, seguramente, más razones personales que artísticas para esta decisión. Cristina Hoyos, durante veinte años la pareja artística de Gades, había iniciado su propio camino; poco después del estreno de «Fuego», el coreógrafo disolvió su compañía, que no recuperaría hasta cuatro años después. En la coreografía hay retazos del mejor Gades, con anticipos de lo que más tarde se vería en «Fuenteovejuna», pero es una obra desigual, sin la consistencia que poseen habitualmente sus trabajos. La fundación que lleva su nombre, y que cuida su legado -con su viuda, Eugenia Eiriz, y su hija mayor, María Esteve, al frente- ha recuperado esta coreografía, que se ha estrenado el 6 de julio en el teatro de la Zarzuela de Madrid.
«Fuenteovejuna»

Escena final de «Fuenteovejuna» - tomaki minoda «Fuenteovejuna» es una obra redonda, sin resquicios, un crisol en el que Gades ha sabido fundir el folclore más añejo y abrazado a la raíz con las formas teatrales más avanzadas; una obra que eleva a la categoría de arte danzas y cantares enterrados en la tradición. Todo ello para contar la historia de un pueblo que se rebeló contra la tiranía y que alzó su dignidad en armas; una historia, lo decía el propio Gades, de solidaridad entre los seres humanos. La maduró durante mucho tiempo, y contó con la ayuda de José Manuel Caballero Bonald para la adaptación del texto de Lope de Vega. «De la obra -dijo Gades- me interesó sobre todo el acto solidario de los perdedores. La solidaridad frente al poder. En estos momentos de de feroz individualismo, creo que Fuenteovejuna está o debería estar de actualidad». El folclore es la base de la coreografía: «Mi idea era hacer algo más con ese folclore, no trincarlo del pueblo y prostituirlo, sino coger la esencia y hacer otra cosa, contar una historia con el movimiento. España es un crisol de culturas. Cada 20 kilómetros cambian las costumbres, los trajes, la música, la manera de enterrar a los muertos. Mi intención ha sido hacer un collage con todo esto. He investigado el folclor no como un profesional, sino como un poeta investiga la historia, para enriquecerse».




